#. 𝐎𝟖 ⊹ ۫

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Mientras Leandro y Damián seguían paseando por el Shopping de lo más tranquilos, mucha gente le sacaba foto a escondidas y las publicaban, así sea para decir que habían visto a sus ídolos, o para preguntar qué era lo que hacían esos dos chicos tan “pegados”.

— Eu, ¿Te pinta comer algo? —Preguntó Lean mientras caminaba abrazado de su compañero.

— ¿Te sirve una Mega Dibu? —Propuso el menor.

— Uuuh, me re va.

Juntos, se acercaron al Mostaza más cercano y pidieron dos Mega Dibu. Realmente ya la habían probado, pero querían volver a comerla debido a lo rica que era esa hamburguesa.
La cajera que los atendió y la gente alrededor les pidió autógrafos, así que no pudieron negarse a ello. Con una sonrisa, aceptaban cualquier objeto y incluso brazos para autografiar, y los más chiquitos que se acercaban con timidez, Damián los alzaba y buscaba a los padres para así sacarse una foto con ellos y con Lean.

Una vez todos los dejaron en paz, agarraron su orden y se sentaron en la mesa que daba al balcón del Shopping, el cual tenía una vista preciosa. Revisaron sus teléfonos unos minutos y tanto él hincha de Boca como el de River se encontraron viéndose en las fotos que les había sacado la gente cuando ellos reían o estaban caminando abrazados de los hombros.

— ¿Viste esto? —Lean le mostró su teléfono a su compañero para que vea la foto y lea lo que decía abajo.

“Andan muy juntitos estos dos...” —Leyó Damián y de inmediato miró a su amigo.

— Mepa que la gente está empezando a tirar cualquiera.

— No te alteres, yo ya estoy acostumbrado, a la larga te dejan de joder con eso. —El marplatense alzó los hombros con indiferencia.

— ¿Cómo que ya estás acostumbrado?

Paredes no entendía muy bien a lo que se refería, claro, él no vé páginas o programas de chimentos dónde lo único que hacen es sacar conclusiones pelotudos sin respaldo alguno y comprometen a las figuras de la televisión, incluso jugadores de fútbol.

— Cuando fuí a River todo era normal, era un pibe más, el oso Pratto era con quién más me llevaba porque me ayudaba una banda, igual que Armani... No llevaba ni un mes ahí que había pegado onda con Montiel, éramos prácticamente inseparables, a dónde iba yo, estaba él y viceversa, en los entrenamientos siempre estábamos juntos, descasabamos juntos, hacíamos casi todo juntos... Incluso me invitaba a las cenas que tenía con la familia porque decía que yo era como su hermano, por eso me llevo tan bien con él, además de que tenemos la misma edad y nos conocimos de chiquitos en las inferiores de River, pero jamás nos habíamos dado cuenta.

Paredes lo escuchaba atento y en silencio mientras comía la hamburguesa delante de él.

— Cuando me fuí al City, Montiel fue el primero en intentar convencerme de que no me vaya, quería que juegue con él hasta que su contrato termine, pero no pude decir que no a la oferta que me habían dado, así que estuve el poco tiempo que me quedaba con él y después me fuí de préstamo al Manchester... En lo que yo jugaba allá, acá Gonza había bajado su rendimiento, cómo que no jugaba del todo bien y eso fue suficiente para que la gente empiece a hacer especulaciones pelotuda sobre si él y yo estábamos en algo, si éramos novios, entre más cosas. —Dió un suspiro y miró su hamburguesa a mitad de comer, alzó la vista y siguió contando todo.— Antes de mi pequeño accidente, la noticia se había propagado por todos lados, y claro, yo estaba con Ota en el City y también éramos inseparables, y ahí nació un nuevo chisme de, “Primero River, después el City” , esa fue la frase que me estuvo persiguiendo en mi vida personal y futbolística... Mis compañeros me protegían de la prensa, no querían que me pase nada y Pep en todo momento estuvo a mi disposición, pero yo les había dicho que quería enfrentar todo solo y salir a desmentir todo.

𝘓𝘖𝘝𝘌 𝘓𝘈𝘕𝘎𝘜𝘈𝘎𝘌   |   Julián Álvarez x Oc!MaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora