- Julián 12 -
Enzo se pasó. Cómo podía ser de boludo este pibe que va y acepta de nuevo a la loca de Valentina??? O sea, se pelearon, según tengo entendido, pero por lo que veo no fue para tanto la pelea porque si no Enzo no la hubiera besado. Entiendo la parte de estar caliente y estar lejos de tu flia, esa mierda te afecta. Yo no era ejemplo de resistencia a esas cosas, anoche la había pasado bomba cogiendo de nuevo con Lautaro, no tenía cara para opinar por ser débil ante el deseo y las ganas, pero a mí Lautaro no me había dicho cosas malas. Enzo es un enigma, como siempre lo había sido lo conozco como nadie en el mundo y aún así me desconcierta sus actitudes.
Durante el viaje de vuelta era una fiesta el colectivo de la delegación, Enzo parado en el asiento cantando los temas de la Scaloneta, todos estaban eufórico, acabábamos de clasificar a Cuartos de final, era increíble lo que nos había pasado pero yo no podía dejar de pensar en Valentina y el beso que Enzo le dió.
Pensé que era fuerte, que podía olvidar mis sentimientos por Enzo, pero evidentemente soy débil, Enzo Fernández era mí debilidad. No podía evitarlo, era como una bendición y al mismo tiempo una tortura.
Estaba triste, no tan solo porque Enzo se la había comido delante de mí, sino también, porque habiendo hecho eso Enzo había matado aquella versión de mi a la que no le afectaba lo que hacía Enzo Fernández. Aquella versión perra de Julián estaba enterrada en el subsuelo, todo por un puto beso.
La mentira que me había esforzado en construir durante días en mí cabeza se había destruido, había sido tan débil que un simple beso la había desmoronado. Eso era lo que no me gustaba.Llegamos al predio y fuimos recibidos con aplausos, cosa qué ya era costumbre luego de cada partido, pero está vez había más gente, todo el staff que trabajaba para la selección Argentina estaba ahí aplaudiendo. Se me fue el enojo cuando vi a tanta gente felicitándome a mí por mí gol. Yo estaba feliz, solo el fútbol era inmune a las cosas que hacía el moreno.
Comimos como duques esa noche, yo estaba a punto de morir de hambre pero la cena estuvo deliciosa.
En la mesa me había sentado al lado de Armani y de Otamendi, lo había hecho a propósito para evitar que cualquiera de mis dos gallos se me arrimen. Yo quería comer tranquilo, pero eso no pudo ser, Enzo se sentó del lado del frente del gran mesón cuadrado y Lautaro se sentó a su lado <<Es joda?>> Pensé en mis adentros. No era posible que justo hoy que no quería verlos en la cena se iban y se sentaban frente mío los dos. Encima juntos. Jamás se habían sentado juntos, nunca, si no fuera por la euforia del momento creo que hasta se hubieran gruñido toda la cena.
Los dos pasaron la cena mirándome de forma poco disimulada algo que causaba la risa de Otamendi y Armani. Yo me sentía mal por el como se reían mis compañeros, tenía la sospecha de que ya sabían lo mío. Le había hecho jurar a Lautaro que no diga absolutamente nada. Y que decir de Enzo el sabía más que nadie que lo que había pasado con nosotros dos no lo podía saber nadie. Estaba muy agobiado con toda la situación.
- Che Juli, tranquilo hermano, relajate un poco, te veo muy tenso - habló el Dibu minutos después de terminar de cenar. Apretó mis trapecios intentando masajear la zona supongo, pero solo me causó un poco de dolor. Yo me salí de su agarre, notablemente incómodo.
- ¡Auch! - dije molesto. Creo que lo había dicho demasiado fuerte porque algunos voltearon a vernos. Obviamente que Enzo y Lautaro clavaron la mirada en mí. Enzo se veía preocupado, a diferencia de Lautaro que solo miraba con curiosidad - Me hiciste doler - dije yo para que la gente se relaje. El dibu se disculpó.
- ¿Viste como se puso de loco Lautaro amigo? - hablo de nuevo Emiliano. Yo me quedé callado sin saber que decir. Era evidente, ya todos lo sabían. Dudo que Messi lo haya contado, Leo no era así, los únicos que podrían haber sido eran Lautaro o Enzo. Tenía que hablar con los dos y aclarar las cosas.
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La Picadura (Enzulian) [1]
FanficDonde Julián y Enzo se reencuentran en el mundial de Qatar después de una separación bastante incómoda. "La araña que pica le decían... Y si que picaba rico, pensaba Enzo"