Estaba tan ansiosa por salir por fin de vacaciones, su novia estaba sentada en sus piernas no paraba de abrazarla y besarla mientras veían televisión en su casa, bueno el televisor estaba prendido, pero ellas solo estaban acariciándose mientras se susurraban palabras bonitas.
– Cielo – Escuchó alzando la vista a la pelirroja que estaba en su regazo – ¿En serio te tienes que ir ahora? – Emitió acomodándose a horcajadas encima suyo
– Me haces muy difícil el querer levantarme, belleza – Suspiró rozando sus labios mientras acariciaba sus piernas descubiertas
– No vayas – Pidió besando su cuello – No vayas... quédate conmigo – Sentía las manos de su novia aferrarse a su cuerpo, notaba que estaba haciendo efecto lo que decía
– Sabes que eso es lo que más quiero, pero tengo que ir ahora – Intentó hablar aunque ella solo la llenaba de besos
– Déjalo para mañana, juro que te voy a ayudar y no saldremos de la oficina hasta que termines, pero hoy quédate a darme cariño – Habló con los labios encima de su mejilla
– Nat... yo... – Se quedó callada viendo como se deshacía de su camiseta liberando sus pechos desnudos
– ¿Tú? – Se burló tomando las manos de ella y subiéndolas por su torso
– Eres muy injusta – Se quejó dejándose hacer
– ¿Aún quieres irte, cielo? – Preguntó posando las dos manos de ella en sus pechos
– Mierda, Romanoff – Suspiró encima de su boca
– Lo tomaré como un no – Sonrió empezando a besarla
Wanda se aferró a su cuerpo acercándola a ella, esa mujer la estaba volviendo loca, no podía resistirse a su novia, cada vez que recordaba que era suya solo la hacía sonreír y tener la necesidad de que esté a su lado, podía dejar todo solo por ella, era un sentimiento que la invadía y la asustaba al mismo tiempo, más aún cuando Natasha estaba tan segura de su relación, se lo demostraba constantemente con pequeños actos o grandes, se supone que al regresar de las vacaciones ella iría a conocer a los padres de la pelirroja, bueno a que la presente como su novia, pues ellos ya se conocían, prefería concentrarse en lo que pasaba en ese momento en vez de todo lo que le aterraba de su relación con Natasha.
– Me encantas... – Escuchó de los labios de esa pelirroja que la hacía perder la cabeza con facilidad
– Tú a mí – Emitió con seguridad viéndola a los ojos – Te quiero, Nat, aunque parezca apresurado o en un principio haya sido mayormente físico, no sé lo que haría sin ti, no quiero pensar en que mañana no podría tenerte – Confesó
La pelirroja sonrió acunando el rostro de Wanda – Eso no pasará, cielo, no pienses en esa clase de cosas, vamos a estar juntas mucho tiempo, no planeó irme de tu lado mientras me lo permitas – Parecía que sus palabras la calmaban – Te quiero mucho, Wanda – Afirmó besando su rostro sintiéndose tan cómoda a su lado
La castaña sonrió volviendo a besarla mientras pasaba las manos en el cuerpo de su novia, suspiraba encima de su boca, quería hacerla suya en ese y en todo momento; pero su teléfono sonó interrumpiendo su sesión de besos.
– No contestes – Susurró Natasha en sus labios – Hazme caso solo a mí – Pidió mientras seguía besándola
Wanda sonrió correspondiendo sus besos, pero estiró una mano a su teléfono para ver quien la llamaba.
– Solo será un segundo, lo prometo – Dijo entre besos notando que debía contestar
La pelirroja escondió su rostro en el cuello de su novia – No te tardes – Ordenó abrazándose a ella
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Lust & Loss | Wandanat
Fanfiction[AU +18] Natasha Romanoff era una profesora de escuela, llevada al camino de la docencia por su secreta admiración por la directora de la institución en la que trabajaba, quien también era su amor secreto, un día como cualquier otro encuentra que es...