30. Sunrise 101

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Abrió los ojos y vio a su novia dormida apaciblemente a su lado, suspiró acariciando su mejilla, debía esperar a que se despierte para hablar con ella y aunque sea algo egoísta disfrutaría los últimos minutos en los que Natasha aún era su novia, se acomodó abrazándola a ella, sonrió cuando la pelirroja se aferró a su cuerpo acurrucándose en su pecho, acarició su cabello mientras le dejaba algunos besos en la cabeza esperando que despierte.

A los minutos la sintió espabilarse, bajó las manos de ella, Natasha se acomodó en la cama para ver a Wanda a los ojos, sintiendo como todas las imágenes de lo que había pasado el día anterior golpeaban su mente.

– Buenos días, belleza – Acarició la mejilla de su novia – ¿Cómo amaneciste?

– Buenos días, Wanda – Saludó intentando sonreír – Bien, gracias – Suspiró

– ¿Quieres desayunar?

– No... – Apretó sus labios sentándose en la cama, su novia hizo lo mismo – Yo me iré a casa, lo que tuvimos fue muy lindo y lo voy a atesorar, pero no seré tu secreto para siempre – Salió de la cama

– Nat – Llamó su atención – Déjame hablar ¿Sí?

– ¿Qué quieres decir? – Se cruzó de brazos viéndola a los ojos, no quería atacarla, tampoco estar en malos términos con ella

– Quiero que me entiendas – Se levantó acercándose a ella – Soy doce años mayor que tú, te conocí cuando eras una adolescente, la gente pensará que tomaba ventaja de ti cuando eras prácticamente una niña, cuando tú me fascinaste al llegar en tu primer día como maestra, ni siquiera te recordaba de cuando ibas a la escuela

– Si tú y yo sabemos que es así ¿Por qué te importa lo que diga la gente? – Se encogió de hombros

– Me importa porque gran parte de mi vida es mi trabajo, tampoco te digo que siempre será un secreto lo nuestro, pero quiero tiempo...

– Acepté el no querer revelar lo nuestro, porque de todas formas siendo mi jefa era una situación de ventaja como lo expones, pero el que me negaras ante tu hermano, ante la persona que más confías... es triste, me hiciste sentir como si lo nuestro importara menos que nada, no voy a darte tiempo Wanda, porque creo que desde que iniciamos lo hice y está bien si no quieres decir que soy tu novia, porque eso sería algo serio, pero decir un: Ella es Nat, estamos saliendo. En vez de presentarme como tu amiga, me parece lo más normal y correcto, pero tú solo me niegas y no quieres que salgamos del maldito hotel para no encontrarnos con gente, a menos que sean completos extraños, porque anoche si te llenaste la boca diciendo que yo era tu novia ¿En que quedamos, Wanda? No puedo ser tu novia de a ratos – Explicó frustrada

– No quiero que lo seas de a ratos, Nat... yo hablaba en serio cuando te propuse que seas mi novia, también cuando te dije que deberíamos mudarnos juntas, yo te amo y lo siento, no estés enojada conmigo, no te vayas de mi lado, por favor – La tomó de las manos

– ¿Vas a seguir ocultando lo nuestro? – Preguntó seria

– Aún no quiero que todo el mundo se entere, pero... – Natasha deslizó sus manos soltándose de ella y dirigiéndose al armario por su maleta – Nat, escúchame, por favor – La detuvo del brazo

– Ya te escuché – La vio a los ojos – Entiendo totalmente tus motivos, pero yo no quiero que me ocultes

– Pietro ya sabe y aún no te presentaré a mis padres porque salieron de la ciudad

– Pietro sabe porque yo me fui de esa manera del restaurante y tú me seguiste, no es que se lo hayas contado porque querías – Dijo con lástima

– Nat, no te vayas – Pidió

Lust & Loss | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora