Alpha line -Kookgi-

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Comenzaba a sentirse enfadado y sofocado por alguna razón.

Hoy, Jeon Jungkook, se encontraba en casa de sus padres, sus tíos, abuelos, primos, sobrinos, etc. Toda su familia había decidido hacer una reunión, para convivir y hablar de todo lo que no pudieron estos últimos días.

Se sentía un poco culpable, él debería de estar prestando atención pero, en realidad no tenía ni idea de lo que pasaba, inexplicablemente se sentía ansioso y… ¿Preocupado?, No sabía la razón, pero era muy extraño.

Su madre había consultado con él el día anterior, ella quería anunciarles a la familia que pronto tendría un hijo, y que los Alfas volverían a nacer en la familia.

Jungkook le dio el gusto a su madre de acceder, el anuncio sería en la noche.

— Jungkook, hijo, ¿Estás bien?, Te noto distraído.

— Un poco tío — sonrió hacia el Omega —. Por favor dígale a mi madre que salí al patio, necesito un poco de aire.

— Claro, no te preocupes, cualquier cosa, te aviso.

El Alfa agradeció y salió, se sentó en una banquita cerca de la puerta principal, no se percató que su padre se encontraba cerca parado, hasta que el característico olor a cigarro llegó a su olfato.

— ¿Papá?, Creí que estabas dentro con todos.

— Decidí salir un poco.

Jungkook asintió, bajo la mirada, observando ansioso sus manos.

— ¿Quieres ir, no?

— ¿Eh?

Su padre soltó el humo que tenía el boca, para después apagar el cigarro.

— ¿Te preocupa aquel chico?

— Si, un poco…

— Cuando tu madre estaba embarazada, también me ponía ansioso, quería estar con ella en todo momento para cuidarla, por supuesto, fue un poco difícil, ya que no podía estar todo el tiempo a su alrededor.

— Entonces, ¿Crees que…?

— Confía en tus instintos, si tú lobo siente esa necesidad de estar cerca, es porque sabe que contigo estará seguro.

— Pero papá, no me puedo ir así como así, la familia está de visita, además, no creo que le vaya a agradar verme.

— No lo sabrás hasta que estés con él, además, por la familia no te preocupes, le invento algo a tu madre.

— ¿Enserio?

— Si, tomate tu tiempo y asegúrate de estar seguro de que está bien.

Jungkook sonrió, agradeció a su padre y se apresuró a irse para que su madre no lo atrapé.

[…]

— Yoongi, yo te quiero mucho, eres como un hermano para mí. 

El rubio se hecho a reír, su amigo lo abrazaba y lloraba completamente borracho.

— Kwan ya dices tonterías.

— No son tonterías — balbuceo —. Te estoy diciendo la verdad.

— Entonces no seas tan sincero.

— Tu rechazo me duele, te abro mi corazón y tú pagas con eso.

Minutos después, los chicos se fueron, a excepción de Yoongi, se llevaron a Kwan por estar completamente ebrio.