#. 𝟏𝟖 ⊹ ۫

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Los días pasaron y ya estaban en el último día de estadía de parte de Damián. Eran sus últimas 24 horas junto con Ota y Enzo, así que los tres decidieron pasar ese día especialmente juntos, ya que los días anteriores se iban turnando para pasar tiempo con el marplatense.

Ese último día, esas últimas horas, pasearon por, prácticamente, todo Lisboa. Compraron cosas, comieron afuera, entraron a los arcades, incluso fueron a un Casino que había por ahí para ver qué onda.

Damián había estado tan entretenido esos días que la atención que antes le daba a su teléfono ya no estaba presente. Solo lo usaba para subir videos o fotos a Instagram con sus amigos, pero no mucho más que eso.

Julián veía todas esas publicaciones, y en parte deseaba que pudieran hablar aunque sea más de tres mensajes por día, pero también entendía que no siempre iba a tener la atención del más grande, y que tenía que aprender a respetar sus tiempos, que no siempre iba a llevarse toda la atención. Aunque claramente Damián difería en eso.

En todo el tiempo que el azabache estuvo lejos, Julián se centró en entrenar mejor para ser buen jugador y que así lo pongan más seguido de titular en los partidos. Pero claramente las distracciones cómo Emilia jamás podía quitársela de encima.

Ella iba todos los días a la sede del Manchester City a ver a su ex pareja. Ya lo ponía incómodo no solo al cordobés, sino a casi todo el plantel. No querían a esa mujer cerca, no sabiendo lo que pasó de por medio, por eso siempre habían preferido a Damián.

Incluso Foden intentaba alejar a Julián lo más posible de Emilia, pero fracasaba notoriamente... Al menos lo intentaba.

Todos esos días, Emilia intentó volver con Julián de alguna u otra forma, pero el cordobés siempre la rechazaba. Incluso sus ex suegros le pidieron que volvieran a estar juntos por el bien de su hija, pero Julián no la quería, él amaba a otra persona, y no era ella.

Mientras tanto, en Lisboa, muchas mujeres se le tiraban encima a Damián ya que sabían que estaba soltero, pero eso a él le incomodaba muchísimos así que les decía que siempre las terminaba ignorando o Enzo y Ota interferian entre ellos para que dejen de joderlo.

Detestaba que eso pase, pero no podía hacer nada porque si mínimo se quejaba, todos iban a salir a criticarlo con un montón de pelotudeces, y para ser honestos, se quería ahorrar todo eso.

Eran las 7 de la tarde-noche, Damián estaba preparando la valija junto con Nico y Enzo, quienes estaban sentados a cada lado de la cama mientras hablaban con su amigo.

— ¿No te podés quedar unos días más? —Insistía Enzo.

— No Enzi, no puedo, pedí permiso para una semana, si me quedo un día más puede que me sancionen de nuevo, además de que ya me perdí algunos partidos y soy parte del cuerpo técnico, así que sí o sí tengo que ir.

Enzo entendía la situación, pero le hubiese encantado estar más tiempo con su amigo, lo extrañaba y volver a verlo realmente le hacía bien.

— Aún así, algún otro día nos vamos a ver, eso seguro. —Sonrió el marplatense.

— Obvio pa, además sabes que acá siempre sos bienvenido. —Agregó Nico.

Damián los miró y les sonrió a cada uno, y fue al baño de la pieza a buscar algo y a terminar de acomodarse. Los dos jugadores del Benfica aprovecharon ese tiempo, sacaron algo de abajo de la almohada y lo metieron en la valija, abajo de la ropa del marplatense. Se sonrieron entre sí y volvieron a sus posturas de antes, fingiendo que no habían hecho nada.

Cuando Damián volvió, siguió guardando todo, sin imaginarse que sus amigos habían metido algo en su valija. Miró la hora y todavía era temprano, su vuelvo salía a las 11 de la noche, así que ese tiempo los tres chicos lo aprovecharon para estar juntos, cenar, jugar en la play, y alguna que otra pelotudez más.

𝘓𝘖𝘝𝘌 𝘓𝘈𝘕𝘎𝘜𝘈𝘎𝘌   |   Julián Álvarez x Oc!MaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora