9. Asking 101

2.2K 172 31
                                    

Ahora sí se había percatado de la hora, no quería llegar tarde con la directora, apresuró sus pasos y entró a la oficina, Wanda tenía los ojos llenos de lágrimas mientras su ex novia estaba de vuelta en la escuela, en esta ocasión parecía que recriminándole, Natasha se acercó a la castaña con rapidez tomándola de las mejillas, limpió sus lágrimas con los pulgares mientras veía como Wanda le evitaba la mirada.

– ¿Estás bien? – Susurró la maestra

– Sí – Contestó la directora en un susurro

– ¡¿Siempre tienes que aparecer cuando nadie te llama?! – Se quejó Sylvie

– Lárgate – Emitió Natasha con firmeza volteando a ver a la rubia

– Tú no...

– Que te largues ahora – Insistió la maestra – Si no te vas, llamaré a seguridad, así que vete

– ¿Tú no dirás nada? – Confrontó Sylvie viendo a su ex novia

Wanda como si se sintiera totalmente indefensa se limitó a ponerse detrás de Natasha apenas alzando la mirada a lo que sucedía, la rubia al solo recibir silencio como respuesta fue a la puerta.

– Y no vuelvas jamás aquí – Advirtió la maestra cuando por fin ella se fue

Natasha volteó y tomó a la castaña entre sus brazos acariciando su cabello, susurrándole que todo estaba bien ahora y que no dejaría que nada malo le pase ni que ella se le vuelva a acercar de nuevo, Wanda sollozaba en su cuello sintiendo tanta calma de que que la sostenga contra su cuerpo, respiraba profundamente queriendo dejar de llorar.

Por fin la castaña se sentía un poco mejor y pudo soltarla un poco para verla a los ojos, sonrió al sentir la mano de Natasha en su mejilla y como la veía con genuina preocupación.

– ¿Quieres un poco de agua? – Ofreció la maestra

– Sí, gracias – Sonrió sintiendo como sin fijarse realmente Natasha la tomó de la cintura poniéndola en el escritorio y después fue a servir un vaso con agua en la parte que emulaba una sala en su oficina

Wanda mordió su labio inferior mientras balanceaba los pies sintiéndose cuidada, era una sensación muy linda en su pecho, vio a la maestra acercarse de vuelta a ella extendiéndole el vaso, la castaña tomó de el mientras respiraba profundamente, Natasha la rodeó de nuevo por la cintura y apartó algunos cabellos de su rostro.

– ¿Mejor? – Preguntó notando como Wanda dejada el vaso a un lado

– Sí, gracias – Sonrió

– ¿Quieres hablar de lo que pasó? – Cuestionó nerviosa, nunca había visto a Wanda tan vulnerable ni que se deje gritar por alguien más, sentía que podía haber ido detrás de esa mujer a reclamarle el que la haya tratado así, pero lo importante es que se aleje y que la castaña esté bien

– Lo de siempre – Se encogió de hombros – Me dijo que quería volver, aunque en esta ocasión me recriminó que debía hacerlo, porque... – Wanda se puso notablemente tensa, bajó la mirada y apoyó la mejilla en la palma de Natasha – Intentamos tener bebés, pero yo los perdí – Sollozó – Y siempre se encargó de recordármelo, cuando fui a hacerme el legrado estaba sola, ella se negó a acompañarme y dijo que era mi culpa que ella haya perdido a sus hijos, cuando no solo le afectó a ella, esos eran mis bebés también, iban a ser gemelos, pero no sé si fue mi cuerpo, el estrés del trabajo o qué sucedió para que no lo logre, es algo que jamás se lo he dicho a nadie solo se quedó entre nosotras, poco después me engañó y ya no quise seguir con lo nuestro

– Wanda – Susurró no creyendo que haya alguien que pueda tratar a otra persona de tal manera, menos aún a alguien tan dulce y linda como la castaña, Natasha la tomó de las mejillas para que la vea a los ojos – Ella no tiene ningún derecho en culparte o decirte esa clase de cosas, eres una mujer asombrosa, no puede pretender que de ese modo vuelvas con ella, es estúpido, simplemente no puede ser así y ya

Lust & Loss | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora