Alpha line -Kookgi-

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En las oscuras calles de Seúl, dónde cada fin de semana, una gran cantidad de motociclistas andan a toda velocidad en una carrera, sin limites ni reglas.

Uno de ellos es el primero en completar el circuito, siendo elogiado por las personas que ya sabían que ganaría, era el mejor motociclista de todos, mientras los demás participantes llegaban molestos y frustrados.

- No puede ser, Min, por favor, déjanos ganar tan solo una vez - dijo a modo de súplica.

- ¿Porque debería de hacerlo? - respondió quitándose el casco -. Es divertido ver sus caras de decepción al verme llegar a la meta - sonrió.

Él es Min Yoongi, un joven Alfa de veinticuatro años, aficionado a las carreras de motos clandestinas, al alcohol y noches alocadas con Omegas bonitos.

- No seas así.

- Cómo sea, me debes los tragos que prometiste.

- Bien - bufó molesto el otro Alfa.

Abordaron de nuevo en sus motocicletas y emprendieron camino hacia el club favorito del Alfa.

Al llegar, aparcaron las motos, fueron recibidos con intensas miradas, era de esperarse, iban en un grupo grande, Yoongi pareciendo el líder, además de su vestimenta oscura y estropeada, haciéndolo lucir como alguien problemático.

Llegaron a la barra, Yoongi siendo el primero en pedir un trago, siguiéndole los demás Alfas.

- Oye Yoongi, no seas malo, mi billetera está algo seca está semana.

Lo miro intensamente por unos largos segundos, para luego girar la mirada y asentir -. Bien, es una apuesta pero, siendo así, nos abstendremos - suspiro -. Solo pidan un trago chicos, parece que Kwan no sobrevivirá está semana.

Los chicos parecían decepcionados, pero entendían, así que aceptaron y solo pidieron un solo trago.

Tras varios minutos, un Omega se acercó al joven Alfa, soltando por completo su aroma, sentándose a su lado.

- ¿No estaba ocupado, cierto?

- No, no lo estaba.

- ¿Tú eres Min Yoongi?

- Así es.

- He escuchado hablar mucho sobre ti, que eres muy bueno en carreras de motos, siempre sales ganador.

Sonrió -. Que puedo decir.

El Omega acercó su fina mano a los rubios cabellos alborotados del Alfa.

- Me gustaría saber, si el ganador es bueno en otra cosa a parte de las carreras de motos - murmuró mirando sus labios, para luego sonreír y alejar su mano.

- Te daré el gusto de averiguarlo.

[...]

- Yoongi, no creo que puedas manejar así.

- Déjame, yo... hip... puedo solo.

Tambaleante camino por la acera, hacia donde se encontraba estacionada la moto, el Alfa tras de él lo miraba preocupado.

Yoongi subió a su motocicleta, la encendió y comenzo a conducir, giro la moto, pero en su embriaguez, no se dio cuenta que había un auto estacionado, por lo que terminó chocando con el auto y por consiguiente, cayó al suelo.

El Alfa corrió a ayudarlo, repentinamente alguien se acercó.

- Mi auto, ¿Que carajos le hiciste?

- ¿Quién te crees para reclamarme asi?, ¿¡Eh!?

- Lo haz rayado.

- Y a mí que mierda me importa, mira como quedó mi moto.

El Alfa a su lado trato de llevárselo, pero Yoongi era terco, y no dejaría esta discusión a medias.

- ¿Cómo piensas enmendar esto?

- ¿Porque debería ser yo?, Tú fuiste el que dejó tu estúpido auto ahí.

Las cosas comenzaron a descontrolarse, los dos involucrados terminaron en una discusión muy fuerte, con gritos y golpes, el amigo de Yoongi trataba de alejarlo, pero de nuevo, Yoongi era terco.

La señora de la tienda, asustada llamo a la policía. Pocos minutos después llegó, uno de los oficiales termino siendo agredido, por lo que inmediatamente fueron llevados a la comisaría.

- Min Yoongi, puedes salir - después de una hora, por fin fue libre de nuevo, el oficial abrió la reja, dejándolo salir.

Yoongi salió con una enorme sonrisa, ese estúpido de mierda seguiría ahí dentro.

Al llegar a la oficina, sintió un poco de pánico, su madre se encontraba ahí, al verlo, se paró de su lugar, indicándole que se acerque.

- ¿Me puedes decir que ocurrió Yoongi? - preguntó, con una falsa y tétrica sonrisa.

- Mamá...

Repentinamente una Omega entro sin previo aviso a la oficina, alterada.

- Señor he venido aquí porque me acaban de informar que mi hijo se encuentra aquí.

- ¿Cuál es su nombre?

- Jeon Jungkook.

- Oh claro, él se encuentra aquí, ¿Viene por él?

- Si.

- Permítame decirle que tendrá que pagar una fianza primero.

Mientras la Omega hablaba con el oficial, su hijo fue sacado de los separos, para después llevarlo a la oficina.

- Hijo, ¿Cómo pudiste terminar aquí?, ¿Que fue lo que pasó?

- Señoras - carraspeo el oficial -. Sus hijos están aquí por alterar el orden público y agredir a un elemento de la policía, además, uno de ellos se encontraba en estado de ebriedad, conduciendo una moto.

Yoongi se encogió.

- Fue él quien comenzó todo esto - escupió molesto el otro Alfa.

- ¿Mi culpa?, Perdón pero fuiste tu quien dejó su estúpido auto estorbando.

- ¿Mi qué?

- ¡Ya por favor!, Una advertencia, los vuelvo a ver a ustedes dos por aquí, y ni con una fianza podrán a salir, ¿Me oyeron?

Ambos asintieron.

- Sobre todo tú - apunto a Yoongi.

Agradecieron y salieron de la comisaría, mientras sus madres se disculpaban una a la otra, ellos se miraban con desprecio.

- Espera, ¿Tú no eres Min Min Seok?

- Si, ¿Tú eres...?

- Soy Hana, estábamos en la misma clase en preparatoria.

- Claro, lo recuerdo, que sorpresa volver a encontrarnos de esta extraña manera.

- Si - sonrió -. Volver a encontrarnos en esta inconveniente situación.

Yoongi olvidó por completo su odio hacia el toro Alfa, solo esperaba que a su madre se le pasara el coraje con esa plática tan agradable que parecía tener.