16. Cena

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16 de Setiembre 

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16 de Setiembre 

Le he hablado a mi psicóloga sobre Darren, no fue mi intención, pero una vez empecé ya no pude parar.

Creo que él y Alicia han discutido porque ya no ha ido al hospital, al menos no por petición de ella. También he acompañado a Darren a comprar más pintura para su casa y la mía, me ha animado a darle un tono más alegre a las paredes de mi hogar.

Me quito los auriculares y salgo de la corredora. Listo. He finalizado mi rutina.

Salgo del gimnasio a las seis, calculo, mientras me ducho y visto serán las siete y media, recojo a Darren y a las ocho estaremos en la casa de nana Ali.

Contesto el último mensaje de Darren y me meto a la ducha. Por texto parece que soy algo seca por lo que le pongo emojis a todo, Darren no parece notarlo, así que todo bien.

Opto por ponerme un vestido recto y suelto que me llega hasta la mitad del muslo, de color negro con flores rosadas, sin mangas y sin escote, junto con unas sandalias negras. Sencillo y casual.

Me lo regalo mi abuela hace un año y aunque no es mi estilo, razón principal por la que recién lo uso, me queda bien.

Le mando un mensaje a Darren apurándolo, informándole que ya voy yendo. Su auto no se ha vuelto a descomponer, pero tampoco es que me queje por pasar más tiempo con él a solas. Igual me sirve para advertirle de ciertas cositas que pueden suceder durante la cena.

No me molesto en tocar el claxon porque él ya está afuera esperándome. Se sube y me da un beso de saludo.

—Te ves guapa.

Lo observo, se ve guapo. Lleva un pantalón caqui, camisa azul marino con los dos primeros botones desabrochados y zapatos de vestir que van entre el caqui y marrón. No se vistió así para nuestra primera cita, ni para conocer a mi abuela, es claro que quiere lucirse con mis padres.

—Y tú como una gomita.

Él frunce el ceño divertido, no entendiendo la referencia.

—Me fascinan las gomitas—explico y me gano un besito de su parte.

—¿Podemos pasar por una florería primero? ¿Las rosas están bien para tu mamá o prefiere tulipanes?

No me siento cómoda con la idea de que Darren tenga que regalarle algo a mi mamá. Entiendo que él quiera ser un caballero detallista y amable, pero no necesita impresionarla con flores. No tiene porqué demostrarle algo porque no me importa si le cae bien o no. Es mi novio y no necesito su aprobación.

Respiro hondo. Estoy comportándome como cuando era chiquilla de nuevo por cuentos que me invento sola en mi cabeza. Necesito calmar mi ánimo o iré a la defensiva, Lorena y yo chocaremos y habrá un espectáculo que no quiero que Darren vea.

Él chasquea su lengua sacándome de mi burbuja.

—De acuerdo, noto que no estas a gusto con esto.

—La verdad es que no.

Lo que cuesta decir Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora