ONLY YOU III | ZACH MITCHELL

ES HORA DEL SHOW

— ¿Qué se supone que haremos ahora? — dijo Ben.

— Bueno, no hay vehículos disponibles — dijo Zach y soltó un suspiro mirando a otra parte — ahí, un teléfono — dijo señalando una pequeña caja.

El Doctor Ian se acercó a ella siendo él el que estaba más cerca de aquella caja y tomó el teléfono y lo puso en su oído unos segundos antes de hablar.

— Nadie responde y como todo está en llamas... — dijo dejándonos deducir el resto.

— Zach, ¿puedes venir a ayudarme? — llamó Owen.

— Sí, en seguida — dijo caminando hacia él y pronto ambos se perdieron de mi vista.

Yo estaba teniendo una pequeña charla con Alan Grant sobre lo que había sido de nuestra experiencia hasta que Owen y Zach volvieron, Owen llevaba una botella color negro y Zach dos iguales a la de Owen.

— Doctora Sattler— dijo mi hermano colocando una de las botellas frente a ella — tenga agua — una vez que la Doctora Sattler tomó la botella suspiró en agradecimiento.

— Gracias — dijo ella.

— Linda — me llamó Zach ofreciéndome una de las botellas la cual tomé y él se agachó para que lo besara momentáneamente en forma de agradecimiento.

— Muchas gracias, Zachy — dije con una sonrisa la cual correspondió.

— Doctor Grant — llamó estirando la botella — aquí tiene — le ofreció y el Doctor Grant la tomó — Me- Me llamo Zach Mitchell, soy su fan, leí su libro — dijo algo nervioso, ni siquiera yo lograría ponerlo así de nervioso.

— Yo igual soy su fan, me llamo Owen Grady y- y también leí su libro, bueno, era audiolibro —

— Owen Grady y Zach Mitchell sí, ya sé quiénes son, tú — dijo señalando a Owen — entrenabas raptores — dijo sonriendo el doctor Grant.

— Sí, traté — río Owen pero conociéndolo estaba a nada de hacerse en los pantalones como un cachorro emocionado de ver a su dueño.

— Y tú, tú fuiste el ganador a la mejor tesis en la universidad de Mánchester — dijo mirando a Zach quien parecía estar a nada de explotar.

— Ese soy yo — sonrió.

— Jamás leí una tesis tan completa y perfecta como la tuya, tienes mis respetos totalmente — felicitó el Doctor Grant a Zach

— Muchísimas gracias, Doctor —

— Y... ¿Qué te hizo elegir Mánchester? hay universidades muy buenas en el país — dijo el Doctor Alan.

— Las hay, pero el nivel de Mánchester en el campo de las ciencias es una verdadera joya —

— Eso no te lo negaré — dijo el Doctor Grant.

— Ustedes dos... son pareja, ¿cierto? — preguntó la doctora Sattler.

— Sí, estamos comprometidos — dije con una sonrisa mirando a Zach.

— Oh por dios, felicidades —

— Muchas gracias —

— ¿Y cómo se conocieron? — preguntó la rubia con emoción pintada en su rostro.

— Fue en la tragedia de Parque Jurásico— dijo Zach.

— Esa debió ser toda una aventura — dijo el Doctor Ian.

— Y sí que lo fue, de no ser por los hermanos Grady, yo y mi hermano Gray no estaríamos vivos —

— ¿Hermanos Grady? — preguntó el Doctor Ian.

— ¿Tan diferentes nos vemos? — pregunté mirando a Owen —

— Dios mío, Ian, si son iguales — dijo mirando a mi hermano y a mi — ¿así que tú salvaste a tu prometido? —

— Así es — dije orgullosa — nunca imaginé que el chico al que no había notado por pedir un acceso VIP se volvería mi prometido — hablé.

— ¿Cómo fue eso? — preguntó el doctor Grant.

— Ese día yo tenía el día "libre" — expliqué haciendo comillas en el aire — no darles ratas muertas a los raptores, no sol abrazador y no Owen — dije y Owen me mató con la mirada tan feo que podía sentir el hueco de una bala en mi cabeza —para mi era el único día que podría disfrutar, además de que con el sueldo que recibíamos Owen y yo jamás podríamos darnos el lujo de ir a un parque como en el que trabajábamos, ese día era una turista más, fui a pedirle un pase VIP a Claire para no hacer filas y cuando la encontré me lancé a rogarle el pase hasta que me di cuenta que estaban su sobrinos con ella, los saludé y desde ese momento las cosas fluyeron solas — conté brevemente.

— Aún lo recuerdas... y supuestamente yo soy el que se enamoró primero — dijo Zach con su ego en las nubes.

— Corrección, ella cayó primero pero tú te dejaste ir y ni las manos pusiste — habló Ben sentando en un pequeño banquillo blanco.

Reí y miré al Doctor Grant y a la Doctora Sattler que nos veían con cierta nostalgia y algo de tristeza, para nadie fue un secreto que había algo entre ellos dos hasta que un día, después de lo sucedido en el parque, eso, se acabó.

— ¿Cómo te sientes? — escuché a Claire preguntarle a Maisie.

— Me duele aquí — dijo ella señalando una de sus cejas.

— Tú trabajabas en Mundo Jurásico — dijo la Doctora Sattler.

— ¿Mundo Jurásico? no soy fan — dijo el Doctor Ian.

— Okey... tenemos que ver cómo irnos de aquí— dijo Kayla.

— Síp — habló Owen.

— Pues vamos — dije levantándome de mi lugar y avanzando hacia Ben para ayudarlo a levantarse.

— Hay un helicóptero allá en el complejo principal, volvemos a encender el LSDA y nos vamos — explicó Kayla.

— ¿Qué? — preguntó la Doctora Sattler — ¿qué es el LSDA—

— Disuasión Aérea — dijo y la rubia seguía completamente confundida ante los términos de la piloto — ¿no? — preguntó Kayla algo sorprendida.

— Para los Pterodáctilos — dije simple — los aleja de los helicópteros.

— Bueno, y ¿cómo lo volvemos a encender? — preguntó Maisie acercándose a Claire y Owen quienes estaban revisando unos planos.

— Okey, al parecer todos los sistemas pasan por la sala de control que está en el tercer piso — explicó Claire.

— Estos puestos se conectan bajo tierra — dijo Owen — es hora de irnos — dijo y avanzó a la puerta de salida.

Intentó abrirla pero estaba algo atascada así que con ayuda de el Doctor Grant y Zach pudieron abrirla, Zach retrocedió un poco después de abrirla y miró a un lado observando a un muy tenso Doctor Ian con el arma de Owen en las manos.

— Wow, ¿todo bien, doctor? — llamó Zach algo asustado.

— Oye, tranquilo, Rambo — dijo Owen quitándole el arma lentamente.

— Es hora del show — dije ayudando a Ben a avanzar.

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ES INCREÍBLEMENTE CORTO PERO QUERÍA SUBIR ALGO.

espero que hayan tenido una feliz navidad y estén pasando muy bien su vida, les deseo todo lo bueno de este mundo y ojalá sigamos leyéndonos mucho más tiempo.