𝐘𝐀𝐖𝐍𝐄 » 008

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Ya era de mañana, por lo cual todos los na'vi se estaban despertando para empezar con sus actividades, Aonung se despertó, con los ojos algo rojos en la parte inferior de este, con rapidez se levantó de su hamaca y fue a la choza donde se encontraba la familia Sully, pudo ver que los otros hermanos de Neteyam ya estaban despiertos. Así que se acerco a ellos.

— ¡Hey, Lo'ak! — llamo este al menor, haciendo que este lo mirara, pero al ver quien era, soltó un bufido.

— ¿Qué quieres, Aonung?... — preguntó de mala gana.

—Bueno... — musitó —. ¿Puedo hablaron tu hermano?... — preguntó este, aquello sorprendió y confundió a Lo'ak, el cual lo miro desconfiado.

— No — respondió con seriedad, haciendo que las esperanzas de Aonung se fueran al caño —. Él no quiere ver a nadie, tiene un problema por lo cual no esta disponible... — añadió con la mirada baja, esas palabras fueron como dagas para el corazón de Aonung, el cual asistió yéndose de ahí.

Sin saber que cierto na'vi lo estaba mirando desde lejos, ese era Neteyam, mirando como Aonung se iba, pero no dijo nada. Lo'ak miro hacía atrás, encontrándose con su hermano mayor, con rapidez fue dónde él.

— Hermano, que haces levantado, ve a descansar... — dijo con un semblante serio, pero a la vez triste, ante eso Neteyam paso su mano por los cabellos de este, acariciándolos.

— No te preocupes, Lo'ak, tu hermano es fuerte, después de todo soy un guerrero Omaticaya... — musitó con una sonrisa, Lo'ak puso su cabeza en el pecho de su hermano mayor.

— Lo sé, pero... no quería que esto pasara, perdoname — susurró, cerrando sus ojos poco a poco, ambos chicos se adentraron a la choza, encontrándose con la pequeña Tuk, la cual estaba jugando con un pequeño ilu de madera.



Los hermanos estaban pasando tiempo juntos, mientras que no muy lejos de ellos, se encontraba Aonung haciéndole 'bromas' pesadas a los demás Omaticaya, junto a su grupo de amigos,  los cuales estaban felices por haber roto la relación y/o amistad que ellos poseían. Habían pasado toda la tarde con sus bromas de mal gusto, pero en eso Aonung poco a poco se iba distanciando de ellos, pasando por delante de la choza de Neteyam.

— ¿Sucede algo, hermano?... — preguntó una voz detrás de él, era su hermana, Tsireya, la cual estaba con gotas de agua resbalar por su cuerpo, dando a conocer que de encontraba buceando —, te vez decaído desde ayer por la noche... — añadió con preocupación.

— No, no es nada... — sus palabras eran decaidas, había dolor de por medió, eso lo notó Tsireya, la cual poso su mano sobre el hombro de Aonung.

— Yo... yo no quería que esto pasara, le prometí que no molestaría a sus hermanos, pero ni eso pude hacer bien... irónico, los odie desde que llegaron por ser diferentes a nuestra gente, pero ahora estoy aquí intentando obtener el perdón una vez más de aquel chico que confío ciegamente en mis palabras, para salir decepcionado otra vez... — susurró mirando el mar.

— Pero, ¿por qué algunos Omaticaya se veían molestos?... — preguntó, observando a los na'vi que miraban a su hermano de mala manera.

— Creí que molestando los o haciéndoles bromas de mal gusto el dolor de mi corazón se iba a ir... pero vi que no.

Las palabras de Aonung fueron dolorosas para la joven, la cual miro a su hermano y luego a la choza donde estaba la familia Sully, con cuidado tomo el brazo de este y se lo llevó de ahí, alejandolo del dolor. Una vez lejos de la choza Aonung pudo soltar todo el aire retenido en sus pulmones.

— No sé que decirte, lastimaste a Neteyam dos veces... pero tengo fe de que con el tiempo ustedes dos puestas solucionar sus problemas — musitó Tsireya —, tengo esperanzas en que eso sucederá. Pero debes ser paciente y darle su espacio para que igual piense las cosas...

— ¿Cómo se que lo hará?... ya lo he lastimado demasiado... — comentó con los ojos cristalinos —, no creo que me perdoné, confío en mí y yo destroce la confianza que tenía en mí...

— Te fe hermano mío, yo se que Eywa los unirá de nuevo... — dijo la joven —, se ve que ustedes dos se quieren demasiado...

— Como no tienes idea... sonará muy cursi, pero Neteyam es mi todo, no me imagino una vida sin él... — susurró con una pequeña e imperceptible sonrisa que demostrando el amor que sentía por el na'vi azul.

— Tus sentimientos son sinceros hermano, lo puedo ver — aquello alegro a Aonung —, por eso pelea por él, no ahora, pero después hazlo. Para que el veo que realmente lo amas y estas dispuesto hacer por él.

— Gracias, hermana... — aquellas palabras llenas de agradecimiento, lo cual alegro a Tsireya —. Y que hay de ti — sonrió, confundiendo a la joven —, ¿acaso no estas interesada en cierto chico azul, también?... — sus palabras sorprendieron a Tsireya, la cual se sonrojo levemente.

— No te burles, Aonung... — gruñó con las mejillas de un color carmesí.

— Nadie se está burlando, Reya — comentó con una sonrisa divertida, sentándose en la arena y observando el paisaje, acción que copio ella, sentándose al lado de su hermano y apoyando su cabeza en el hombro de este.

— Se que todo va a mejorar... — susurró con tranquilidad, aunque aun no convencían del todo a Aonung, pero prefiero callar.

— Sólo espero que tengas razón, Tsireya y no me estes ilusionando... — musitó con amargura en su voz, pero luego pensó en positivo su hermana jamás le mentiría de esa forma.

— No lo hago, deja de ser tan testarudo... — miro a su hermano con una sonrisa divertida.

Ya después de eso no dijeron nada más, solos quedaron a observar el bello paisaje que les otorgaba Eywa, agradecidos de vivir en un lugar tan hermoso, magnífico y a la vez peligroso, pero eso era lo que formaba a Pandora, ahora nos vamos a la choza de los Sully,  encontrándonos con Jake, Neytiri y Neteyam.

— Debes aprender las tareas de un Olo'eyktan... — informó Neytiri a su hijo mayor, el cual aún se encontraba confundido.

¿Aprender las tareas de un Olo'eyktan?

El haber abandonado su tierra, él ya no era heredero o por así decirlo un futuro Olo'eyktan de los Omaticaya, no lo entendía.

— No entiendo, yo ya no soy un heredero a Olo'eyktan... — musitó —, ¿Cómo es eso posible?, si es que se puede saber, claramente... — preguntó mirando a sus progenitores.

— Eso lo sabrás más adelante, por el momento debes aprender las tareas de un Olo'eyktan, ¿estás desacuerdo con esto, Neteyam? — preguntó Neytiri a su hijo, el cual se veía dudoso, pero asistió.

— Sí. Soy el hijo mayor de ustedes, mis padres, por lo cual es mi deber ser un digno Olo'eyktan ante sus ojos y el de mi gente... — respondió con una sonrisa,  aunque sus ojos sólo reflejaban tristeza y dolor. Desde que llegaron a este lugar no hubo un momento en que no experimentará esos sentimientos.

— Ese es mi hijo. — sonrió Jake, acunando la mejilla de Neteyam en su mano.

𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 ━━━ 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐍𝐀'𝐕𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora