𝐘𝐀𝐖𝐍𝐄 » 010

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Los jóvenes na'vi aun se abrazaban, ignorando todo a su alrededor, sólo siendo ellos dos, juntos. Aonung aun con las palabras de su compañero haciendo eco en su mente, miro al menor, el cual tenia una sonrisa en su rostro mientras lo seguía abrazando, con suavidad y todo el amor que tenia por su chico.

Su chico... Pensó con una sonrisa.

Sí. Aquel hermoso na'vi risueño entre sus brazos era su chico, se sentía el hombre mas afortunado de poder tener lo con él.

Su propósito en el mundo, su atadura al mundo, aquel por el cual luchará con lanza y arco, sólo por él, bueno... Igual lo haría por su gente, pero ahora Neteyam era mas valioso.

Sonaría egoísta y toda la cosa, pero si estaría listo para sacrificar a su vida y a todos por el bienestar de Neteyam.

— Aonung... — las suaves palabras de su chico, captaron su atención, lo miro con sumo amor y cariño —, ¿te gustaría ir al arrecife? — preguntó con una sonrisa, a lo cual Aonung asistió besando su frente con suavidad.

— Bien, vamos — ambos chicos salieron de la choza y yendo al arrecife con tranquilidad y conversando entre ellos, sobre las cosas que les gustaban entre otros.

Iban de lo más tranquilo caminando, cuando en eso aparece el grupo de Aonung, los cuales no se veían para nada contentos con la cercanía de ellos, Erkes se acerco a Neteyam con una mirada de desdén, lo cual incómodo al na'vi azul.

— Neteyam... — eran palabras llenas de indiferencia y molestia, al igual de lo filosos que eran. Tomo con su mano la cola del contrario.

— ¿Qué demonios haces? — preguntó este alejandolo de un empujón, Erkes sonrió ante eso, Aonung apretó los puños con desagradó, mientras miraba al na'vi metkayina.

— Erkes, basta. Es una orden... — los na'vi metkayina miraron a su líder con incredulidad por eso, estaba defendiendo a ese fenómeno, un maldito error que jamás debió de existir.

— ¿Por qué lo defiendes, Aonung? — está vez hablo Ralu, todos estaban preguntándose lo mismo.

Él, Aonung, el hijo de los líderes, conocido por ser alguien indiferente y con mal carácter, a él le importaba poco si podía llegar a herir de manera verbal a los demás na'vi, todo era diversión para él.

Ahora resultaba que cambió sólo por la llegada de un fenómeno de bosque y de cinco dedos, miraron con enojo al Omaticaya, el cual tenia una mirada de seriedad.

— ¿Es por él, verdad? ¿Por ese fenómeno cambiante tanto? — sus preguntas eran cada vez más altas, llamando un poco la atención de los demás metkayina y Omaticaya.

— ¡He dicho ya basta! — exclamó con fudor, acercándose al más bajo, el cual retrocedió un poco, haciendo sonreír al mayor con burla en su mirar.

— ¡No! ¡¿Cuál es la maldita razón por la cual cambiaste?! — grito, Erkes mirándolo con enojo, pero Aonung calló, no iba hacer sentir incómodo a su compañero con sus palabras.

— Eso a ti no te importa... — respondió con seriedad, alejándose de él, tomando el brazo de Neteyam y yéndose de ahí, con camino al arrecife.

— ¡Aonung, no me ignores! — grito nuevamente, Erekes, lo cual sólo alimentaba la ira del na'vi aguamarina, intentando ignorarlo lo mejor posible antes de hacer una locura —, ¡todo por una ramera de bosque! — esa frase fue la gota que derramó toda su paciencia, Neteyam lo miro tomando su brazo y tratado de llevárselo de ahí.

Pero sus resultados fueron en vano, debido a que este se soltó con rapidez y fue dónde él menor, con ira en sus ojos, sólo eso de podía ver.

El menos se alejo con rapidez, pero el puño de Aonung impacto contra su rostro, dando inicio a una pelea entre los dos chicos. Todo el show hizo que los metkayina se acercaran al lugar, los demás "amigos" de Aonung los intentaron de separar pero todo fue inútil.

𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 ━━━ 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐍𝐀'𝐕𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora