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— Me gustas mucho, me enloqueces, me encantas, me descontrolas, me vuelves loco.
Rio suavemente.
— Claro, échame la culpa a mí de tu locura.
— Te quiero mucho— declara.
Sonrío, es la primera vez que lo dice.
....
— Lo siento.
— Como digas— respondo seca mientras doblo la ropa.
— Te amo mucho, solo tenía miedo...miedo a perderte. Mierda. Sabes que yo tengo este miedo de que me sean infiel—se justifica.
— Que alguna ex lo haya hecho no significa que yo también lo haga. Te dije que abrieras la puerta para poder conversar como gente civilizada, pero yo hablé con la nada por qué tal parece que tú no me escuchaste.
— Pensé que te irías con él...— dice arrepentido.
— ¿Crees que echaría al wáter nuestro año y medio juntos? —estaba indignada— pensé que me conocías mejor.
— Lo siento... déjame compensártelo —se acerca y me extiende su mano. No le doy la mía. —Por favor...— suplica y cedo, porque incluso enojada lo amo.
Me guía por la casa hasta el primer piso en donde hay una caja rosada con listón fucsia.
—Ábrelo. Es tuya.
Me acerco curiosa, pero dejo de hacerlo al notar que la caja se mueve.
— ¿Que hay dentro?
— Tu regalo.
Desato el listón y levanto la tapa en donde veo que hay pequeños orificios.
— Es un perrito...
Su pelaje es como el de una oveja y fácilmente cabe en mis manos.
— Una perrita, una poodle toy—sonríe por que con ese regalo ya obtuvo su perdón y lo sabe. Siempre quise tener un perrito, pero en casa nunca me dejaron y cuando me independicé solo me alcanzaba para mí.
— Es hermosa.
— ¿Como la llamarás?
— Se llamará Sisi.
15 de Agosto del 2015.
Gritan mi nombre y giro encontrando a Franco, productor de Titanes, trotando hacia mí.
