—¿Te gustan los panqueques?—le pregunté levantándome del sillón y acercándome a la alacena.
—Me encantan —sonrio cuando lo veo acercandose a mi.—¿Podés? —se burla al ver que hago puntitas de pie para alcanzar las cosas.
—Obvio que puedo —ruedo los ojos agarrando las cosas orgullosa.
—Ya veo, el esfuerzo valió la pena.—bromea y yo le saco mi dedo del medio.
—¿Siempre sos así de descansero? —le pregunto y el asiente.
—Digamos que me gusta más hacerlo con vos, enseguida ponés cara de culo.
—No es verdad.—lo miro y el ríe.
—Ahora tenés cara de culo, ves?
Mientras yo ponía los ingredientes en el bowl, Enzo se metía.
—Le falta azúcar.—arqueo la ceja.
—Ya bastante vas a tener con el dulce de leche.
—Posta para mi le falta azúcar.—ruedo los ojos.
—Bue, dale ponele, caprichoso .—Enzo sonríe como nene chiquito y le pone azúcar.
—¿Tenés hermanos? —me pregunta y yo asiento.
—Dos, Ciro el mayor y...Sofia.
—¿Sos la menor? —asiento.—Yo también, nosotros somos cinco, Seba, Maxi, los mellis Rodri y Gonza y obviamente el mejor de todos —se señala.—Yo.
De igual manera, hablaba de los hermanos y sus ojos se iluminaban. Se notaba que se llevaba bien con ellos y lo mucho que los amaba.
—Se nota que te llevás bien con ellos.—le sonrio.
—Nos llevamos como cualquier hermano, a veces tenemos nuestros cruces pero después nos arreglamos.
—Yo no tengo relación con ellos.—Enzo me escuchaba atentamente.—Con Ciro me llevo bien pero no nos vemos nunca casi, con Sofia...es un tema.—suspiro.
El tema me afectaba, sabía que si no cambiaba de tema me largaría a llorar.
—¿Y de qué cuadro sos? —alza la ceja y niego.
—No te lo voy a decir.—el abre la boca indignado.
—Que no sea el que yo pienso que es porque esto se termina acá.—exagera y yo rio.
—Mmm es...—amago que le voy a decir pero me callo.
—Dale Matilda, no me hagas así yo quiero saber.—se cruza de brazos y espera.—No vas a comer panqueques sino.—me acusa con el dedo.
—¡Pero si los estoy haciendo yo! —me indigno y pienso si decirle.
Dios mío, ahora se iba a agrandar muchísimo más.
—Soy de River.
La sonrisa de punta a punta que pone Enzo nisiquiera la puedo describir, estaba en un cumple.
—¡Osea que me viste! —saca la conclusión y yo lo miro obvia.
—Claro que te vi flaco, jugabas ahí.
—¡Y nada! nunca que te acercaste, me siento aún más indignado.—se queda callado y sonríe, algo tenía en mente.—¿Me quedaba linda la camiseta, no?
Si Enzo, hermosa te quedaba.
—Que se yo.
—Daaa Matilda, algo lindo decime.
Yo de mientras ponia la mezcla en la panquequera, cuando ya esta lista lo saco y asi con el siguiente, intentaba distraerme con eso pero con Enzo es imposible.
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mundial ; enzo fernández
Fanfiction"¿Cómo no la vas a poder tocar? Si sos argentina" no pude quitarle la vista de encima, supe en ese momento que estaba viviendo el mundial con mi mundial