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Lo que me costó no besarla

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Lo que me costó no besarla.

Miro su auto hasta que desaparece por el portón, como si así pudiese asegurarla. Suspiro mientras paso mis manos por mi rostro. Me espera un gran problema ahora, pero lo volvería a hacer gustoso si vuelvo a verlo.

Inhalo hondo mientras miro al cielo. Muevo los hombros, el cuello, estiro los brazos, trato de relajar mi cuerpo y eliminar está horrible tensión producida por el estrés.

Empiezo a caminar hacia la oficina de Franco, algunas personas no son disimuladas al mirarme confirmándome el hecho de que la noticia ya se corrió y que probablemente debería de acelerar el paso antes de que Josh me quiera interrogar.

Detesto sentirme como un brabucón, pero ¿cómo se le ocurre agarrar a Jeana así? Tremendo idiota. No me arrepiento de nada. ¿Quiere denunciarme? Lo reto, reverendo imbécil y lo que me enoja más es que él ya ha venido acá antes ¿ha hecho lo mismo? ¿la ha agredido? ¿Jeana pidió ayuda?

Me enoja la impotencia que siento cada que pienso en eso.

Cuando Jeana me confió su historia me dije que solo me quedaba apoyarla porque las cosas ya estaban hechas desde hace buen tiempo, pero ahora es diferente, pude hacer algo, pude hacer más que consolarla en un abrazo mientras llora.

Toco la puerta de Franco y sin molestarme a que conteste ingreso.

—Siéntate, Darren.

Está de brazos cruzados, sentado en el filo de su escritorio.

—Lo siento, pero...

—No quiero justificaciones porque ya las sé. La noticia se ha corrido y es cuestión de tiempo para que Josh venga a reclamarte por pegarle a su futuro conductor...

—¿Lo iban a escoger a él? — lo interrumpo, haciendo que parezca más fastidiado.

Lo entiendo, aunque no tenga que responder legalmente por mí, sé que le incomoda que su gente manche su imagen con este tipo de escándalos.

—No lo iba a permitir, hay candidatos con mejores perfile que el de Jefferson. A lo que voy Darren, y ya no me interrumpas, Josh va a querer que te sancione, que pagues con algo.

Asiento.

—Está bien. Soy responsable de mis actos.

—No quiero hacerlo.

Eso me toma por sorpresa, en serio.

—¿Por qué?

Descruza sus brazos y los coloca a sus lados.

—Porque yo también estoy furioso con Jefferson. Si no eras tú, muy probablemente, sería Jeana quien lo golpeara, esto va a sonar poco profesional, pero incluso yo podría haberlo...

Es interrumpido por la brusca entrada de Josh, quien mira molesto a Franco mientras se posiciona a su lado y luego me mira a mí.

—¿No te sabes comportar acaso? ¿eres un maldito animal o qué?

Lo que cuesta decir Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora