𝐀𝐠𝐠𝐢𝐮𝐬𝐭𝐚𝐦𝐢 ᯽ EspañaxItalia

˗ˏˋ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐜𝐞 ˎˊ˗

──Reino Italia, Reino Italia, despierta, tenemos que prepararnos.──el español sacudía al reino italiano para que despertara, se había quedado dormido.──Mm... España... No... Déjame...──soltó un prolongado bostezo, removiendose aún adormilado.──Un rato más...──se tapó con las sábanas, acurrucandose con una sonrisa. Estaba tan cómodo, calentito...

──¡Que no, hombre!──lo destapó todo y abrió las persianas para que entrara luz.──Ah~! Pero España~!──el italiano tapaba sus ojos con sus manos para que los rayos del sol no se entrometieran.──España nada, ya levantate.

El italiano lo miró con solo un ojo abierto, un brazo sobre su cabeza y su pijama levemente levantado. España se sonrojó al verlo de tal forma.──España...──el español lo observó unos momentos hasta que negó con la cabeza, saliendo de esa hipnosis.──No vas a seducirme, anda, levántate.

Reino Italia rió y finalmente se levantó.
Un rato más tarde, ya ambos estaban preparados, solo estaban ordenando las cosas que habían utilizado en el desayuno.──Por cierto, España... ¿A dónde vamos?──preguntó el italiano, escurriendo el trapo.

España se mantuvo en silencio unos momentos, haciendo al italiano ladear la cabeza.──¿España?──dijo su nombre para poder recibir una respuesta.──V-vamos a ir a... a Francia

El italiano se lo quedó mirando unos momentos, ambos conectaban las orbes de una forma en la que parecían entenderse en su totalidad. Reino Italia desvió su vista y siguió ordenando las cosas sin decir nada, su expresión no había cambiado.──Oye... Reino Italia... em... Cuentas conmigo, ¿Si?──El español posó su mano sobre su hombro. Reino Italia soltó una pequeña risa, confundiendo al otro quien ladeó la cabeza sin comprender a qué se debía esa risa.

──España... Tu sei così adorabile... [Eres tan adorable...]

──¿Eh?──el español lo miró estupefacto, no había entendido lo que había dicho. Reino Italia negó con la cabeza, diciendo "nada, nada".

Rato más tarde, ya estaban en el territorio francés. Cuando Reino Italia se encontró con Francia, lo miró seriamente, era como si no se arrepintiera de nada de lo que le hicieron a aquel país. Sin embargo, había pensado toda la noche y todo el trayecto sobre eso. Francia también lo observaba seriamente, se sentía tan diferente respecto al punto de vista el cual tenía sobre el italiano.

Sin embargo, él había rogado por su vida. Ahora debía asumir la responsabilidad de todo.

──¡Reino Italia, España! Bienvenue [ Bienvenidos ]──los saludó a ambos con un apretón de manos.──Vengan, siganme por favor.──caminaron detrás de él. Reino Italia mantenía la misma expresión, mientras el español estaba estupefacto ante como estaban con total normalidad luego de esos comentarios dichos hace dos días por el italiano.

──Bueno, Reino Italia, hoy vas a ayudar a las personas en una repartida de alimentos y otras cosas necesarias para su supervivencia.──hizo una leve pausa.──cabe destacar que estos elementos provienen de tu territorio y fueron aprobados por tus provincias. Son muy amables.

El italiano se mantenía en silencio, aún no había acotado nada.──Antes de empezar me gustaría que hablaramos algunas cosas. Ehm... España, ¿Puedes dejarnos un momento?──se sentaron en unos bancos cerca de la zona en la que trabajaría el italiano. España asintió con algo de nerviosismo, alejándose para de paso poder hablar en una cabina telefónica con gente sumamentd importante en su territorio. Estar con Reino Italia tanto tiempo provocaba que no le de la atención necesaria a su patria.