Lenguaje del Amor || Satzu •Adaptación•

Capítulo 52: Lenguaje del Amor #3: la recepción de regalos

Sana suspiró con cansancio y le dio una mirada a sus dos hijas: mientras ella intentaba darle de comer a Sullyoon, Minju le hacía caras y jugaba con sus espaguetis logrando que su hermana solo riera y no quisiera comer.

La rubia hundió por milésima vez el tenedor en un pequeño pedazo de carne y lo llevó otra vez a la boca de su hija; pero Minju nuevamente soltó por nada una carcajada y Sullyoon se dedicó a imitarla logrando que la paciencia de Sana volara más allá del techo.

- Minju, deja de jugar y come- exigió la rubia con una seria mirada hacia su hija mayor.

- No tengo hambre.

- No importa. Acabas de llegar del Instituto y tienes que comer… ¡Minju!- alzó la voz cuando la niña tomó jugo del vaso de Sullyoon y mojó al paso la remera de la más pequeña.

- Tengo sueño- le reclamó en cambio Minju y ella suspiró molesta. Por supuesto que no tenía sueño pero tampoco imaginaba qué quería realmente. A diario era Tzuyu la que ocupaba ese lugar y ella estaba en el Instituto dando clases; pero aprovechando la cercanía al cierre del año escolar le dieron el día libre y la morena aprovechó adelantar uno de ella. Sana quiso golpearse la cara contra la mesa al ver a Minju comiendo ahora raramente y estirando el tenedor para compartir con Sullyoon y la castaña la recibía gustosa- ¿A qué hora regresa mamá?

- ¡Mamá!- gritó Sullyoon con tenedor en mano pero vacío.

- No lo sé, hija. Me dijo que tenía un nuevo trabajo e iba a tardar.

- ¿No vendrá a almorzar?

- No, cielo. Debe estar haciéndolo en el estudio.

- ¿Sola?- preguntó Minju cruzándose de brazos y Sana quiso sonreír, porque por muy rubia y ojos cafés iguales a ella fuera, ese puchero por enojo era igual de adorable que el de Tzuyu- Mamá siempre come con nosotras.

- Yo lo sé, Minju pero…

- ¡Ma!- gritó Sullyoon apuntando con su tenedor el pasillo cuando la puerta se abrió. Sana sonrió con emoción y se puso de pie para recibir a Tzuyu con su habitual beso en los labios. Frunció el ceño y ladeó la cabeza al verla pasar a su lado sin decir palabra y abrir la heladera con violencia- Mamá.

- Hola, Sully… Minju ¿por qué está tu plato aún con comida? Sabes que debes comer todo- reclamó Tzuyu antes de llevar una botella de agua a su boca.

- Mami no cocina lo mismo que tú- aseguró la niña cruzándose de brazos y recibiendo una mirada de Sana - ¿me trajiste mis chocolates?

- No, hija. Hoy estoy algo apurada- dijo la morena besándole cariñosamente la cabeza y llegando hasta la silla de Sullyoon para hacer lo mismo- Sana, Sully está mojada- se quejó Tzuyu al alzar la niña y sentir la humedad de su remera.

- Estaba por cambiarla. Minju y ella… estaba por hacerlo, Tzuyu- repitió Sana siguiendo a la morena escaleras arriba, sin embargo la morena abrió la puerta de su cuarto y caminó directo al placard- ¿Qué te pasa hoy? ¿Por qué…

- ¿Cambiaste de lugar la ropa de la niña?

- No ¿por qué haría eso?- preguntó Sana desconcertada observando a Sullyoon semidesnuda en la cama y Tzuyu buscando otra prenda- están donde siempre, Tzu…

- Aquí están- la cortó la morena quitando una remera con el dibujo de Mickey Mouse en ella y colocándosela a Sullyoon rápidamente- ve a jugar con Minju un momento, Sully. Después mami te acostará para una siesta ¿si? – la pequeña morena apenas asintió y se bajó de un salto para abandonar la habitación- ¡Sin correr, Sully!- la retuvo Tzuyu y Sana, aun cerca de la puerta, observó a la niña tomarse del barandal con cuidado y a mitad de camino ser ayudada por Minju.