Fue tan extraña la sensación que sintió al pisar ese lunes el McKinley que parecía que algo le soplaba la cara a cada segundo, a pesar de que los árboles no se movían o caminara sola por el estacionamiento. Pero estaba feliz. Parecía como si todo lo vivido durante el fin de semana nunca la había dejado y cada vez que se abrazaba podía sentir los brazos de Tzuyu como el viernes a la noche en su cama. Reprimió una sonrisa e ingresó al Instituto.
Le llamó la atención que Kim estuviera en el centro de un pequeño grupo de estudiantes reclamándoles comportamiento y señalándolos mientras intentaba controlar el tono de su voz. Frunció el ceño y se acercó a ellos.
- ¿Qué sucede?- le preguntó al profesor del Club Glee que observaba todo negando la cabeza y con los brazos cruzados.
- Lo mismo de siempre. Alumnos que quieren llamar la atención…Tus alumnos- le respondió el hombre señalando velozmente con su dedo a uno de los estudiantes. Sana movió rápidamente los ojos buscando a Tzuyu o Christopher, el que las últimas semanas ambos han sido alumnos ejemplares no significaba que ese día continuaran con la momentánea rutina.
- ¿Mis alumnos?- murmuró al no encontrarlos. En cambio, Jennie, respaldada por dos porristas más, se desprendió con enojo en su rostro y una salida que llamó su atención por la agresividad de golpear el hombro de sus compañeros. Parpadeó varias veces viéndolas partir y luego se dirigió al director- ¿Qué pasó?
- Oh, señorita Minatozaki que bueno que lo pregunta. Esas alumnas aprovechan el baño para escribir cosas que no deberían y jugarles bromas a los alumnos de menor grado…Encárguese que Kim y sus amigas reciben una hora de castigo
- ¿Qué me encargue?... ¿A qué se refiere con eso?
- Pues a que sean parte de su salón de castigo o esa hora extra que usted da. Pero que aprendan su lección.
- Pero esa hora solo es para…
- Para aquellos alumnos indisciplinados…Y esas porristas forman parte de ese grupo- Aseguró heechul antes de alejarse hacia su oficina. Sana infló su pecho algo molesta, ella solo se había ofrecido a darle la clase de disciplina al salón 8, como realmente se llamaba, o el de la lejanía, como a ella le gustaba llamarle. Para el resto de alumnos estaba el verdadero salón de castigo. Además, no podía dar los miércoles una hora más de clase para esas alumnas y viajar tarde por lo que, rápidamente, pensó en incluirlas en el grupo de los lunes o viernes. La idea no le agradaba mucho.
Finalmente, antes de llegar al salón que menos alumnos poseía, pasó por el de Jennie y les informó que se dirigieran al salón de la actividad extra al final de día.
- Buenos días, clase- saludó alegremente al ingresar a su salón. Les sonrió a todos cuando le devolvieron el gesto alegremente- Tomen sus cuadernos que hoy retomaremos el tema de la escritura y oralidad.
- ¿Vamos a escribir otra vez y leerlo frente a todos?- preguntó Mina recostando pesadamente su cabeza sobre la palma de su mano y apretando los ojos.
- ¿Cuál es el problema?- le preguntó Somi totalmente desconcertada.
- Solo a ti te gusta ese tema, cerebrito- respondió Mina.
- Pues hoy les gustará a todos- intervino Sana - porque haremos la clase más dinámica. Se separarán en dos grupos- ordenó extendiendo sus brazos y luego separándolos ejemplificando la situación- y cada grupo deberá hacer cinco preguntas sobre lo que vimos hasta el momento y cinco posibles respuestas que crean pueda contraatacar los cuestionamientos del otro grupo…
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Lenguaje del Amor || Satzu •Adaptación•
FanficSana Minatozaki es la nueva profesora del McKleyn. Tzuyu Chou, es su estudiante menos aplicada. ♡ Esta historia NO ES MÍA, todos los créditos a su respectivo/a autor/a.