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cuando más intentas arreglarme

más lo empeoras

...

—¿Pero que mierda le hiciste? imbécil.—logro escuchar desde lejos la voz de Flor, intento abrir los ojos pero es en vano, me pesan demasiado.— Mati ya llamé a una ambulancia, estoy con vos si? tranquila.—me dice aunque su voz la escucho tan alejada que apenas puedo entender lo que me está diciendo.

Logro murmurar algo pero el cansancio me puede, intento estar despierta pero me es imposible y en cuanto menos me lo espero, tengo manos sobre mi cuerpo trasladandome al hospital.

Y lo único que deseaba en estos momentos fue no haberlo conocido nunca.

...

Una enfermera me toma el pulso y logro darme cuenta de que no estoy con mi ropa puesta sino que con una bata de hospital, mi vista trata de adaptarse ante tanta luz del lugar, miro hacia mi alrededor, tratando de incorporarme pero la mujer me para.

— Aún no, linda.—sonríe dulcemente.—Si te levantás de golpe el dolor de cabeza va a ser peor, tus amigos están esperandote afuera, te desmayaste hace unas horas.

Confundida, los recuerdos vienen como flashes que poco a poco hacen que mi corazón se retuerza, él me mintió, me traicionó de las peores maneras posibles.

—¿Los puedo ver? —pregunto con la voz raspándome la garganta haciendo que me arda y tratando de contener las lágrimas que se me querían salir.

—Cuando termine y te den los resultados de tus estudios ya los vas a poder ver.—mira mi ficha médica.—Si todo da bien ya te vas a poder ir a casa, Matilda.

Suspiro con cierto cansancio, quería correr a casa pero esa no era mi casa, era la casa de él. Nada de lo que implicaba un nosotros me pertenecía, sólo era una de sus cuantas mentiras y me pregunto en qué momento dejé de pensar y me dejé llevar por un hombre que solamente tenía un capricho por herir su orgullo, y de si esa máscara que tenía conmigo también la tenía con sus palabras. Parecía tan real hasta ahora que me dan nauseas de tan solo pensarlo.

Lo odio, con cada parte de mi ser, no lo quiero ver nunca más.

Esto se terminó cuando él dijo la primer mentira.

—A esperar entonces.—digo recostándome de vuelta, tratando de que los sentimientos se vayan con el viento.

Mi primer error fue caer ante un hombre que nisiquiera sabe lo que quiere.

...

Salgo del hospital, Flor me dijo que estaban afuera porque fueron a bucar un café, eran las ocho de la mañana y no había dormido nada, me dió culpa, le dije para salir y terminó de la peor manera posible. De igual forma agradecía que me hayan traído una muda de ropa muchísimo más cómoda que mi pollera y mi top. Ahora solo estaba de joggin gris y una remera blanca.

En cuanto salgo los veo a losdos ahí, con cara de preocupación mirando hacia mi, Flor viene hacia mi acompañada de Joa y me abraza.

—¿Que te dijo esa idiota? te juro que la mato.—el enojo era notable hasta en el tono de su voz.

Sin embargo mi enojo iba hacia otra persona, el responsable de que mi cabeza ahora esté hecha un lío.

mundial ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora