𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 ━━━ 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐍𝐀'𝐕𝐈

𝐘𝐀𝐖𝐍𝐄 » 015

• INFORMACIÓN:
Verán un pequeño fragmento de algo hard(?, no entendí muy bien ese concepto, pero por los emojis supuse que tenia que ver con una escena sexual o caliente. :}

• Espero les guste

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El primero en despertar fue Aonung, quien tenia el cuello a dolorido, se levantó quedando sentado recostándose en la pared, toco su frente, miro a todos lados, aun era muy temprano. Miro a su chico, el cual yacía durmiendo plácidamente, sonrió ante eso y acarició la mejilla de Neteyam con su mano libre. Amaba cada centímetro de su chico, todo de él le parecía la cosa mas espléndida del mundo.

— Hey, dormilón... — susurró, Neteyam se removió ante eso, causando que las heridas de su cuerpo dolieran y ardieran a la vez, por lo cual abrió los ojos soltando un quejido lastimero.

— Buenos días, Yawne... — sus palabras fueron bajas, pero con ese toque de cariño que el amaba, con cuidado se sentó en la cama con ayuda de Aonung —, gracias. — agradeció con una sonrisa, se hizo a un lado para que así Aonung se sentara a su lado.

Aonung se sentó a su lado y Neteyam recostó su cabeza en el hombro del mayor, sus manos aun estaban entrelazadas, nadie dijo nada, sólo se quedaron apreciar el paisaje.

Todo era simplemente magnífico, sólo ellos dos, solos, sin que nadie interrumpiera su momento juntos y si alguien lo llegara hacer, se encontraría con los puños y palabras hirientes de Aonung.

— Mucho tiempo... — susurró, un muy confundido menor lo miró, quien tenía la cabeza levemente doblada hacía lado, la mano de Aonung atrapó su mejilla y junto sus labios con ferocidad contra los de Neteyam, digno de una futuro Olo'eyktan.

Sus toques eran castos, por parte de Neteyam, pero por otro lado, los toques de Aonung eran algo calurosos y ardientes, queriendo recorrer todo el cuerpo de su chico con sus dedos, conocer cada pequeño detalle de su anatomía.

Beso tras beso, toque tras toque, aquellos  sólo estaba alimentando la fogosidad de Aonung, las mejillas de Neteyam se tornaron de un color carmesí, sus ojeras estaban bajas. Aonung se separó debido a la falta de aire en sus pulmones, repartió pequeños besos en el cuello de Neteyam, el cual se estremeció ante eso, soltando bajas incoherencias.

Su lengua recorría el cuello azulejo de Neteyam, este puso sus manos en los hombros de Aonung, quien volvió atrapar los labios del menor, fundiéndose en un beso más profundo y feroz, un pequeño e imperceptible hilo de saliva salio de la comisura de Neteyam.

Las manos del mayor recorrieron su cuerpo sin pudor alguno, hasta llegar a sus caderas, acercando más el cuerpo de este, sintiendo como el corazón de su chico latía con velocidad.

Los ojos de Aonung estaban inyectados con deseó, quería poseer el cuerpo su chico, quería dejar rastro de que él estuvo ahí, para que todos supieran que ese risueño y encantador joven era suyo, así nadie se le acercaría con otras intenciones.

— Ao... Aonung... — el clamor de su chico estaban poco a poco corrompiendo su juicio y terminaría tomando a su chico ahí mismo, haciéndolo decir y gritar su nombre, a un tono tan alto que no tendrá voz.

— Shh... sólo disfruta... — susurró cerca de su aparato auditivo, otra sesión de besos por parte del mayor se hizo presente, Neteyam miro a los ojos de Aonung, causando que una pequeña chispa de excitación en sus adentros.