Lust & Loss | Wandanat

24. Submission 101

Siempre que estaba en la ciudad, caminaba con su novia al lado, aunque la mayoría del tiempo estaban en la habitación de hotel, le gustaba que ese último fin de semana de trabajo se dieron su última escapada, entró a un bar que estaba altamente concurrido, no se sorprendió, pues era sábado por la tarde, fue a una mesa alejada en el sitio, felizmente pudo encontrarla, se sentó y pidió un martini.

Una rubia de larga cabellera entró y se sentó al lado suyo, llevaba unos lentes de sol, se puso algo cerca invadiendo su espacio vital, la mano de ella se puso rápido en su muslo, Natasha intentó alejarse sintiéndose algo apenada.

– Disculpa, pero tengo novia – Apenas alcanzó a decir la pelirroja, pues se sentía realmente intimidada

– No la veo aquí – Contestó quitando las gafas de sol de su rostro

– No, pero estoy segura de que está por llegar – Respondió tímida bebiendo de su martini

– Diviértete conmigo mientras llega – Emitió esa mujer volviendo a posicionar una mano en su muslo desnudo, pues ese día llevaba un vestido muy corto, justo para los planes que tenía con Wanda

– No creo que a ella le agrade – Retiró su mano de un modo tosco deslizándose en el asiento largo del bar, aunque solo quedó acorralada contra la pared por su movimiento

– Pero a ti sí te estoy agradando ¿O no, sexy? – Natasha sonrió inevitablemente al escuchar ese apodo – Se buena chica y ordena otro par de tragos – Pasó los dedos con suavidad alzando un poco su falda

El mesero se acercó y ella apenas pudo decir las palabras correctas para ordenar más alcohol, terminó su copa después de que esa mujer rubia le diera un trago.

– ¿Y cómo debo llamarte? – Preguntó Natasha sintiendo como posaba la mano con algo de fuerza en su muslo

– Belia – Preguntó tomando de su trago y acercándose más a ella

– Un demonio entonces... – Sonrió posando su rostro en una de sus manos

– El de la corrupción – Asintió sonriente acercando su rostro al de Natasha

– Dices que ¿Vas a corromperme esta noche? – Preguntó con una mirada penetrante portando una sonrisa ladeada

– Voy a empezar desde ahora – Respondió con simpleza sonriendo encima de su mejilla – ¿Quieres que empiece?

– Creo que ya lo hiciste – Contestó tomando otro sorbo de su trago sintiendo como la mano de esa mujer había empezado a acariciar su intimidad

– Quiero que me veas a los ojos y cuando tengas la necesidad de gemir me beses – Dijo demandante

Natasha asintió mordiendo su labio inferior, ciertamente toda la situación la estaba excitando, desde que vio a su novia entrar con una peluca rubia, hasta que finja otro nombre y cómo la tocaba ahora, la hacía no resistirse, empezó a besarla con algo de descontrol, agradecía que la gente esté tan ensimismada que nadie les esté prestando atención.

– Sexy... tengo una necesidad intensa de tocarte – Susurró en su oído – Sacaré tu ropa interior – Informó lo que estaba haciendo sin pedir permiso alguno, Natasha sintió que debía juntar las piernas por lo rápido de su accionar, pero esos dedos se lo impidieron – Que atrevida... – Emitió la rubia viendo la ropa interior que llevaba la pelirroja – Me da pena por tu novia, pero tendrás que cancelar tus planes con ella, yo no te dejaré ir ¿Te gusta la idea?

– Ah – Gimió lo más bajo que pudo, sentía algo muy suave entre sus piernas, era a la vez esponjoso, no entendía lo que era, pero era cierto que le gustaba