Alpha line -Kookgi-

-15-

9o mes.

El tiempo paso rápido, ya se encontraba en su último mes de embarazo.

Por supuesto, desde que supieron el género del bebé, Jungkook se encargo de atascar el armario con ropa de bebé, de diferentes colores y diseños.

Últimamente también el bebé se movía demasiado, más por las noches, así que no dormía mucho últimamente.

Se encontraba recostado sobre el sofá, con una manta sobre su cuerpo por el ambiente frío, Jungkook a su lado, con la cabeza recostada a un lado de su panza de embarazo, estaban viendo una película de comedia, su humor los últimos días ha sido de completa irritación, así que se quería reír un poco.

El celular en la mesita de noche comenzó a sonar repentinamente, Jungkook se levantó y contesto.

- ¿Si?...oh, mamá, ¿Paso algo?

- Para nada hijo, solamente quiero saber si hoy podrán venir, le compré mucha ropa a la bebé y quiero que Yoongi la vea.

- No creo que podamos mamá, Yoongi se siente muy cansado, así que...

- Entonces ¿Podrías venir tú?, Queremos darles la ropa, ya que tú padre y yo saldremos por tres días, nos iremos hoy en la noche.

- Entiendo, ¿A qué hora voy?

- Si quieres venir a las doce o más tarde, cómo tú quieras.

- Iré a las doce.

- Bien, aquí te espero hijo, bye~

- Adiós madre - termino la llamada sonriente.

Jungkook se volvió a recostar al lado del rubio, disfrutando de la sensación cálida, dejando cortos besos en su barriga y susurrando cosas a su bebé.

Tan rápido paso el tiempo, que cuando volvió a encender su celular, se sorprendió de ver qué ya eran las doce y media.

Bufó -. En un rato vuelvo - dijo desganado.

Yoongi simplemente asintió, teniendo su atención aún en la película.

- Voy y vengo rápido, no tardo.

Se levantó y corrió a la habitación, se arregló y despidiéndose apurado salió de la casa, Yoongi escucho el auto encendido para luego arrancar.

Suspiro viendo triste el tazón, ya se había acabado las palomitas.

Con todo el dolor de su alma, se levantó del cómodo sofá, sintió una leve punzada en su espalda baja, pero no le dio mucha importancia.

Después de llegar a la cocina, colocó la bolsa de palomitas en el micro, luego lo encendió y espero.

Desde la cocina seguía viendo la película, de pie, y eso hacia que el dolor en su espalda fuera constante.

Al escuchar el micro sonar, saco las palomitas y regreso a la sala, se sentó en el sofá y se dedicó a seguir disfrutando.

Pasaron treinta minutos y el dolor no pasaba, fue ahí cuando sintió un poco de miedo, pero decidió calmarse, quizá y estaba pensando algo que no.

Pero, toda esa tranquilidad se fue al caño cuando las punzadas conforme pasaba el tiempo se hacían más fuertes, haciéndolo gruñir y cerrar fuertemente los ojos.

Escucho la puerta abrirse, Jungkook se asustó por verlo en tal estado, se acercó rápidamente.

- T-tenemos que irnos ya... ugh - se quejó -. Ya casi nace...

El Alfa se apresuró a tomar todas las maletas que anteriormente habían preparado, lo ayudo a subir al auto y rápidamente se dirigió a la clínica.

Mientras conducía, llamó a la clínica, para que todo fuera más fácil.

Al llegar, ya tenían una camilla lista en la entrada, en cuanto lo vieron, se acercaron al auto con la camilla, sacaron a Yoongi y lo subieron.

Jungkook dejo un corto beso en sus labios está vez, para después los enfermeros llevarse a Yoongi.

Jungkook se acercó a recepción y comenzó a dar toda la información, luego, se fue a la sala de espera.

Saco su celular y le aviso a sus padres y a los de Yoongi sobre lo sucedido.

Pronto sus padres llegaron, seguido de los del rubio, quisieron saber más detalles, Jungkook les dijo lo que por el momento sabía, ya que aún ningún doctor se había acercado.

Esperaron, esperaron y esperaron…

Hasta que finalmente luego de algunas largas horas, al anochecer, finalmente un médico se acercó, preguntando por el familiar del chico.

Jungkook medianamente alterado y preocupado no tardó en responder.

— ¿Sucedió algo? — preguntó con terror, esperando lo peor.

El médico negó, para luego sonreír —. No paso nada, fue un poco difícil, pero el chico y la pequeña ya están bien, Yoongi está descansando ahora mismo y a la pequeña le estamos tomando los datos y haciéndole una pequeña revisión, quizá en otra hora más podrá verlos a ambos.

El alma de Jungkook regreso a su cuerpo, suspirando de alivio —. Es bueno escuchar eso.

— Eso es todo, cualquier cosa, estamos a sus órdenes.

El médico se despidió, yendo a otro pasillo. Su padre se acercó a él, dejando leves palmadas en su hombro, su madre lo abrazo.

A pesar de las ganas que tenían de verlo, solo dejarían pasar a una sola persona, tanto sus padres como los de Yoongi, estuvieron de acuerdo en que fuera Jungkook quien entrará.

— ¿Están seguros?

— Claro hijo, nos basta con saber que está bien, quizá mañana cuando ya se sienta mejor podremos verlo.

— Sigame por favor — dijo el médico.

Jungkook se despidió, luego, siguió al doctor por un largo pasillo, después, subieron al ascensor, subieron al segundo piso, pasaron por otro pasillo hasta finalmente estar frente a la puerta de la habitación de Yoongi.

Jungkook entró, rápidamente sintió un nudo en la garganta, Yoongi se encontraba completamente dormido, su rostro lucía cansado, pero apacible, una enfermera se encontraba dentro de la habitación también, mesiendo a la pequeña.

— Oh, ¿Usted es el padre?

— Eh, si.

— ¿Desea cargar a la bebé?

Jungkook asintió emocionado, la enfermera la dejo en sus brazos, el Alfa la sujetaba torpemente, la enfermera de manera amable le ayudo a sostenerla correctamente.

— Me iré por un momento, por favor, cuando vaya a abandonar la habitación, de aviso.

— Si, está bien.

La enfermera salió. Jungkook observo a ese pequeño ser que habían traído al mundo, su piel era pálida como la de Yoongi, tenía los ojos oscuros como los suyos, el cabello rubio y los mismo ojos felinos que Yoongi.

Se sentó en una silla cerca de la camilla, con su mano libre sostuvo la de Yoongi, con su dedo pulgar dejo leves caricias, observando el aún dormido rostro del rubio.

Sin darse cuenta, las lágrimas caían traicioneras sobre sus mejillas. Sentía demasiadas cosas, que le era imposible saber identificarlas.