Capítulo 1: Reconectando

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- Julian 2 -

Teníamos unos días ya en la concentración con todo el equipo, había pasado el amistoso contra Emiratos Árabes. El partido sirvió para entrar en confianza. Por suerte Scaloni me puso de titular, aunque luego metió el cambio. Tuve la suerte de hacer uno de los cinco goles al minuto 17, la verdad creo que pude haber metido más si no hubiera salido, pero bueno, Lionel es el técnico, él sabe lo que hace.

El partido estuvo tranquilo fue un baile, me puse contento por Enzo que sumo unos minutos entrando de suplente, pero lo hizo bien, se conectó demasiado bien con el equipo y eso que no jugó demasiado con nosotros. Todavía me da escalofríos recordar lo que hizo cuando me vio por primera vez en meses...

Yo había llegado al predio donde concentrábamos y él estaba ahí, esperándome detrás de Scaloni y de Aimar. En el momento que estuve lo suficientemente cerca como para distinguir como sus ojos se hacían chinitos junto con esa sonrisa que había puesto, fue cuando él corrió a mí encuentro, me dió un fuerte abrazo, las maletas se me habían caído al piso por el contacto. "Juli, te extrañé" pronunció Enzo que tras unos segundos de un estrangulante abrazo me liberó. Gente del staff de AFA se acercó para ayudarme con mis cosas, pero Enzo fue quién agarró mis valijas y las llevo directamente hasta nuestro cuarto. Si jaja el muy desgraciado ya le había declarado a la organización del equipo que él y yo íbamos a estar juntos. Recuerdo la mueca de satisfacción que hice al escucharle decir "vení, vamos a nuestra pieza"

La primera noche con él nos la habíamos pasado riendo y recordando viejas anécdotas de cuando estábamos en River. Yo amé cada minuto de esa charla, se sentía como los viejos tiempos, como antes de que él se alejara de mí, antes de que ignorase mis WhatsApps, antes de aquél accidente que casi termina con toda nuestra amistad. Me sentía tan aliviado de que Enzo hacía como si nada hubiera pasado. No tuve que dar más explicaciones y no tuve que dar la cara de nuevo por mis acciones de aquél puto día. Por fin estaba todo como antes. Estábamos a punto de comenzar nuestro primer mundial y queríamos dar lo mejor de nosotros, pero tal y como Messi nos había dicho, teníamos que disfrútalo al máximo. Creo que Enzo y yo definitivamente íbamos a disfrutar mucho de esta copa...

Ahora estábamos a 3 días del debut de la selección contra Arabia Saudita. Los nervios se podían sentir cada vez más para aquellos que éramos los más jóvenes del plantel. Personalmente no estaba con miedo o algo así, pero si tenía una banda de ansiedad, << Que baile se van a comer los Árabes >> pensé con una sonrisa en la cara mientras terminábamos el entrenamiento. A lo mejor Scaloni meta el cambio por mi en el segundo tiempo. No creo que yo vaya de titular con lo bien que se ve Lautaro en los entrenamientos, en fin, que yo debo estar en mí mejor momento para cuando me toque aportar.

Caminaba de regreso al vestuario con una botellita de agua en mis manos, el calor estaba potente. Tenía que bañarme y quería ser el primero en ir a las duchas, todavía me da vergüenza que me vean todos sacarme la ropa. Creo que nunca voy a superarlo, pero bueno, soy fútbolista, no queda de otra. El entrenamiento de hoy había sido bastante intenso, estaba ya con ganas de tirarme a descansar en mí camita.

- ¡¡Juli!! - escuché detrás mío que alguien gritó. Me di la vuelta mientras continuaba mí caminata, vi a Enzo en esos sexy shorts de entrenamiento venir hacia mí en trote, <<Que bendición>> pensé mientras mordía mí labio. El bulto de Enzo se movía para todos lados a medida que se acercaba más a mí.

- ¿Que pasa che? - dije yo cuando estuvo a mí lado.

- Nada, es que te vi salir rápido y me pregunté si estabas bien. Scaloni te dijo algo? - Ay que hombre más atento por dios, esta faceta protectora de Enzo es lo que más me atraía de él. La sonrisa de Enzo enamoraría a cualquiera, pero para mí esa carita seria que ponía me hacía mojar mis bóxers.

La Picadura (Enzulian) [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora