-¡Oh, por todos los cielos!¡Estoy al borde de un orgasmo!
-¡Oye! Cuida esa boca, que hay niños presentes.
Luché por contener mis risas, pero lo logré, y simplemente eché mi cabeza hacia otro lado para disimular mejor.
Mi vista estaba plenamente recuperada, y ya había vuelto al trabajo una semana atrás a aquel día, que era mi cumpleaños, precisamente, y por ello Sarah me había obligado prácticamente a tomarme el día libre y hacer junto con JiMin algo de mi agrado, prometiendo quedarse en la casa con los custodios.
Afortunadamente no pasó nada, y el día de mi cumpleaños pude relajarme y disfrutar de salir con mi amigo como desde hacía un tiempo no hacía.
La cosa es, que le comenté a JiMin que quería cortarme un poco el cabello...pero terminamos con un cambio de look casi radical...y aunque no me había quejado mucho, a ello mi amigo también me obligó.
En aquel ahora era pelinegro, con un corte relativamente bajo dividido y varios mechones peinados hacia atrás, aunque me gustaba dejar un par sobre mi frente. También había sido convencido de abrirme en mi ceja derecha el piercing que tanto llevaba deseando desde adolescente, y planeaba abrirme uno en el labio también, pero luego recordé que Sarah es una salvaje y acabaría arráncandome dicho piercing de una sola mordida de esas de las que le gusta darme, así que me retracté.
Y sí. Había pensado en ello incluso si para aquel entonces seguía en mis planes seguir aplicando aquella puta ley de hielo.
En fin, que era dicho cambio el que Sarah estaba...digamos adulando.
-¡Es que no puedo callarme!¡Sólo míralo!-correteó en mi dirección, llevando sus manos a mis mejillas para "observarme mejor"-. Este hombre no puede ser real. Tiene que haber salido de uno de mis libros eróticos. No puede ser posible que sea natural ser así de apoteósico.
En lo que mi chica seguía sin poder creerse mi presencia, los demás, incluyendo a los niños, estaban muertos de la risa con sus dichos...aunque los infantes de seguro sólo reían viendo a su tía actuar exageradamente.
A pesar de ser media noche y haber vuelto JiMin y yo hacía poco, estábamos todos los habitantes de la casa reunidos en la sala, y a regañadientes había accedido a que me cantaran la canción del feliz cumpleaños y encendieran las velas de un cake que habían preparado entre Timothy, Leiah y los niños.
No podía sonreír cómodamente por mucho que quisiera, y eso se debía a que mi lado más tozudo se empeñaba en cumplir bien mi papel de escolta, pero al menos ellos no se quejaron. De hecho, se burlaron de ello en mi cara.
La repartición del pastel continuaba en lo que yo me apartaba y hacía una videollamada con mis padres en mi cuarto. Estuve intentando calmar el llanto de mi padre (porque claramente estaba triste por pasar otro cumpleaños conmigo lejos, cosa que para mí es entendible teniendo en cuenta que yo también los extraño mucho), y riéndome a carcajada suelta del intento de mi madre de cantarme su canción especial de cumpleaños mientras le daba golpes (que sé que no eran precisamente suaves) en la nuca a mi padre mientras le decía entre dientes "deja de ser un ridículo y cántale al niño". También me halagaron por mi nuevo look, diciendo que de seguro tendría a "todas esas occidentales planas" babeando por mí.
Por el momento ellos aún no sabían ni quién era mi protegida, ni el vínculo que teníamos, porque no hubiesen dicho aquello de ser así.
Porque Sarah no entra en esa lista de occidentales planas, en lo absoluto.
Luego de mandarlos a dormir, colgué la llamada, y me senté en mi camá, sobresaltándome un poco al notar la figura de una tímida Sarah de pie en el marco de mi puerta.
ESTÁS LEYENDO
⚞Tʜᴇ Bᴏᴅʏɢᴜᴀʀᴅ⚟ ༐ Jᴇᴏɴ JᴜɴɢKᴏᴏᴋ ༐ ✓
Fanfic-¡J!¡U!¡N!¡G!¡K!¡O!¡O!¡K! ¡JungKook, JungKook! -Señorita Cain, deje de hacer porras hacia mi persona sin motivo aparente. Concéntrese en su trabajo. -Es que no puedo concentrarme cuando tengo un escolta tan lindo y caliente ¡Compréndeme, JungKook! E...