⟣ᴅɪᴇᴄɪsᴇ́ɪs⟢

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Sᴀʀᴀʜ

Esa mañana, con los rayos de Sol en mi cara gracias a mi ventana abierta con las cortinas ondeando por el aire, abrí mis ojos y con mis puños quité mis lagañas a la par que una enorme sonrisa se dibujaba en mis labios.

Había dormido de maravilla en los brazos de mi hombre, y aunque no había despertado a su lado, el recuerdo de lo que había acontecido la noche pasada me reconfortaba.

Estaba en mi cama, arropada con mi edredón y con mi pijama, y perfectamente sabía que no había sido yo quien se había encargado de ello, lo que me hacía sonreír más.

Me senté sobre el colchón, y eché un vistazo a mi alrededor. Todo estaba limpio. Perfectamente ordenado. Hasta el butacón donde me había lanzado sobre Jeon en un primer instante estaba de vuelta en su lugar, en el ángulo adyacente de la punta final de mi cama y la pared.

Inevitablemente solté una risilla. Mi chico se había esforzado en recogerlo todo para hacerme ver como si nada hubiese pasado, cuando el único engañado fue él.

Él quiso creer que estaba borracha cuando el efecto del alcohol en mi sistema era mínimo.

Al parecer escuchó mi risa, y la puerta fue abierta con lentitud y se adentró en mi cuarto con su usual cara de culo.

-Buenos....

Pero por supuesto que no lo había dejado hablar. A la velocidad de la luz me puse de pie sobre el colchón y, teniéndolo cerca, me abracé a su cuello y me colgué de su cintura, besando su cabeza una y otra vez.

-¡JungKookie!

-Señorita Cain...

Rodé los ojos ante esa sola frase.

-Y ya volvimos con la misma cantaleta-haciendo fuerza y sabiendo que él no pondría resistencia, nos impulsé hasta que caímos en la cama, él apoyándose de sus brazos para estar lo más alejado de mi cara posible-¿Qué talla de estúpido estás usando hoy como para pretender ignorarme luego de la noche intensa de ayer?

Lo ví tragar saliva, no sabiendo dónde plantar la mirada; si en mis ojos, mis senos, mis labios, mi pelo, y así, haciéndolo ver como un conejito asustado.

-No sé de qué me habla, Señ...

-¡Por favooor!-reí-. Te dije que no estaba borracha anoche. Lo recuerdo todo perfectamente-mi sonrisa se burlaba de su sonrojo, el cual fue en aumento cuando puse mi mano izquierda entre ambos y a un costado de la unión de nuestrad cadenas, enseñándole el anillo en mi dedo índice-. Además, si pensaste que no me daría cuenta, estabas muy equivocado, igual que cuando decidiste ponerlo en el dedo erróneo.

Bajo su atenta mirada, con mi otra mano saqué el anillo y lo coloqué en mi dedo anular, donde quedó casi a la mitad de dedo.

-Esto me lo tomo como una propuesta, que la acepto encantada, así que ya puedo irle pidiendo a Leiah que organice la boda.

Al final, terminó rindiéndose ante la risa y se dejó caer por completo sobre mí, ocultando el rostro en mi cuello.

-No sabía lo que estaba haciendo cuando te compré ese anillo.

-¡Oh! Sí que lo sabías-pellizqué su mejilla, volviendo a hacerlo reír-. Tus deseos de casarte conmigo pudieron más que tu terquedad y por eso compraste el anillo.

-Yo sólo quería comprarte una joya bonita como la que tú me regalaste.

-Shh. Que fue para proponerme matrimonio, dije.

Su carcajada fue la hermosa melodía que me impulsó a alzar su barbilla lo justo para robarle un beso que, luego de unos segundos muy cortos, correspondió.

⚞Tʜᴇ Bᴏᴅʏɢᴜᴀʀᴅ⚟  ༐ Jᴇᴏɴ JᴜɴɢKᴏᴏᴋ ༐ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora