⟣ᴠᴇɪɴᴛɪsɪᴇᴛᴇ ⟢

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Sᴀʀᴀʜ

De verdad el tiempo se nos había ido de las manos como agua escurriéndose por entre los dedos.

¡Es que se me hacía increíble que hubiesen pasado siete años desde que JungKook y yo iniciamos en nuestra vida como padres!

¡Siete años!

El pequeño que llevaba en mi vientre, Samuel, había cumplido sus siete años justo dos días antes de que se desatara un inconveniente que, después de ser resuelto, al final terminó siendo ventajoso para nosotros.

Luego de la adopción de MinKi y Gaia, JungKook y yo nos mantuvimos viviendo en la mansión junto a Tim y su novia Melody (que habían sido de gran ayuda para adaptar a los niños al idioma inglés y hasta aprendieron coreano para mantener una mejor comunicación en medio de dicho proceso), y la convivencia era estupenda, incluso luego del nacimiento de Samuel, que los primeros meses, cuando se decidía por llorar, sus gritos se escuchaban hasta en el más recóndito espacio de la gran casa, y no cesaban hasta largos minutos (a veces horas) después. Mantuvimos los viajes a Corea, visitando a Nam, Hye, Tae y los gemelos, así como también a mis suegros (que también venían a vernos y se armaban grandes reuniones con ellos, mis padres, los Park, los niños, y por supuesto, JungKook, Leiah, Tim, Melody y yo), y también habían días en los que hacíamos pijamadas en casa de Leiah y JiMin y bueno...todo hasta ahí iba bien, porque ni siquiera JungKook había tenido tanto trabajo pues contra mí no había ocurrido ningún incidente de gravedad.

Al menos hasta aquel día.

-Mamá, yo sé que ustedes son unos calenturientos que se aman mucho, pero me parece que deberían tener un poco más de cuidado.

Un preocupado MinKi, con sus ya dieciséis añitos cumplidos, abrió de par en par las puertas de mi oficina en la mansión, llamándonos la atención a su padre y a mí.

Detrás de él venía Gaia con su tablet en la mano, riéndose bajito de algo que estaba viendo. Aunque luchaba por no hacerlo. Reacciona de esa manera siempre que algo le resulta gracioso, pero sabe que es un tema serio.

Y luego estaba Samuel, que caminaba despreocupadamente con sus manos en los bolsillos del pantalón y un chicle en la boca mientras intentaba memorizar el mini discurso que debía pronunciar al día siguiente frente a toda su clase. Pese a ser un tanto malhumorado, no le gustaba estar solo, menos cuando se trataba de sus hermanos, así que no me extrañaba que sólo estuviese allí por seguir a sus mayores, y de paso ir a recibir mimos de JungKook, pues apenas lo vio, corrió a él para abrazarlo y recibió una sonrisa por parte de su padre, que al final terminó cargándolo para acariciar mejor su cabeza.

-¿Qué ocurre?-pregunté, viendo a mis hijos mayores rodear la mesa hasta pararse a mi lado.

-Mírenlo con sus propios ojos.

Gaia me extendió su tablet, y JungKook se agachó ligeramente para leer sobre mi hombro lo mismo que yo.

Estaba segura de que estaba colorada de la vergüenza, pero también estaba muy molesta.

El apartamento de JungKook y JiMin quedó como nuestro nido de amor para cuando quisiéramos darnos alguna escapada y pasar buen tiempo a solas, lo mismo que con nuestra isla, sólo que habían ocasiones en las que no daba tiempo a ir hasta allá.

El punto es que alguien había tomado una foto desde el edificio de enfrente, y de primera plana en esa foto a través de aquellos ventanales estábamos muy a la vista JungKook y yo haciendo el amor, y el artículo bajo esa foto sólo nos exponía, haciéndome quedar como una infiel rompe familias que, y cito: "por la emoción de la tentación y lo prohibido, no pensó en las consecuencias que ello podría traer a sus hijos".

