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Por lo que veo, privacidad no tengo y mucho menos derecho a dormir ocho horas como lo necesita cada ser humano, porque me encuentro con Joaquín abriendo la puerta y la claridad de las luces del pasillo encandilandome la vista.

—P-pero ¿que estás haciendo? —pregunto de muy malhumor, no había dormido absolutamente nada, eso estaba claro aunque no era consciente de que hora era.

Me tapo la cara con una almohada psra seguir durmiendo, pero Joaquín me la quita y la tira a vaya saber donde.

— Despertá del sueño bella durmiente, hay que volver a Argentina —mi mejor amigo tenia debajo de los ojos unas ojeras pronunciadísimas, yo me quejo por debajo de las sábanas.

—¿No dormiste? —le pregunto sentándome en la cama preparándome mentalmente para levantarme e irme.

Por suerte ya había hecho la valija y la ropa de hoy ya la tenía a mano, algo cómodo para el largo viaje de vuelta que nos esperaba a todos.

— No dormimos, recién llegamos de festejar —me avisa y arquea las cejas —¿Vos por qué estás tan cansada? Si te quedaste durmiendo un montón.

Iba a negárselo pero me acordé, Joa no sabía que me había ido a festejar con el mismísimo Enzo Fernández y toda la selección Argentina. Era un secreto, un secreto que debía guardar si no quería volverme loca con sus preguntas a la vuelta, ni los jueguitos de miradas si alguna vez me lo mencionaban al mediocampista.

Joaquín era de esos amigos que te ven hablando con un pibe y ya piensan que estás noviando con el y te joden todo el día con él, es así y siempre lo fué o al menos desde que lo conozco.

—Si, pero igual quería seguir durmiendo —le miento —Me voy a cambiar, salgo y ya nos vamos.—digo para que Joaquín asienta y se vaya a su pieza a agarrar sus cosas.

...

Ya en el aeropuerto no quedaba nada más que esperar nuestro vuelo, yo me puse auriculares mientras que los demás del equipo dormían, me dejaron a cargo de despertarlos aunque viéndolo ahora se me iba a hacer bastante difícil siendo que no durmieron en toda la noche.

No pude evitar lo de ayer, Enzo en pedo y diciéndome que no me podría olvidar...que le prometa que nos íbamos a volver a ver.

Sonreí como una tonta, fui a instagram y hablando de Roma...parecia que el algoritmo se puso de acuerdo para ponermelo primero que todos.

Empecé a ver sus historias, fotos con la copa y del partido, con la familia y avisando que dentro de unas horas iban a estar con todos los argentinos festejando.

Se le notaba en la cara lo feliz y ansioso que estaba, paso a la siguiente foto y mi corazón se acelera.

Era nuestra entrevista, una foto que nos sacaron a los dos cuando toqué la copa y  le agradecía, mi cara mirandolo a él y el mirándome a mi.

Carajo.

"La copa le pertenece cada uno de los argentinos, todos merecen tocarla. Gracias por la entrevista @ matutorres 🇦🇷❤️"

Con esa foto se malinterpretaría todo, no lo niego, Enzo era un chico que llamaba la atención pero no me di cuenta que lo miraba de tal manera, para mi defensa en ese momento era una mezcla de emociones juntas que no podía ocultar, por el partido, claramente.

Mi celular no paraba de recibir notificaciones nuevas, likes, seguidores nuevos y mensajes. Mientras tanto yo trataba de pensar que podía responderle a Enzo sin quedar como una tonta.

Es decir, no quería decirle nada fuera de lugar. Actuar de una manera profesional era lo primero que tenía que hacer, eso era lo que hizo el, supongo que lo hace con cada persona que lo entrevista.

Estaba por responder cuando un grito me sobresalta.

—¡Matilda Torres! —me llama Joaquín que hace menos de diez minutos lo había visto profundamente dormido.—¿No tenés algo para decirme?

Mierda, ¿en qué momento se enteró?

—¿Algo para decirte? —me hago la desentendida y mi amigo hace un montoncito con la mano.

—Si sí, hacete no más.—me mira curioso.—Enzo Fernández, ¿te suena?

—Mmm no.—me hago la boluda pero por dentro me quiero reir.

La expresión de Joaquín era todo un poema al mostrarme la historia que subió a Instagram Enzo.

—Griciis pir li intrivisti Miti Tirris —lo imita y se pone los brazos en jarra.—¿Que le hiciste a ese chico?

—Sos un exagerado, eso lo debe hacer con todos lo que lo entrevistan.—le resto importancia.

Ojalá no lo haya hecho con otros entrevistadores, no pude evitar pensar.

— Matilda, ya lo hablamos con tu mamá pero te lo pregunto de vuelta ¿sos pelotuda? —arquea una ceja indignado —De alguna u otra forma le gustaste, es obvio.

—Lo hace con todos, calmate y no te hagas una novela que no va a pasar —me mordí el labio mirando aquella historia.

—Claro, porque claramente veo una foto conmigo agradeciéndome por ser tan bueno en manejar la cámara, dejate de joder Mati.—se queja —¡Chicos! los llama a todos que fruncen el ceño con sus gritos, ¡estamos frente a una futura botinera!

Yo me levanto rápidamente y le tapo la boca.

—¡Basta Joaquín! —lo reto como si fuera su mamá — No digas pavadas por favor.

El rueda los ojos y agarra su teléfono.

—Twitter debe estar revolucionado, necesito ver que teorías se arman —se sienta y sigue chismoseando.

No iban a hablar de mi en Twitter, eso estaba claro. ¿Por qué yo? Nunca me dieron importancia, ahora tampoco iba a ser la excepción y además quería llamar la atención por la calidad de mi trabajo, no por falsos rumores, no iba conmigo.

Mi celular suena y entro a la notificación sin siquiera ver quien es.

enzojfernandez

te mencionó en su historia

¿Y si cumplimos la promesa ahora mismo?

Volvete con nosotros, Mati.
06;25 am.


Mi corazón latía rapidamente, me estaba ofreciendo volver con él, con todos.

Ya estoy esperando mi vuelo

Sos un poco impaciente, Enzo
06;26 am

Me lo imagino viendo el mensaje riéndose por lo último.

Mientras que yo perdía de a poco el control con su último mensaje.

Quiero verte, Matu.

Cumplime el capricho, dale.

06;27 am

...

TE LOS CUMPLO TODOS ENZOOOOO

en un ratito subo otro capitulo para que no se queden manijas

mundial ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora