ONLY YOU III | ZACH MITCHELL

WALKER

Llegamos al lugar donde seguramente nos esperaba Blue.

— Zach, ¿harías los honores? — preguntó mi hermano mientras abría la parte trasera del auto donde se encontraba Beta.

— Claro — sonrió él y se aproximó para abrir la puerta de la jaula, la bebé raptor bajó y comenzó a llamar a Blue con ese característico sonido que solo los raptores tenían.

Todos mirábamos expectantes mientras esperábamos a Blue, Beta se giró mirando a Zach y él le sonrió.

Aquel sonido se repitió, esta vez más fuerte, Blue apareció de entre la vegetación y en cuanto Beta la encontró corrió hacia ella.

Blue nos miró y después se acercó a Zach frotando su cabeza contra el pecho del castaño, después de eso me miró y se dió la vuelta alejándose con su pequeña cachorra.

Nos dimos la vuelta y subimos al vehículo, a excepción de Owen quien se quedó mirando el camino por el que Blue había salido y de pronto, ella apareció nuevamente, esta vez, mirando totalmente agradecida a Owen.

Después de todo, Owen jamás dejará de ser parte de su familia, de su manada.

Owen aceleró y comenzamos a salir del lugar, nos dejaron en casa de Ben pues era la más cercana.

— Muchas gracias por todo, vayan con cuidado y cuiden a Owen — les dije a Claire y Maisie.

— Yo soy quien las cuida — dijo Owen.

— Sí... no te creo — dije cerrando la puerta — los quiero — dije.

— Nosotros también los queremos, los vemos luego — dijo Claire.

El auto comenzó a alejarse y cuando se perdió a la distancia comenzamos a caminar a la puerta de la entrada donde nos recibió Ben.

— Al fin llegaron, ¿cómo les fue con el lagarto? — dijo él dándonos el paso a su casa.

— Oye, no le digas así, es hermana de Zach — dije en broma.

— Lo olvidé, lo siento, niño lagarto — dijo con falsa pena mirando a Zach.

— Que gracioso, ¿dónde están mis hijos? — preguntó pues se habían quedado en casa de Ben al cuidado de una especie de niñero perruno.

— Creo que están afuera, con el lindo cuidador — dijo con una sonrisa.

— ¿Qué? — pregunté mirando a Ben.

— Se llama Walker, le haré un aumento a mi asistente por elegirlo para cuidar a esos dos —

— Ahora tiene sentido el por qué estás bañando un domingo a las 2:40 — dijo Zach mirando su reloj — un chico atractivo es lo que se necesita para que estes limpio —

— Que feo eres, por eso te cortas el estómago sin darte cuenta — dijo Ben.

— Iré por mis cachorros, no sé cómo harás para ver a tu lindo cuidador sin mis hijos — sonrió con malicia, Zach.

— ¡No, si lo haces te mato, Mitchell! — le gritó antes de salir corriendo para alcanzarlo.

Me reí y me senté el los blancos sofás del rizado, pronto unas pisadas pequeñas se hicieron presentes y el señor Pitsy saltó al sillón con Rocky siguiéndolo, ambos me olfatearon y lamieron.

— Yo también los extrañé mucho — dije besando sus cabezas.

— Es hora de irnos, linda — dijo Zach con prisa.

— ¿No se suponía que el chofer de Ben vendría por nosotros hasta las 6:00? — pregunté confundida mientras veía a Zach meter las cosas de los cachorros en una mochila.

— Bueno, Ben está ligándose al cuidador y parece que lo consiguió, no quiero escuchar lo que podría pasar ahí atrás así que le dije que nos íbamos antes y me lanzó su teléfono, esperaremos afuera, solo... déjame llamarlo — dijo apurado.

— ¿Llamarlo? — pregunté — ¿a quién? —

— Al señor Newell, el chofer — dijo.

— Oh, está bien — dije y unas risas provenientes de Ben se hicieron presentes.

— Hola, buenas tardes, el señor Ben me... sí, justo eso, gracias, disculpe las molestias — escuché a Zach hablar y después colgar.

— ¿Qué ocurrió? — le pregunté.

— Dice que venía en camino, sentía que Ben adelantaría el viaje — río.

— Ellos sí que lo conocen — dije y un auto se estacionó afuera a los segundos.

Comenzamos a avanzar pero otro sonido de dudosa procedencia se escuchó por el lugar llamando la atención del señor Pitsy.

— No, hijo mío, no dejaré que veas algo así — habló Zach tomando al cachorro en brazos

— Estoy segura que vió cosas peores — dije riendo y él me miró mal.

Comenzamos a salir de la casa saludando al señor Newell.

Por fin estábamos por llegar a nuestro hogar, era hora de unas merecidas vacaciones en casa.

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Es chiquito pero es bueno.

—xiove.