Había llorado todo lo posible, solo tenía miles de recuerdos sobre su relación con Wanda, habían días en los que despertaba pensando que su noviazgo había sido todo un invento de su cabeza, había intentado superar poco a poco su ruptura, nada funcionaba, odiaba cada minuto sin ella, no quería ver las cientos de fotos juntas, sabía que si la volviera a ver, se abrazaría a ella y le rogaría porque se quede a su lado sin poner ninguna condición, era muy triste que piense esto, porque justamente se fue de su lado porque creía que recibía muy poco.
Había intentado seguir su rutina diaria, pero sin ella se sentía perdida, había hecho de todo para distraer su mente, Carol se había portado realmente como una buena amiga, aunque necesitaba hablar con Maria, ella era la única que sabía todo lo que había pasado, todo lo que se trataba de Wanda, mientras con Carol solo intentaba de distraerse yendo al cine o de compras o de fiesta, habían ido a la ciudad unos fines de semana, Natasha había sido muy cuidadosa de no ir a los lugares que su ex novia frecuentaba.
Justo ese día estaba sentada en su sala leyendo un libro mientras disfrutaba de una taza de café, había sido un fin de semana agitado, quería mantenerse entretenida, con la mente ocupada, así podía centrarse mejor en irse de ese pueblo antes de que terminen las vacaciones, estaba a pocas semanas de que así sea, esperaba que alguno de los trabajos que había solicitado la estén tomando en cuenta, porque tampoco se iría a la deriva, si no tenía oferta alguna con el dolor de su corazón volvería a trabajar en la misma escuela en la que su ex era la jefa, iba a ser lo más incómodo del mundo, pero no podía vivir del aire.
El timbre de su puerta sonó, frunció el ceño levantándose, era muy temprano para que Carol aparezca, abrió la puerta y sonrió inevitablemente al ver quien estaba del otro lado, vio sus manos pálidas que sostenían un regalo en dirección suya, alzó los ojos viendo su cabello castaño que caía en ondas a los lados de su rostro, se acercó a abrazarla con fuerza.
– Te he extrañado mucho – Escuchó Natasha en su oreja sintiendo como rodeaba una mano en su cintura
– Yo igual – Sonrió viéndola a los ojos – Me moría porque vengas aquí, con cambio de look y todo – Se apartó de ella haciéndola pasar a su casa
– Sí, gracias ¿Qué tal me queda? – Dijo llevando su cabello hacia atrás con una mano – El negro fue algo difícil de quitar, pero quedó en esto – Sonrió
– Te queda muy lindo – Sonrió
– Gracias – Le entregó el regalo que tenía en una mano – Te traje esto
– ¿Qué es? – Dijo emocionada
– Ábrelo y sabrás – Sonrió sentándose en la sala
Natasha rompió el papel de regalo con una sonrisa y vio que era un libro, específicamente el tercer poemario de una de sus autoras favoritas, lo abrió para ojearlo, vio la primera página, se lo había dedicado "Para que lo compartas con tu amor imposible, con cariño - María" Leyó intentando seguir sonriente.
– Perdón por la dedicatoria, pero no le iba a romper la primera hoja y tampoco pensé que tu novia y tú no seguirían juntas, no fue adrede – Dijo con seriedad
– Pues.. ya ves – Sonrió ligeramente cerrando el libro
– ¿Quieres hablar de eso?
Natasha vio a su amiga y asintió – Bueno... Wanda se encargó en ocultarme en el hotel y negarme ante todos, incluyendo su hermano, no pude soportarlo más, así que terminamos y me fui, ella dijo que solo necesitaba tiempo, porque el conocerme desde los dieciséis sería realmente malo para su reputación y tal... es un resumen de todo, pero eso pasó – Contó con total tristeza
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Lust & Loss | Wandanat
Fanfiction[AU +18] Natasha Romanoff era una profesora de escuela, llevada al camino de la docencia por su secreta admiración por la directora de la institución en la que trabajaba, quien también era su amor secreto, un día como cualquier otro encuentra que es...