One-shots y Headcanons de Slashers

.Vincent Sinclair- OneShot.

.PIGMALIÓN Y GALATEA.

//Bella musa, espero estés teniendo un día o una noche maravillosa, ha llegado a mí la inspiración y he de confesarte que no existen más advertencias para esta historia que las ya conocidas: Violencia, asesinato y un ligero acoso, sin más espero lo disfrutes, no olvides que te aprecio mucho <3. la imagen que ves es Pigmalión y Galatea, de Jean-Léon Gérôme

6518 palabras.//

"Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta."

Sam Keen.

Un lápiz se movía vacilante sobre una hoja de papel, las manos grandes pero suaves del artista estaban sudorosas y el instrumento que estaba usando como forma de expresar sus pensamientos en el papel se resbalaba de sus dedos que no tenían un fuerte agarre, aquella mano frena para ver su proceso y llama a su compañera para arrugar el papel, lo que había sido plasmado en el papel a ojos de ese artista estaba mal, imperfecto a su ojo, las líneas no tenían fluidez, y la forma estaba desequilibrada.

Un suspiro resonó fuertemente de su boca, misma que no tenia nada que la cubriese, a veces se daba el lujo de estar sin mascara en su taller, su lugar seguro. Nadie entraba a molestarle nunca, así que esa libertad que sentía luego la plasmaba en su arte, mismo que era criticado por muchos de los que venían a Ambrose a "admirarlo" si pudiéramos llamarlo se esa manera, no le gustaba cuando las personas hablaban de una manera tan atroz de su arte, él sabe que las opiniones pueden variar, pero cuando se trata de su arte todo el mundo parece estar de acuerdo.

Es horrible.

Esa es la descripción que da casi todo el mundo, sin embargo hoy estaba intentando que esas palabras cambiarán, quería algo hermoso, algo que plasmado en el papel fuese digno de ser moldeado en su material favorito para esculpir; la cera, le parecía a diferencia de la cerámica o hierro particularmente fácil de utilizar. Lastimosamente nada de lo que su torpe mano hacia le gustaba, la papelera estaba llena de bocetos rechazados, y eran muchos ya que a cada papel daba dos oportunidades de convertirse en la cosa más perfecta que jamás halla creado antes, lanzo aquel papel y este callo al piso como sus hermanos que no hacía mucho habían sido considerados, una posibilidad de ser la perfección que buscaba este artista.

Su mente era un completo caos, estaba intentando plasmar en papel lo perfecto, sin siquiera tener una idea de lo perfecto, ¿Qué es lo más perfecto para él? Sin duda alguna es la figura humana, pero cual, de las dos, la masculina representa fuerza, belleza innata y al ver a su gemelo o a su hermano menor, pensaba que la figura masculina era perfecta. Pero una vuelta al espejo y podía ver como un estallido de fealdad en su rostro además de otros complejos con su cuerpo, imperfecto, por eso veía a la figura masculina como perfecta, pero no lo más perfecto. Ahora bien la figura femenina podría decir que era lo más perfecto, cada turista femenina era hermosa, no tenían ninguna clase de defecto que arreglar antes de volverlas esculturas de cera.

¿Cómo era la mujer perfecta entonces? Otra duda venia a su mente y con eso otro papel era arrugado, no podía más, el hecho de que no pudiera hacer ni un solo boceto que lo satisficiera, lo tenía irritable, la inspiración se había ido de vacaciones y eso le molestaba. Lo único hermoso en su vida, su arte, se había ido de su mente, y sus manos no le ayudaban a darle una imagen clara. Poniéndose de esa manera la máscara sale de aquel taller de arte que por ahora carecía de la vida que normalmente reflejaba, ve el reloj y era justo la hora de la cena, misma que era su turno de hacer.

Es por ello que arremanga su suéter, mostrando unos antebrazos fuertes con algunas venas sobresalientes, de su delantal de artista saca una liga para el cabello y alzando sus brazos mostrando un gran pecho, al manipular su larga cabellera negra hacía que sus músculos se contrajeran, hecha una cola de caballo se despojo de su delantal azul inicial y tomo el blanco, esperaba que esta falta de inspiración no afectara su cocina, pues de ser así, tendría a un muy amargado gemelo que se estaría quejando de su comida durante toda la semana.