Había pensado en Natasha toda la noche, estaba ansiosa por verla esa mañana, se sentía feliz a su lado y cada vez se convencía más de que la maestra no la veía solo como una aventura, aunque a la vez tenía miedo de lo que pueda traer una relación seria con ella, habían demasiados factores que no creían las podrían hacer completamente feliz, ya se empezaba a sentir el calor del verano, faltaba cada vez menos para que el año escolar se termine, acomodó sus cosas como siempre, al escuchar la puerta abrirse sonrió inevitablemente viendo a quien se había convertido en su persona favorita.
– Buenos días, sexy – Sintió que su corazón se derretía al ver a la maestra sonrojarse por su saludo
– Buenos días, brujita – Sonrió acercándose al escritorio a dejar sus cosas donde siempre
– ¿No me vas a dar un abrazo? – Mordió su labio inferior estirando los brazos hacia ella
Natasha no creía que tenía a la mujer de sus sueños pidiéndole un abrazo, no hizo más que acercarse y ponerse en sus piernas para poder besarla y abrazarla, ahora que sabía que podía besarla cada vez que quería no perdía el tiempo haciéndolo, le gustaban como las manos de ella se aferraban en su cintura, se alejó un poco besando sus mejillas y también sus labios viendo esos ojos verdes que estaban perdidos en ella.
– ¿Cómo estás? – Preguntó tomando las mejillas de la directora
– Bien, belleza – Sonrió besando la comisura de sus labios
– Me alegra mucho – Acarició su rostro acercando su frente a la de ella – ¿No te volvió a buscar tu ex?
– No – Suspiró abrazándose más a ella – Oye, belleza...
La puerta sonó por un leve toquido, ambas se sorprendieron y Natasha se levantó rápido de su regazo, sintiéndose tranquila de que ponerle seguro a la puerta había sido un hábito que se le había quedado.
– Voy a abrir – Indicó la maestra carraspeando su garganta
– Sí, gracias – Sonrió ligeramente, aunque odiaba tener que alejarse de Natasha para atender a alguien más
La maestra abrió la puerta y vio a Maria, se sonrojó de inmediato por la sonrisa que le dirigía, ella era su única amiga en el personal de la escuela, así que aunque no sabía exactamente lo que pasó, sí sabía que su trato con la directora era más que solo profesional.
– Buenos días – Saludó la pelinegra entrando a la oficina – Disculpe, directora Maximoff, no quería interrumpir su mañana – Emitió viendo de reojo a su amiga
– No se preocupe, señorita Hill – Dijo Wanda con seriedad acomodando su escritorio – ¿Qué se le ofrece?
– Necesito que revise los detalles de la visita al museo de mi grado – Dijo aproximándose al escritorio – ¿Tiene unos minutos antes de que inicien las clases?
– Sí – Respondió la directora con una sonrisa amable
– Las dejo trabajar – Sonrió ligeramente Natasha despidiéndose con un gesto de la cabeza, veía que Wanda tenía los ojos en ella mientras Maria veía el papel, la maestra llevó una mano a la boca para mandarle un beso volado antes de salir
La directora sintió sus mejillas sonrojarse completamente, se sentía perdida por ella, apenas había dejado de verla y ya necesitaba que esté de vuelta a su lado.
...
Su mañana no había sido como lo planificado, había podido ver a Wanda en el almuerzo, pero aún sentía que faltaba una eternidad para volver a su oficina, al menos aprovecharía el recreo para avanzar su propio trabajo y no tener que detener lo que sea que planificó la castaña para cuando se vean a solas, de solo pensarlo sentía nervios, suspiró mientras ponía las notas a los exámenes en el vacío aula.
ESTÁS LEYENDO
Lust & Loss | Wandanat
Fiksi Penggemar[AU +18] Natasha Romanoff era una profesora de escuela, llevada al camino de la docencia por su secreta admiración por la directora de la institución en la que trabajaba, quien también era su amor secreto, un día como cualquier otro encuentra que es...