˗ˏˋ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐬 ˎˊ˗

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Las horas seguían pasando, apenas estaba terminando de limpiar las escaleras, ahora estaba en el descanso de estas, apretando con fuerza aquel trapo contra este para quitar la sangre que comenzaba a secarse y pegarse. Limpió la transpiración que caía por su cabeza con su brazo derecho, para luego mirar arriba y ver que todavía le faltaban escalones. Bufó, siguiendo con la limpieza.

Otro rato más tarde, finalmente terminó todo, la casa quedo reluciente tal y como estaba antes. Pero dentro de la ahora habitación del italiano aún se veía sangre y salía ligeramente por debajo de la puerta de madera oscura.

Ahora que lo pensaba, la puerta estaba abierta, no tenía la llave. Además, podía entrar. Digo, ¡Es su casa, tiene derecho! Decidido y con muchos pensamientos de cosas para decirle al tricolor, fue a paso duro a la puerta, pero antes de entrar fuertemente retrocedió un poco, pensando mejor las cosas. Posó su mano en el picaporte y abrió la puerta poco a poco, no mucho de hecho solo un poco, viendo así al italiano sentado en la cama, podía ver su perfil.

Abrió un poco más la puerta, pudiendo divisar mejor la situación: Reino Italia estaba intentando curar las heridas del nipón para que no sangrara más. Sus piernas estaban llenas de curitas y aún sus heridas goteaban alcohol. En estos momentos intentaba envolver todo su torso con unas grandes vendas, pero le estaba costando un poco. Las sábanas blancas y el piso estaban manchados de sangre y alcohol líquido.

El español se adentró un poco más a la habitación, pero el suelo rechinó espantando al italiano, quien se giró rápidamente a lo que España rió nervioso.──¿Necesitas ayuda?

Reino Italia frunció el ceño, provocando así que su nariz se arrugara un poco, le quedaba muy lindo. Se volteó nuevamente, terminando de atar la venda. España estaba por ofrecerle una tijera, pero este con solo sus manos la rompió y enganchó con unos alfileres para que así no se soltara.

El italiano miró el rostro de su difunto novio, acariciandole las mejillas. Aún muerto, se veía tan hermoso.
Un silencio incómodo los inundó a los dos individuos, ninguno decía nada, aunque el español no se atrevía a abrir la boca en realidad. Quería decir algo, pero no sabía el qué. Debía romper el hielo rápido.──Ya es de noche, voy a ir a cocinar.──casi murmuró, esperando una respuesta, un mínimo "bueno". Pero no se escuchó nada, el Reino de Italia lo estaba ignorando.──¿Me dejas limpiar la habitación primero?

Nuevamente, no obtuvo ninguna respuesta. Pero iba a hacerlo de todas formas. Se adentró a la habitación con un balde de agua mezclada con lavandina y un trapo grisáceo dentro. Se posó en el suelo de rodillas y comenzó a limpiar la sangre, con bastante dificultad ya que esa si estaba muy seca. Reino Italia lo miraba con seriedad, analizando cada uno de sus actos. No le gustaba tratarlo así, pero no le quedaba de otra, no lo conocía aún en persona. Sabía cosas sobre él, le gustaba analizar a otros países, también sabía lo que algunos latinoamericanos le habían dicho.

Unos momentos más tarde, no tantos realmente, España se levantó del suelo y salió de la habitación junto a sus artículos. Se dirigió a la cocina, lavando el balde y trapo, también sus manos, para luego preparar todo para cocinar. Estaba realmente exhausto, pero aún tenía energías. Lidiar con tantas colonias le había servido de algo.

Mientras, en la casa del británico, ya la familia se encontraba comiendo en aquella gran mesa que compartían solo ellos. Cenaban en silencio, nadie decía nada, pero los Estados Unidos de América no dejaba de observar de una forma para nada disimulada y con el ceño fruncido a su señor padre.──¿Why do you look at me like that, United States?──preguntó el inglés al ya sentirse incómodo con aquella mirada.

El estadounidense miró su plato con comida, negando con la cabeza para luego meter un bocado en su boca.──I still can't believe they let him live.──dijo al ya tragar pero sin mirarlo a los ojos, mientras seguía comiendo. No lo miraba no por miedo, si no por desinterés en verle el rostro.

𝐀𝐠𝐠𝐢𝐮𝐬𝐭𝐚𝐦𝐢  ᯽ EspañaxItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora