𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 ━━━ 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐍𝐀'𝐕𝐈

𝐘𝐀𝐖𝐍𝐄 » 019

"let me make amends, let's go back to the good old spring days..."

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Todos seguían festejando, Neteyam hablaba con O'lia sobre asuntos del Clan, de como podría ayudar a este, dando ideas tras ideas, ambos compartían los mismo pensamientos sobre las cosas que necesitaba su pueblo, mientras que Aonung los veía desde la lejanía, queriendo saber que hablaban, pero no podía llegar y acercarse como si nada, desde ese mismo día existía una diferencia entre sus jerarquías, el seguía siendo un heredero a Olo'eyktan, mientras que el menor ya era un Olo'eyktan del Clan que se ubicaba en el corazón de Pandora, ahora eran diferentes. Y eso no le gustó para nada, más sabiendo que el menor ahora tenía una compañera que viviría a su lado para velar por su bienestar y aconsejar sobre lo que era mejor para el Clan.

Todos era un mierda, mañana él se iba a ir, junto a los demás Omaticaya a las selvas y bosques de Pandora, junto a ella, pero no podía estar celoso, ellos ya no eran nada, aquella relación tipo amantes, no existía. Miro por unos instantes a los jóvenes, se veían felices hablando de quien sabe que, volteó la mirada molestó, con brusquedad se levantó del suelo y fue a las orillas del arrecife, sin notar que su hermana lo seguía. Cuando llegó sólo se quedó observando el mar, viendo a los ilu jugar entre ellos.

— ¿Aonung, te pasa algo? — preguntó la menor acercándose al mayor, el cual tenia la mirada perdida, debía desahogarse con alguien y Tsireya era su pilar.

— Yo... hice algo horrible, Reya... — respondió mirándola, la menor se acerco a él con lentitud, mientras su rostro demostraba confusión y preocupación.

— Nada pudo ser tan malo... — comentó, Aonung soltó un suspiro cansado, pero no se iba a guardar sus problemas, Tsireya era en quien confiaba.

— Lastimé a Neteyam, teníamos algo tan hermoso, pero por mi terquedad no lo deje explicar las cosas que realmente pasaban y sólo lo insulte, difamando su amor por mí... yo... yo me prometí jamás hacerlo llorar... — murmuró con la mirada baja, la menor poso su mano en el hombro del mayor —, debiste ver su rostro, se veía devastado ante mis palabras... se que jamás me va a perdonar,  no por lo que hice... si tan sólo hubiera escuchado a Rotxo, nada de esto hubiera pasado y ahora él es un Olo'eyktan, Reya, lo que significa que ahora tiene a una compañera con la cual pasará sus últimos días de vida... y sabes lo que más odio de todo esto, es que lo abandone en la playa a mitad de la noche... — finalizó, sintiendo sus vista nublar, su corazón se rompió nuevamente, su bello chico risueño ya no estaría para él, ya no después de todo el daño que le causó.

— ¿Hiciste qué?... — una tercera voz apareció en el lugar, ambos hermanos se voltearon con rapidez, era Lo'ak  quién al ver a Tsireya irse la siguió creyendo que algo le sucedía, pero a lo contrario, sólo escuchó la confesión de Aonung, todo cuadraba con el recuerdo de su hermano llegando a altas horas de la noche, sabía que esos sollozos no los había inventado, no, ahora sabía lo que realmente había sucedido.