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Los días empezaron a pasar lentamente, y el constante temor y tristeza de que el marplatense se vaya del Manchester City, se alojaba en los corazones de cada jugador del club, pero en el de Julián era en dónde más permanecía. Aún así, Damián, intentaba transmitir tranquilidad a sus compañeros, diciendo que ese era su último recurso, que pasaría tiempo de acá a cuando se vaya, y que renovaría contrato para que no se queden “solos”.

La noticia había llegado hasta el presidente del City, y cuando se enteró de aquello, citó personalmente a Damián para preguntar cuáles eran sus molestias, cosa que fue divinamente en vano, ya que en ningún momento le dió soluciones, solamente hizo la vista gorda y dijo que “lo que decidiera estaba bien”. Se notaba a leguas que no tenía pensado cambiar de cuerpo técnico, y que si él se iba, no iba a cambiar en nada. Después de todo, seguía siendo el presidente, los millones le llegaban de todas formas, por más que su ayudante cancha principal se fuera.

Damián se cuestionaba si realmente quería irse, y es que, no quería, no después de toda la historia que había compartido con esos jugadores, pero notaba que su ámbito de trabajo no era el mejor y que tampoco actuaban como si les importara o como si existiera, entonces eso confirmaba que ese cuerpo técnico no estaba hecho para él.

Cuando menos lo esperaba, ya había pasado un mes y medio, todos los jugadores se encargaron en hacer que ese último trayecto de Damián sea el mejor que de cualquier otra persona. En todo ese tiempo le habían agarrado un cariño sumamente especial al argentino, era el hermano de todos los jugadores, todos lo conocían desde que a penas había pasado la delgada línea de adolescente y adulto. Era alguien muy especial en ese club, tanto emocional como profesionalmente hablando.

Damián era el único en entender a todos los jugadores por igual, él solo sabía cómo posicionarlos, cómo manejarlos, cómo ayudarlos, él sabía cada pequeña cosa de todos porque siempre se tomó el tiempo en escucharlos, y eso era algo que jamás iban a olvidar. Damián había sido el que, durante años, había puesto la cara por sus amigos para ayudarlos a acoplarse en el campo de juego; Damián fue el único que siempre estaba firme y terminaba peleando con el técnico porque Pep no seguía las ayudas que el menor le daba; Damián, era el que siempre buscaba que todos estén bien entre todos debido al lindo grupo que eran. Damián era, y es, la luz que llegó cuando el club más lo necesitaba.

Los pocos días que le quedaban en el club, los aprovechó a pleno, salía con los jugadores, con su grupito de siempre –Foden, Grealish, Kevin y Aké–, e incluso con los que jamás había salido antes, cómo Mahrez, Gündogan, Haaland, y algunos más. Pero sobre todo, aprovechó a estar y pasar más tiempo con su novio, con su todo, y también con Hermes.

Julián sabía lo que hacía. Lo sacaba a pasear, le regalaba cosas, incluso le dejaba sus prendas porque eso era una señal de que posiblemente se separen durante un tiempo indefinido. En ningún momento se quejó, quería que, si se iba, al menos recuerde de buena forma los últimos días con él, era lo que más quería, además de que se quedara.

Juntos deliberaron a qué club le convenía más ir, ya que todos ofrecieron un monto bastante parecido, pero los que más se proponían a pagar por el joven itali-argentino eran el Barcelona y el Benfica al básicamente considerarlo como segundo entrenador / entrenador asistente o asistente técnico.

Dependiendo de qué eligiera, el monto podía ser discutido por ambos clubes. Si elegía segundo entrenador, el monto mínimo a pagar era $30.000 euros, y si elegía asistente técnico el monto era de $45.000 euros. A Damián en realidad no le interesaba la plata que podía llegar a ganar, sabía que él estaba demasiado cotizado debido a su edad, a su estatus y porque era realmente bueno en su trabajo.

Estuvo hablando con Gallardo y Aimar durante todo el trayecto para ver qué podía llegar a decirle, y si podían darle alguna ayuda, ya que representante era lo que no tenía y tampoco lo quería. Así que estaba ahí, hablando de nuevo con los dos mayores.

𝘓𝘖𝘝𝘌 𝘓𝘈𝘕𝘎𝘜𝘈𝘎𝘌   |   Julián Álvarez x Oc!MaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora