|Capítulo 27|

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La mirada del castaño mostraba confusión pero se acercó un poco al contrario. 

Kenichi: Me enseñaste que todos pueden pulir sus habilidades al aceptar las debilidades y ver las ventajas de estas.

Shin: Pero varía en cada persona -mira de reojo a sus contrarios- ellos no buscan eso.

Kenichi: -Sonríe- Pero sé que pueden mejorar, solo hay que darles una oportunidad.

Shin: -serio- ¿Cuántas oportunidades las desperdiciaron...hubo algún avance?

El silbato dio por pausada o hasta terminada a la conversación, dejando un sabor amargo en el castaño, pero ahora debían jugar. Para esta oportunidad, Kuroko estaba ayudando a los chicos cada que podía, pero luego de anotar algunos puntos, Hyūga chocó con el castaño.

Hyūga: <Maldición>

Por mas que intentara zafarse del muchacho, siempre perdía de vista a sus compañero para pasar la pelota. Pero cuando botó la pelota tras suyo nuevamente, el tercer golpe ya era lejano para ambos, haciendo que ambos miraran hacia donde se escuchaba, el azabache le había arrebatado la pelota a su capitán para luego lanzar y marcar tres puntos a favor. 

El castaño suspiró sorprendido mientras lo miraba en camino a su puesto. Aunque al estar mirándole, el azabache captó los ojos ajenos y pasó detrás de uno de sus compañeros de equipo, viendo como se burlaba de uno de los contrarios, esto lo extrañó.

Kenichi: -murmura- ¿Por qué lo hace si dijo que ya no lo hacía?

En lo que iba del juego, el azabache notaba algo raro en el castaño pero se centraba en sus compañeros, hasta que llegó frente a Yamazaki, quien le sonrió burlón intentando sacarle la pelota donde "sin querer" rozó con su brazo derecho, era un rasguño pero irrelevante pues solo paso la pelota por debajo de esta para luego Koganei anotar puntos.

Kentaro: -golpea la espalda de Shin "juguetón"- Danos algo de respiro.

Kenichi: -sonríe al azabache- Son difíciles de vencer, ¿no? -lo marca- te soy mas conocido, deberías sobrepasarme, es mas fácil así.

Shin: Oh, yo no seré quien te venza.

El castaño se estiró para arrebatarle la pelota, pero el contrario se adelantó al botarla para atrás, siendo Kagami el que lo tomó para pasar al capitán, momento aprovechado por el mas bajo, yendo hasta la altura del de gafas. 

Kenichi: -frunce el ceño- <Mi error> -voltea- ¡Chicos!

Pero lo que vio lo congeló, su capitán "detuvo" a Shin golpeándolo en la cabeza por la "diferencia de altura", mas el azabache ya había pasado la pelota nuevamente a Kuroko, quien anotó los puntos finales, dando la victoria a Seirin .

El moreno chistó y pateó "accidentalmente" al menor, quien por el golpe estaba algo atontado y ahora de rodillas y manos en el suelo. El primero en acercarse fue Koganei, intentando ayudarle a levantarse, cosa que logró a penas por el tambaleo del menor.

Koganei: -confundido- ¿Q-qué pasó?¿por qué estabas en el suelo?

Kagami: -llega a ellos molesto- Fueron ellos, ¿verdad?

Shin: -agarra fuerte el brazo del pelirrojo- Detente, lo menos que necesitamos es que te amonesten por reaccionar contra el equipo contrario.

Kagami: ¡Pero ellos_!

Shin: No hay que jugar al mismo juego que ellos juegan -sonríe ladinamente- mejor vencerlos en donde dominamos y corresponde, choca más.

El chico exhaló derrotado, tenía razón, era lo mejor, pero tenía un gran deja vu con lo sucedido. Todos se alinearon para dar el saludo final para luego retirarse cada uno con su equipo, mas al llegar al vestuario, el azabache cayó nuevamente de rodilla, sosteniéndose de la banca más cercana.

Kawahara: ¡Shin-kun!

Los demás vieron sorprendidos al menor, pues un hilo de sangre caía por su nuca, ya habiendo manchado la remera de equipo.

Shin: -mareado- Estoy bi_

Furihata: ¡No! -lo sienta en el banco con ayuda de Kawahara- tal vez no vimos que pasó pero es obvio que fueron los del otro equipo el que te lastimó.

Este solo suspiró, no tenía mucho tiempo, pues debía cambiarse y alcanzar a ese amigo castaño bonachón, pero sería un problema si se desmayara por el tremendo golpe en la cabeza que le habían propinado.

Shin: ¿Podrían pasarme el botiquín, por favor? necesitamos retirarnos a tiempo.

Para sorpresa suya, una mano ya estaba apartando cuidadosamente la cabellera para sentir un poco de ardor por el algodón.

Kuroko: En dos minutos termino, te cambias y sales, sigan los demás. 

A pesar de que disimuló bastante bien, porque todos asintieron y siguieron cambiándose, el peliceleste la volteo suavemente para dejarle ver a los demás en ropas menores, sintiendo nuevamente un temblor por parte del menor. Se dedicó a curar el corte en la cabeza, para suerte suya, no era grave ni profunda, pero aquello se estaba volviendo incomodo para ambos.

Kuroko: -murmura- Gracias por venir, ganamos gracias a ti.

El silencio del contrario le dio a entender que no se sentía del todo bien, no podía decir nada, pues posiblemente una parte de su molestia sea también su culpa, a parte del mal juego del equipo contrario.

Kuroko: Solo mueve un poco la cabeza para responder, ¿volverás al equipo o no?

Segundos después asintió, sacando un suspiro algo silencioso de alivio, al menos eso había cambiado. Tras curar todo, con una toalla húmeda limpió el rastro de sangre de la nuca pero se detuvo donde estaba el cuello de la remera.

Kuroko: Eso...ya puedes hacerlo tú...y ya puedes cambiarte, todos salieron.

Efectivamente estaban solos, el mayor guardó todo para devolver en su lugar el botiquín y cambiarse en la otra punta donde no pueda ni le puedan ver para cambiarse rápidamente. Ambos se cambiaron en silencio, saliendo casi al mismo tiempo, donde el pálido le dio el paso.

Shin: -murmura- Gracias -se va-

Ese "Gracias" lo tomó de sorpresa pero de alguna manera tranquilizó para ir junto a los demás en la entrada, donde estaban todos esperándolos. Casi detrás de ellos salieron los de Kirisaki Daīchi, estaban molestos pero igual bromeaban sobre Seirin, quienes ya hacían oídos sordos antes sus burlas, pues tal como había dicho Shin, habían ganado en lo que debían y propusieron desde un principio, nuevamente.

El de ojos ónix buscaba al castaño, pero rápido lo encontró cuando todos vieron como el capitán del equipo contrario caía al suelo con el labio partido y sangrando, para luego mirar al causante, era Kenichi, quien tenia el flequillo cubriendo la mirada dorada de este sobre el mayor.

Makoto: ¡¿Qué demonios?!

Kenichi: Dije... -lo fulmina con la mirada- ¡que salgo del equipo!¡les creí, todo, a pesar que todos decían que eran un caso perdido, les di varias oportunidades y nunca mejoraron!

Kazuya: ¿Qué esperabas? -se para a su lado- nosotros somos así.

Kenichi: -lo mira mal- Pero no esta bien lo que hacen, les dije como podían mejorar sus habilidades pero no me hicieron caso.

Makoto: -se levanta riendo- Perdona por no alcanzar tus expectativas -se agacha a su altura- pero se realista, nunca serás "Shin" -sonríe- quieres inculcar tal y como lo hace él -lo agarra de la camiseta- nos importa poco si sales -se lame la sangre de los labios- pero admito que fuiste una de muestras mejores coartadas o pared para ocultar nuestras jugadas astutas, ya no nos sirves.

Aquellas palabras habían golpeado en el orgullo del castaño, además de sorprender a los presentes de Seirin, Shin estaba algo sorprendido, sabía que Kenichi buscaba que todos lograran sus metas, sin discriminar a nadie, pero aquello era diferente; a eso se refería Hikari.

Riko: Es un imitador -mira al menor- estuvo usando tus técnicas.

Eso era lo de menos para el azabache, 

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