𝐀𝐠𝐠𝐢𝐮𝐬𝐭𝐚𝐦𝐢 ᯽ EspañaxItalia

˗ˏˋ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨 ˎˊ˗

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──N-No, no... No hagas eso, ¡por favor! ¡Te lo ruego por Dios, detente!──pateleaba con fuerza, tratando de que ya no se acercaran a él. Estaba desesperado, ya cansado de todo eso. Las lágrimas caían por sus resecas y dañadas mejillas, su cuerpo casi no tenía fuerzas pero de algún lado conseguía aquello por un vago instinto de supervivencia que aún poseía, al parecer. Tenía muchas heridas sin curar aún, poco a poco se iban infectado y tenía mucho miedo de que eso pasara a más.

──¡P-Por favor, basta! ¡N-No, no!──cerró fuerte sus ojos mientras veía que más se acercaban a él aquellos hombres. Abrieron sus piernas con fuerza, sujetándolas de par en par para así poder romper su ropa y dejar aquellas zonas erógenas al descubierto.──¡No!──sus gritos eran altos y rasposos, se notaba que casi no podía exclamar nada a pesar del miedo y la desesperación que sentía. No podía hacer nada con sus manos, pues estaba encadenado a la pared. Tratando de que se alejeran de él cuando se metieron entre sus piernas para comenzar a tocarlo, hasta que recibió una fuerte golpieza en el rostro que lo hizo creer que se desmayaría.

Tratando de volver a la realidad luego del gran mareo que había sentido, un pitido lograba invadir sus oídos y apenas podía entender lo que estaba sucediendo en esos momentos. Ya sin fuerzas recibió un golpe fulminante en su estómago que lo hizo escupir sangre, retorcerse en su lugar por el dolor que había sentido. No podía hacer nada para defenderse, tan solo mantener su mirada perdida y esperar a que aquel sujeto terminara de reírse tras lo que acababa de hacer.

──¿Q-Qué haces? N-No, ¡No, detente! ¡E-Eso no! ¡No!──un grito prolongado y lleno de tristeza se fue haciendo más bajo mientras cerraba sus agrietados labios, pegando su cabeza a la pared mientras sentía como el miembro del contrario se adentraba en él. Sollozó con fuerza, cerrando sus ojos y apretando sus labios en un vago intento de imaginarse que eso no estaba pasando, pero era imposible, ese estaba siendo su día a día y no podía hacer nada para evitarlo. Tan solo llorar y pedir en voz baja que lo dejen en paz de una vez.──N-No, no...

──No, no...──iba diciendo entre sueños, removiéndose en la cama y apretando las sábanas con fuerza.──P-Para... ¡P-Para! ¡Por favor, basta!──gritaba cada vez más fuerte, llorando y agitándose, moviendo sus piernas con desesperación.──¡Basta, basta! ¡Detente!──seguía durmiendo pero teniendo una pesadilla horrible, pronto el respaldo de la cama pegaba contra la pared y algunas cosas que allí estaban comenzaron a caer al suelo.

──¿Mi amor?──el británico se adentró al cuarto por la preocupación que le causó el oír todos esos ruidos, notando rápidamente que su amado esposo estaba teniendo otra vez una de esas horribles pesadillas. Se acercó lo más rápido que pudo a la cama, sentándose en esta para así poder acariciarle los cabellos al contrario.──Cariño, no te preocupes, no pasa nada, yo estoy aquí contigo.──trató de despertarlo con cuidado, pues sabía que si era bruto todo acabaría peor. Bajando su mano a la frente del otro, notando lo caliente y sudado que estaba.─Ya vengo, corazón. Voy a traerte agua.

Dicho y hecho, tras levantarse no demoró mucho más en volver con un vaso lleno de agua y un bowl con el mismo líquido junto con un paño para así colocarselo en la frente y alivianar el calor que tenía. Se acomodó a su lado, abrazándolo con cuidado mientras lo sentía temblar por el horrible sueño que estaba pasando.──Debes despertar, dulzura. Es solo un sueño, despierta, yo estoy aquí contigo.──trataba de mantener la calma, pero aquello resultaba cada vez más difícil. Lo desesperaba ver a su marido así de agitado y asustado, creyendo que su ayuda no era suficiente oara calmarlo.──F-Francia, por favor, despierta.──lo sacudió un poco más, pero solo escuchaba más quejidos y sollozos.──F-Francia, ¡Francia!──tomándolo de las mejillas con cuidado para así poder sacudirlo, logrando finalmente que se despertara.