36. Taking care 101

1.1K 102 17
                                    

Estaban viendo el televisor, se sentía muy bien poder abrazarse a la pelirroja, sonreía mientras sentía como le daba de comer papas fritas en la boca, la estaba pasando realmente bien desde que volvieron del doctor, le encantaba que la consienta, sabía que no podía aprovecharse de su estado para tener avances con Natasha, pero no evitaría tal vez sacar un poco de ventaja de lo que sucedía.

– Belleza, ya no quiero – Se quejó cuando seguía alimentándola

– El doctor dijo que debes comer – La vio seria

– Comer, pero no cebarme – Bromeó – Ya me llené, Nat, ya no quiero – La vio a los ojos acomodándose mejor en el sofá

– Bueno, al menos te terminaste la hamburguesa – Suspiró limpiando sus manos y volviendo a abrazarla besando su mejilla repetidas veces

– Se me antojó volviendo a casa – Se encogió de hombros

Natasha sonrió acariciando su cabello – ¿Entonces me quedaré aquí mientras pasas por esto?

– No quiero que te sientas en obligación a cuidarme – Juntó su frente a la de ella – Me muero porque estés a mi lado, pero no porque te sientas en la obligación, a parte que nuestra relación...

– Nuestra relación – La interrumpió – Va a seguir avanzando tan lento como hasta ahora – Se burló

– Gracias por cuidarme, Nat – Sonrió sintiendo besos suyos en su mejilla – Pero mañana iré a la escuela y nuestra cita el sábado también sigue en pie – Señaló

– Mientras tomes tus vitaminas, no hay de qué preocuparse – Acarició su vientre mientras veían televisión – No vuelvas a hacer algo así de nuevo, por favor – Pidió viéndola a los ojos

– ¿Desmayarme? – Natasha asintió con seriedad – Belleza... – Se volteó tomándola de las mejillas – No es como que lo haya hecho a propósito, pero prometo jamás preocuparte así de nuevo

– Igual me quedaré aquí hasta el lunes o martes, el doctor dijo que aún te podría pasar hasta que tus niveles de hierro se regularicen

– Y no sabes cuánto me va a gustar dormir abrazada a ti de nuevo – Asintió con emoción

– Te advierto desde ahora que si noto algún truco me iré al sofá

– No trucos – Negó escondiendo el rostro en su cuello y dejándole unos besos – Pero si tú eres la que empieza a deslizar sus piernas entre las mías, yo no voy a hacer nada para evitarlo

– Yo no hago eso – Dijo falsamente ofendida

– Claro que sí – Rio levemente – En la cama tú empiezas por poner una pierna en medio de las mías, luego subes la otra sobre mi muslo y yo bueno, solo las acaricio porque están buscando cobijo en mí

Natasha se sonrojó ante lo que decía – Bueno, hoy no va a pasar

– No lo sé, Romanoff, lo veremos en unos minutos – Sonrió viéndola

...

Abrió los ojos con la más bella imagen de todas, Natasha estaba dormida al lado suyo, no había descansado tan bien desde hace semanas, notó que sus piernas estaban entrelazadas, rio con suavidad intentando retroceder aunque solo vio como frunció el ceño y se acercaba más a ella, volvió a abrazarla, esos labios de cerca eran tan lindos, se había controlado demasiado para no besarla todos estos días, arruinaría todo su avance si lo hacía mientras dormía, suspiró besando dos de sus dedos y poniéndolos en su boca.

– Buenos días, belleza – Susurró con una sonrisa

– Buenos días, directora Maximoff – Su voz la sorprendió, después sus grandes ojos verdes iluminaron la habitación – Los besos indirectos son lindos

Lust & Loss | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora