ONLY YOU III | ZACH MITCHELL

IT'S NOT YOUR FAULT

No me sentía bien, no quería hablar de él, dentro de mi había una mezcla de miedo, enojo y tristeza que solo dejaban un sabor amargo en mi boca, miré a Owen quien me miraba con completa incomodidad pues no era un tema agradable para ninguno de los dos.

— ¿Qué hay con él? — dije en un tono muy golpeado.

— Está en la ciudad, se... se enteró de lo tuyo con Zach — dijo mirando el suelo.

— ¿Cómo? tú... tú le- — comencé a especular sintiéndome mal.

— No, Kate, yo jamás haría eso, no sé cómo fue que se enteró — habló rápidamente.

— ¿Dónde está él? — pregunté sintiendo un nudo en mi garganta.

— Ahora mismo no lo sé, supongo se está hospedando en algún hotel o algo así— asumió pasando su mano por su cara.

— No lo quiero ahí, no ese día — dije.

— Lo sé, mira... ahg, yo... hablé con él antes de que llegaras — dijo.

— ¿Qué? — pregunté mirándolo.

— Lo siento, él dijo que quería hablar contigo — me levanté dirigiéndome a la puerta pero Owen se interpuso — escucha, sé que no te agrada, a mi tampoco, pero escúchalo —

— Owen, sabes lo que pienso de él — dije mirándolo con odio.

— Lo sé, perfectamente — dijo con cautela — él puede venir, aquí, pueden hablar —

— ¿De qué? — pregunté molesta — ¿de cómo siempre me hizo sentir mal?, ¿de cómo siempre ponía otras cosas por sobre mi?, o ya sé, del día que dijo "esa no es mi hija" y me dejó ahí con mamá — dije y retrocedí — Sí, genial, hablemos de eso — dije con una mueca burlesca sintiendo mi cuerpo quemar.

— Hazlo — me dijo Owen — hazlo, dile lo que sientes, lo que te hizo sentir — suspiré tratando de alejar las ganas de llorar.

— Yo... — dije sin esperar que me dijera eso.

— Yo estaré aquí, si pasa algo te sacaré de ahí, lo hice una vez y lo haré las veces que sean necesarias — dijo Owen tomando mis hombros.

— Bien — dije y él me abrazó.

— Todo va a estar bien, estarás bien — dijo acariciando mi cabeza.

...

La puerta fue abierta por Owen, segundos después pues pude ver a mi papá entrar con una mirada apenada a la casa, mirando a su alrededor, sus ojos avellana registrando la casa, no con desagrado era con felicidad u orgullo, probablemente creía que era casa de Owen, todos estaríamos orgullosos si él saliera de vivir en caballas a bungalós, su barba canosa y corta estaba tal cual la vi la última vez que estuve cerca de él.

Una vez tuvo a Owen más cerca lo abrazó palmeando su espalda, pude ver la mirada que Owen tenía, no estaba molesto, no estaba feliz, ni triste, era melancolía, todas esas memorias cruzaron nuestra cabeza en segundos.
Mi padre lo soltó mirándolo y Owen con un movimiento de cabeza le indicó que mirara en mi dirección.

Sus ojos chocaron con los míos, mis manos se apretaron en mis costados, él comenzó a acercarse a mi, con una mirada brillante, podía sentir lo feliz que él estaba, en cambio yo... no sabía cómo sentirme.

Me abrazó, aunque era lo más probable yo no lo esperaba, me sentía pequeña, me sentía diferente, correspondí el abrazo, más por educación que por gusto y segundos después él se separó de mí con ojos cristalizados.