Alpha line -Kookgi-

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Realmente el tiempo pasaba muy rápido, la pequeña ya había cumplido su primer mes de nacida.

También, Jungkook en ese mes había hecho todo lo posible, con acciones y palabras para que Yoongi captará lo que sentía, él Alfa por supuesto que lo hacía, y devolvía las intenciones con las mismas acciones, pero en parte parecía huir, corresponder los bellos gestos, pero al mismo tiempo, poner límite y distanciarse, algo demasiado confuso para Jungkook.

Jungkook realmente quería aclarar todo eso, así que lo decidió, lo haría está noche, ya que tenía que continuar con su horario de trabajo, aso que esperaría a salir para poder hablar con él.

Terminó de acomodar la corbata, luego, se acercó a la pequeña que dormía en la cuna, Yoongi se encontraba despierto, ya que la bebé recién se había dormido.

Jungkook la observó con gran atención y amor, después dejo un pequeño beso en su cabecita a modo de despedida.

— Nos vemos princesa, papá regresará pronto — susurró sonriendo.

Después se dirigió hacia Yoongi.

— Ya es hora de irme — se acercó de manera tímida, para luego dejar un rápido beso en los labios del otro, y salir apurado —. Te veo más tarde.

Yoongi completamente sonrojado y avergonzado, simplemente se quedó observando la puerta, sin saber cómo reaccionar.

No queriendo darle más vueltas al asunto, decidió recostarse de nuevo y volver a dormir ya que aún era muy temprano.

[…]

Suspiró, entre más tiempo pasaba, más nervioso se ponía.

En su oficina, tenía la foto de su pequeña, y a su lado, una foto de Yoongi, la cual le había tomado a escondidas, ya que sabía que al rubio no le gustaban mucho las fotos.

Todos los días, en cortos momentos observaba aquellas fotos, y no podía evitar sonreír contento, y sentir que su vida comenzaba a tener sentido.

Se asustó al escuchar la puerta ser abierta, rápidamente recupero la compostura e intento verse inexpresivo.

— Lo siento, pero llame varía aveces y no tenía respuesta, además de que esto es importante.

— Oh claro, no pasa nada, estaba distraído.

La Omega se acercó al escritorio, dejó los papeles y de nuevo se quedó quieta frente al escritorio, observando disimuladamente alrededor.

— Disculpe la pregunta pero, no sabía que usted… — murmuró, señalando la foto.

— Oh, es mi bebé, recién nació hace un mes — respondió con una gran sonrisa, una sonrisa que en sus años trabajando con él, la Omega nunca había visto —. Y él, es la madre de mi bebé, por decirlo así.

La Omega se quedó sin palabras, logrando solo balbucear un intento de respuesta.

— N-no lo sabía, p-pues felicidades Jefe. G-gracias por contestar mi pregunta, p-por favor, c-cuando termine de revisar esos documentos, llámeme — salió disparada de la oficina.

Jungkook no le dio importancia y siguió trabajando.

Pasaron las horas y finalmente llegó el final del turno, empacó sus cosas, salió del edificio despidiéndose de todos, subió a su auto, ansioso, pero nervioso, lo encendió y comenzó a conducir.

En pocos minutos llegó a casa, bajo del auto, abrió la puerta cuidadosamente, grande fue su sorpresa ver a Yoongi en la sala de estar, viendo tranquilamente la televisión.

— Ya llegué — murmuró.

— Oh, bienvenido, Eun Ji está durmiendo en su cuna, por si pensabas preguntar.

— Claro, lo entiendo — asintió.

Se sentó en un sofá, desabrochó un poco la corbata, al principio se sentía muy decidido, pero ahora, estaba pensando seriamente en si hacerlo.

Pero, tenía que hacerlo, si no, este asunto nunca se aclarará.

— Yoongi, ¿Puedo hablar de algo contigo?

— Claro — respondió, extrañamente ansioso.

— Tú… ¿Que piensas hacer después de esto?

— ¿Después…?

— Siendo sincero, es cierto que todo esto comenzó con solo un acuerdo, y que al principio a mí no me agradaba, pero ahora, es completamente diferente, yo… Yoongi, enserio yo haría cualquier cosa por ti y la bebé, cualquier cosa porque te quedarás a nuestro lado, porque, eres muy importante para mí.

— Jungkook… tú… ¿Estás seguro que no estás así desde el embarazo?

— ¿Qué?, No, Definitivamente.

— Me es completamente imposible creerlo, creer que tú estés hablando enserio.

— ¿A qué te refieres?

— Me refiero, ¿Cómo estás tan seguro que no cambiarás de idea en algún momento?, Que de un momento a otro ya no me querrás contigo, ¿Y que haré yo después?, Después de haberles tomado cariño, ¿Cómo se supone que seguiría con mi vida?, Sinceramente tengo miedo, tengo miedo de que ahora me estés diciendo esto, pero luego, me alejes de ti y de mi hija — bajó la mirada, sintiéndose extrañamente liberado, quizá de haber soltado todo lo que sentía.

Unos cálidos y reconfortantes brazos rodearon su cuerpo, haciendo que de manera extraña sintiera la necesidad de llorar, pero, se aguantaba.

— Si eso es lo que te preocupa, te puedo asegurar que no pasará, al contrario, me siento a morir cuando no estoy cerca de ti, no sé que hacer con esta enorme necesidad de estar a tu lado. Entonces… ¿Que opinas?, ¿Me das una oportunidad?

— Si cambias de opinión, te aseguro que te corto las bolas — amenazó.

Jungkook sonrió con miedo —. No te preocupes por eso, no pasará.

— Estás advertido.

Jungkook lo tomo delicadamente del mentón, se acercó hasta posar sus labios sobre los otros, comenzando un lento movimiento.

Se separó un poco, observando sus labios suaves y esponjosos, además de húmedos por el reciente beso, lamiendo los propios con deseo.

Justamente cuando intento acercarse para otro más, en la parte de arriba, el llanto de si hija se escuchó fuertemente, haciéndolos separarse de una vez.

— Quizá tiene hambre de nuevo, voy enseguida — un nervioso Yoongi se paró apurado del sofá, subiendo las escaleras, sonrojado y avergonzado.

Jungkook simplemente sonrió, enserio lo adoraba. Se paró de su lugar dispuesto a seguirlo, subiendo las escaleras para ver a su dulce princesa, aunque los haya interrumpido.