Ya era de mañana, Aonung con las ganas de querer saber porque Neteyam no quiso hablarle ayer por la tarde, se levantó rápida de su hamaca, Tsireya al ver sus intenciones quiso detenerlo, pero no pudo debido a que este salió corriendo de la choza, Tsireya claramente lo siguió para ver lo que sucedía e intentar detenerlo si hacia alguna estupidez, que los afectará a ambos.
— ¡Aonung, detente! — sus gritos y peticiones fueron ignoradas por al mayor, quien tenía sólo un objetivo en mente y era saber porque Neteyam no quiso hablaron con él.
Aonung iba segado por la ira y tristeza, negándose a creer la posibilidad de que Neteyam ya no quisiera nada con él, lo cual sólo lastimaba más su corazón, pero sólo reemplazada aquello con argumentos de que él estaba ocupado y por esa razón no lo podía ver.
Iba casi llegando a la choza de la familia Sully, algunos Metkayina lo miraban confundidos, debido al semblante que este poseía en su rostro, la mandíbula tensa, los dientes apretados casi sonando al ser movidos, las venas marcadas en su cuello y manos, y sobre todo la mirada inyecta de ira y otro sentimiento que ellos no captaron.
Una vez frente a la entrada de la choza, pudo visualizar a Neteyam, el cual estaba de frente mirándolo sorprendido y con una canasta en las manos la cual dejo caer por la sorpresa, Aonung aún enojado se acerco a él con furia en los ojos, pero las palabras de Lo'ak llamaron su atención.
— ¿Qué haces aquí, Aonung?... — se veía la molestia en la pregunta de Lo'ak, el cual fue ignorado por Aonung, quien sólo miraba a Neteyam.
— Lo'ak, ve con Tuk y Kiri al arrecife... — las palabras de Neteyam eran suaves, calmadas y melodiosa ante los oídos de Aonung. Lo'ak no parecía muy conveniente y protestó.
— Pero... — las palabras fueron guardadas cuando Neteyam poso su mirada en él con una sonrisa.
— Estaré bien, tranquilo... — aquello hizo que Lo'ak soltase un bufido molesto, pero asistió llevándose a sus hermanas, mirando por última vez a su hermano y a Aonung, yéndose de ahí dejándolos solos —. ¿Qué quieres, Aonung?... — su pregunta enojo más al metkayina, el cual se acerco de forma peligrosa a Neteyam.
— "¿Qué quieres, Aonung?", es enserió... — repitió con molestia, pero aquello no sorprendió al na'vi azul, pero muy en el fondo sabía que este no sería capaz de hacerle daño, no físicamente —, quise hablar contigo, pero Lo'ak me dijo que no. ¿Acaso no querías hablar conmigo?... — sus palabras demostraban dolor, junto aquel tono quebradizo, al igual junto el odia que había en ellas.
— No es eso, Aonung... — respondió mirándolo con seriedad, pero esto sólo hizo a Aonung fruncir los labios y alejarse un poco de él, su corazón se estaba rompiendo.
Ahora lo sabía, amaba tanto a Neteyam que este se había vuelto su debilidad y todo lo que estuviera relacionado con él le afectaba de manera sentimental.
Se acerco nuevamente a este con la mirada apagada, estaba apunto de gritarle de no ser por las vendas que envolvían el tórax de este, lo cual hizo que toda esa ira y enojo se fuera en segundos, con delicada poso su mano en el pecho de este, lo cual alertó a Neteyam alejándose de él, con las orejas bajas.
— ¿Qué te sucedió?... — su pregunta hizo eco en el lugar, sin recibir respuesta por parte del na'vi azul, el cual se dio la vuelta ignorando al metkayina, pero eso no alegro a Aonung, este se lo suficiente para tocar la espalda del contrario.
— ¡Ay! — aquel quejido lastimero alertó al metkayina, sacando su mano rápidamente, el semblante del contrario hizo que su corazón se contragiera, se acerco a Neteyam con una sola intención.
— ¿Neteyam?... — susurró, pudo ver en los ojos de Neteyam tristeza y dolor, este lo miro por unos segundos y volteó los ojos a otro lado, mientras sus manos eran apretadas, formando unos puños.
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𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 ━━━ 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐍𝐀'𝐕𝐈
Fantasy'' La vida es rara, cree me. Yo, aonung, hijo del líder de los Metkayina, creía odiar a los tuyos por ser diferentes a los míos, pero veo que termine enamorado de uno de ellos. Para mi eso fue un... Wow, nunca creí que eso fuer...