Tzuyu tenía algo, ella lo sabía, lo instituía y lo mejor de todo lo sentía mientras lo vivía.
Tzuyu era más allá de una jovencita, morena, algo rebelde pero segura de lo que hacía.
Tzuyu no solo era su novia, la persona a la que acababa de entregarle su virginidad ya la que ahora acariciaba mientras dormía.
Tzuyu tenía 17 años, actuaba como si tuviera muchos más y era la que dominaba en todos los sentidos de la palabra esa relación. Y a ella le gustó.
Tzuyu era celosa, posesiva y dulce en partes iguales. Le reclamaba, le preguntaba cosas y le dejaba en claro que solo se sintió atraído hacia ella. Y que nunca le paso algo parecido.
Tzuyu estaba en su cabeza inclusive cuando no estaban en el mismo espacio y ahora iba a quedarse en cada centímetro de su piel por el tiempo que ella quisiera. Y por el que no tambien; porque lo vivido hace horas no lo iba a olvidar como si nada.
Tzuyu era perfecta ante sus ojos, para sus brazos y en su imaginación aún mucho más.
Ella estiró su brazo, le rodeó la cintura y la acercó más contra su cuerpo, porque Tzuyu era eso, la comodidad que la hacía sentir especial y diferente a todas las demás personas.
Tzuyu murmuró algo por lo bajo aún somnolienta y ella se acercó a su cuello, lo atacó con sus dientes, raspó con ellos sobre su pulso y luego tiró de el intentando despertarla.
La mano en la cintura de la morena comenzó a subir hasta acariciarle las costillas del lado izquierdo, jugó allí un momento y luego continuó su camino. Ascendió los dedos de manera casi invisible, los curvó bajó sus pechos y al continuar subiendo apretó su pezón logrando su cometido: Tzuyu mostró los primeros signos de querer despertar.
- Sana…- murmuró la morena arqueando apenas su espalda y tirando su cabeza hacia atrás. La rubia sonrió y, aunque sus planes eran despertar a Tzuyu con rapidez, descartó ante las débiles palabras de su novia cambiar el recorrido del juego- Sana…- repitió Tzuyu al sentir las manos de su novia en sus pechos y masajeándolos a su total antojo.
Sana terminó por cruzar medio cuerpo sobre el de Tzuyu dejando su rostro en su pecho y una pierna cubriendo la desnudez de la intimidad de su chica solo para sentirla ella misma y no compartirla si quiere con el aire.
Rodeó con su mano derecha el seno de Tzuyu y lo apretó tantas veces como quiso, movió su cabeza hacia el lado contrario y se apoderó del pezón izquierdo produciendo un sonido que estaba enloqueciendo a la morena.
Tzuyu abrió apenas los ojos y volvió a cerrarlos, llevó una de sus manos hacia la de Sana y ayudó al trabajo de su novia pero más fuerte y pudo escucharla reír por lo bajo.
Hasta que Sana mordió su pezón, se separó del con un fuerte sonido y lo condujo entre su lengua otra vez al interior de su boca. Lo chupó observando las reacciones de Tzuyu y arremetió mas contra el al escucharla suspirar, juntar sus cejas y lamer sus labios quitando su sudor.
Sana abandonó el otro pecho y Tzuyu bajó la mano rápidamente hasta su intimidad. Sonrió al sentir la humedad suficiente esperando por ella y sin pensarlo hundió dos dedos en el interior de la rubia y permaneció quieta unos segundos. Cuando Sana soltó una gran bocanada de aire y apretó con ambas manos la alfombra tras su cabeza la morena comenzó a moverse.
- Mmm, Tzuyu… dios, amor, ¡más!- Sana peligrosamente elevando su cadera, retorciéndose en el proceso y apretando sus piernas para que la penetración fuera más profunda. Tzuyu bajó su otra mano y le sostuvo la cintura, la facilidad con la que sus dedos entraban y salían de Sana solo aumentó su propia excitación y se obligó mentalmente a esperar por su turno- Tzuyu… Tzuyu… - gimió la manos rubia enredando ambas en la cabellera de la morena y sosteniéndola contra su pecho para que no acabe su labor.
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Lenguaje del Amor || Satzu •Adaptación•
FanficSana Minatozaki es la nueva profesora del McKleyn. Tzuyu Chou, es su estudiante menos aplicada. ♡ Esta historia NO ES MÍA, todos los créditos a su respectivo/a autor/a.