-Bueno, al menos pusieron una foto decente y no en una posición tan explícita. Tenían una muy buena cámara para captarnos de tan lejos y con tanta calidad-murmuré, y no pude evitar reír al recibir las miradas de reproche de mi esposo e hijos, a excepción de Samuel, que no entendía nada de lo que estaba pasando.

-Han pasado siete años-MinKi se cruzó de brazos-. Entendimos por qué Gaia y yo tuvimos que seguirles el teatro de que el tío Tim es nuestro padre adoptivo, pero que Samuel también tenga que pasar por lo mismo ya es demasiado. Siete años ¿No creen que ya va siendo hora de que se casen de una vez y acaben con todo este teatro? Sabemos que Gaia y yo podemos quedar bajo tu completa custodia, ma, y con ello adquirir tus apellidos y los de tu esposo, es decir, papá. Por otro lado está Samuel ¿Qué más da si la gente piensa que fuiste infiel o no? La cosa es que no podemos seguir en esta situación.

-¡Ay!-casi chilló JungKook, fingiendo limpiarse una lágrima-. Hablas tan bien y tan maduro ¡Me siento muy orgulloso!

MinKi rodó los ojos, y Gaia río, acercándose a mí para sentarse en mis muslos.

-KiKi tiene razón, ma. Ya ha pasado más del tiempo suficiente para que tengas la ley de tu lado y puedas por fin estar tranquila con papá, y con ustedes, nosotros también. Cada vez es más complicado decir mentiras respecto a nuestra familia.

Mirando a JungKook, ambos compartimos una media sonrisa apenada.

-¿Qué tan loco sería decirles que no nos dimos cuenta de que han pasado tantos años y ni siquiera nos hemos casado?

Nuestros hijos mayores se echaron a reír a carcajada suelta y negaron a la par.

Tanto tiempo juntos los había hecho actuar en sincronía pese a sus diferentes personalidades.

-Mejor busquen una manera para resolver el problema-señaló nuestro niño mayor.

Gaia volvió a estar de pie a un lado de su hermano mayor, y yo me levanté de la silla de mi escritorio, y fui seguida por mi esposo e hijos hasta el sofá, donde ahora Samuel quiso pasarse a mi regazo, y MinKi y Gaia estaban sentados en cada muslo de JungKook.

Éramos una familia, y al tener un problema, como familia debíamos solucionarlo.

-¿Qué es lo que pasa?-pregunta Samuel, con su manita en mi ahora pelirrojo cabello.

-Una persona muy chismosa e imprudente reveló un secreto de mami y papi, y eso puede traernos problemas-mi adorado hombre terminó su explicación con un tierno puchero.

-¡Eso no es justo!-chilló el menor de los cinco-¿Esa persona no tiene secretos también?¡Hay que buscarle problemas también!

-Uh, no me gusta ese lado tan vengativo tuyo, mi pequeño saltamontes, pero admito que es una idea estupenda en este momento-el bombillo de las ideas se encendió en mi cabeza y volteé a ver a mi novio e hijos mayores-. Busquen el nombre del o la periodista que redactó el artículo. Moveré contactos para tener información jugosa de esa persona y hacerle pagar con la misma moneda.

-Pero-Gaia tenía su ceño fruncido-...¿no es más fácil simplemente hacer un comunicado de prensa explicando todo y luego pedir el divorcio y casarte con papá y entonces cambiar nuestros apellidos?

-Claro que es más fácil, cariño-volví a estar de pie, levantando a Samuel conmigo, y le envié una cómplice y pícara mirada a mi hombre.

JungKook entendió mis intenciones, y me devolvió la sonrisa ladina.

-Lo que pasa es que...¿por qué no aprovechar la oportunidad para divertirnos un poco?

⚞Tʜᴇ Bᴏᴅʏɢᴜᴀʀᴅ⚟  ༐ Jᴇᴏɴ JᴜɴɢKᴏᴏᴋ ༐ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora