𝐀𝐠𝐠𝐢𝐮𝐬𝐭𝐚𝐦𝐢 ᯽ EspañaxItalia

˗ˏˋ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐞𝐢𝐬 ˎˊ˗

Ya era la siguiente semana.

Reino Italia estaba algo nervioso, debía ir al territorio noruego para empezar a ayudar con las reparaciones y actos de calidad, aunque no sabía qué tendría que hacer primero.
Se estaba arreglando los cabellos son el baño, con una toalla enganchada en su cintura. No podía no sentirse de esa forma, al menos podía pensar que Noruega no sería un problema, el problema sería cuando tenga que ir a los territorios coreanos y estadounidenses, por ejemplo. ¿Cómo miraría a Egipto a la cara?

España se adentró en el baño, provocando que el italiano lo mirara desde el espejo.──Te traigo buenas noticias.──sonrió escondiendo algo detrás de su espalda.──¿Adivinas?

Italia curvó una ceja girandose y posando una pierna por arriba de la otra, España tragó saliva intentando no mirarle las piernas bicolores.──No me gustan las adivinanzas.──sonrió pequeño. España rió:──Está bien, está bien. Toma. Feliz primer día de trabajo.──sacó de detrás de su espalda unas bolsas de cartón y se las extendió. Italia sonrió mostrando su dentadura, aceptandola y mirando dentro: habían unas cuantas prendas y ropa interior.── España...──dijo el italiano al elevar la vista, mordiendose el labio inferior con alegría.

España volvió a reír, es un hombre muy alegre.──¿Te gustan? Bueno, no iba a dejar que sigas estando sin ropa...──y sorpresivamente fue abrazado por el mayor, un abrazo de agradecimiento con sus brazos pasando debajo de su axila. El corazón del bicolor comenzó a latir fuerte, a la vez que un sonrojo se esparcía por todo su rostro. Quería corresponder al abrazo pero le costaba, de tan solo ver su esbelta espalda desnuda le ponía nervioso. ¡Pero España, que maleducado no responder a un abrazo! Bajó lentamente sus brazos por sus hombros, hasta abrazarlo.

Sentía la suave piel que este poseía, sentía ganas de acariciar más inclusive, pero por obvias razones no podía.──il tuo cuore batte forte... [ Tu corazón late rápido... ]──España se deleitó con su dulce voz, era hermosa.

Ambos se separaron mirandose a los ojos. España podía jurar que se sentía como en esas novelas en las que luego de esto, se besan. Sin embargo Reino Italia se apartó saliendo del baño con un movimiento de caderas, dirigiendose a su habitación para vestirse.

Luego de un rato ya habían llegado al territorio noruego, mientras caminaban y eran escoltados, España no podía dejar de mirar al italiano. ¿En qué momento se había sentido así? Recordó los tiempos en los que amaba a Portugal. Tampoco podía dejar de mirarlo, le encantaba tanto. Sin embargo, sentía que con Reino Italia era aún más fuerte. ¿Se estaba enamorado por su cuerpo? Bueno, sí es muy hermoso, no puede negarlo. Pero, ¿Su personalidad? No lo conoce bien aún. Por ahora está siendo una bomba de sorpresas.

Lo que no podía negar era el amor que le tenía al imperio. Ya comenzaba a darse cuenta de eso, seguramente ellos eran pareja. El italiano aún no le había devuelto el cuerpo.

Finalmente se encontraron con el noruego.──Hey! Velkommen!──sonrió acercandose a ellos con un movimiento de manos.──Me alegra que ya hayan llegado, siganme.

Caminaron a paso normal detrás del noruego. El clima era bueno ahí para trabajar, ni calor ni frío aunque más tirando para este. Pues claro, estaban en otoño en su territorio. Noruega le enseñó por dónde podría empezar, lo cual incluía primero la reparación de un edificio.

──Primero debes firmar esto. Tómate el tiempo de leerlo, por favor.──el nórdico le entregó un sobre con varias hojas dentro del mismo tamaño. Reino Italia lo leyó todo tranquilamente, no quería que lo arruinasen con la letra chica. Todo estaba bien, nada que ustedes no conozcan, era lo que se había charlado en la reunión.