14.

7 5 1
                                    


*NOTITA IMPORTANTE*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*NOTITA IMPORTANTE*

¡Hola! antes de que lean este capítulo debo de advertir que contiene escenas violetas, temas sensibles y controversiales. 

Darren asiente.

—Me gusta trotar— bromea—. Entonces no más muestras de cariño publicas ni bromas con bebés.

Se que lo primero no le agrada, si por Darren fuese andaría pidiendo abrazos las veinticuatro horas del día.

—Por el momento, hasta consolidar más lo nuestro.

—Está bien...— una sonrisa malévola se extiende en su adorable cara.

—¿Qué tramas?

—Nada, nada.

Se va a su asiento y continúa comiendo su pizza llena de carbohidratos y grasas, miro mi ensalada no tengo nada que envidiarle.

Charlamos más hasta que tocaron la puerta y fue a ver quién era, de eso ya han pasado más de cinco minutos.

Me estiro y cojo una rebanada de pizza.

—Una mordida— lo pienso mejor—, dos. Solo dos.

No estamos sábado así no puedo comer todo lo que quiero.

Darren vuelve algo serio.

—¿Todo bien?

—Sí... no, era Alicia.

—Tienes mala cara— me pongo en alerta y dejo la pizza de lado para girame por completo en la silla.

—¿Sí?

Cojo su hombro y le doy un apretón.

—Sí.

Me da curiosidad saber que ha pasado en ese lapso de tiempo, pero no quiero preguntar. No quiero cruzar esa línea de confianza.

—Su tío tiene cáncer y hoy lo acaban de desahuciar. Lo conocí, es buena gente.

—Oh, es muy triste, Alicia debe de estar sentida.

—Sí, ella lo ama.

—¿Iras con ella?

Él me mira y asiente

—Aún es mi amiga.

—Sí, lo sé, ella también estuvo a tu lado apoyándote cuando paso el accidente de tus padres.

En ese momento me callo abruptamente. Metí la pata.

Quedamos un rato más en silencio.

—¿Necesitas un momento a solas? — sin tener su respuesta me pongo de pie y hago el amago de ir a la sala.

—No, está bien así.

Claro, Darren no afronta los malos momentos como yo. Lo abrazo y dejo que apoye su cabeza en mi hombro.

Lo que cuesta decir Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora