mundial ; enzo fernández

21

aclaración antes de que lean el cap: ME EQUIVOQUÉ DE NOMBRE, la chica con la que estaba Enzo se llama LUNA no CAMILA, me equivoqué con la mujer de Leandro!!! asi que aclarado eso ya pueden leer, los amo muchito.

...

—Que huis de mi, cada minuto que estoy cerca tuyo te alejás, doy un paso adelante y vos das tres atrás.—explica.—No sé como lidiar con vos.

— Enzo, ¿por qué complicás todo? —suspiro, ya estaba harta.

Lo último que quería esta noche era terminarla de esta manera, discutiendo con la última persona que querría estar discutiendo.

—¿Yo complico todo? —si fuera otra persona, diría que su tono de voz seguia calmo y relajado, pero pude notar un leve tono de exasperación haciéndose presente.—¿Enserio crees que yo complico todo, Matilda?

— No sé a donde queres que vaya esta conversación.—me llevo la mano a la cabeza, me dolía horrores.

—¿Vos que creés? ¿que quiero discutir con vos porque sí? sólo estoy haciendo esto porque me importás.—su voz se calma y me mira, como me miraba todos los dias cuando amaneciamos juntos.

—Enzo...—quiero hablar pero me interrumpe.

— Por eso ahora te llevo a casa, por eso te acompaño a donde sea porque si te pasa algo me muero Matilda, te juro que me muero.

Obvio que fue una sorpresa la forma en cómo me lo dijo y con la sinceridad que lo soltó.

Pero mis ojos habían visto otra cosa hoy a la noche y en las fotos del otro día, tambien escuchado cosas que me rompían al recordar.

"Soy Luna, la novia..." cierro los ojos como si así todo recuerdo se esfumara de mi mente.

El riendo con ella, besándola y bailando juntos, no era algo que iba a pasar por alto.

—Luna es tu novia, y por como estuvieron juntos hoy me demostraste lo poco que te importo y lo bien que estás sin mi.—escupo con notable enojo.

Enzo ríe sin gracia.

—Daa Matilda, por favor.—piensa que estoy de broma, pero no.— ¿Vos crees que me voy a poner de novio con una piba que conozco hace menos de una semana?

— Por lo visto si.

El auto sigue andando, el silencio se hace presente y de vez en cuando siento la mirada de Enzo sobre mi.

Niega con la cabeza y se muerde labio antes de hablar, como si no pudiera creer lo que yo estaba diciendo.

Y de repente, sin siquiera previo aviso para el auto, en seco haciendo que mi cuerpo haga un vaivén de adelante hacia atrás, antes de poder recriminarle algo y decirle lo peligroso que fue eso, habla.

— Sólo a una sola mujer le hubiera pedido que sea mi novia en menos de una semana.—soltó mirandome a la cara.

— Y es Luna.—finalicé.

—No, no es Luna.—me sigue mirando.—Y vos lo sabes muy bien.

Le dirijo la mirada y choco con sus ojos oscuros, que me miraban entre curiosos, enojados y tensos, tan tensos como su mandíbula, sus hombros y sus manos que acariciaban el volante porque no podía mantenerlas quietas.

— No estamos para estas cosas.

—¿Para qué cosas? —su pregunta sale rápido.

Mi boca se cierra, de vuelta ese silencio y la cabeza sentia que me daba vueltas, pero por suerte las ganas de vomitar se habian ido.