Capítulo 31: A medio paso del peligro y a uno de la felicidad

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(Ignoremos que el título está en la letra normal porque es muy largo, gracias, sigamos)




Sana bajó las escaleras de su departamento con caja en mano, en su rostro se dibujó tanto una sonrisa como una señal de cansancio; haber cargado otras cajas por más de media hora hasta la camioneta de Momo era un ejercicio algo agotador.

Finalmente llegó con la última que contenía libros y algunas carpetas con hojas libres que solía utilizar para crear las clases para el Instituto y demás detalles y la ubicó con el resto. Dahyun le sonrió al esperarla afuera y ayudándola a acomodar las últimas cosas.

- ¿Es lo último?- preguntó Momo desde un costado mientras encendía un cigarrillo.

- Lo último, Momoring - respondió Dahyun saliendo del asiento trasero de la camioneta asegurándose de que todo estaba en su lugar. Los preparativos de la mudanza no tardaron en llegar por lo que, después del lunes a la noche, organizaron el viaje para ese jueves bien temprano y así Sana pudo instalarse en Lima antes del fin de semana.

- ¿Te despedirás de tus padres?- preguntó Momo trató de llevar el cigarrillo a su boca cuando Dahyun se lo arrebató antes y lo arrojó al suelo.

- Fueron los primeros a los que les conté. Papá tomó la noticia algo extraño, creo que está comenzando a dudar de mis actos. Mamá... Suyen prefiere no saber nada. Dice que es una decisión arrebatada e imprudente y que en nada ayudó a mi relación con Jin - dijo Sana observando el pie de Dahyun masacrando el pobre papel de fumar. Que bien le haría a ella algo similar en ese momento- Claro, la relación que ella cree que existe.

- ¿Y tú?- preguntó Dahyun alzando la vista inocentemente- ¿Quieres irte o no?

Sana frunció sus labios. Realmente no tenía idea de lo que estaba haciendo. Parecía que su cuerpo reaccionaba a las acciones de alguien más y continuaba moviéndose sin decisión propia. Le pareció patético, incómodo y paradójicamente estupendo el momento que estaba viviendo. Y le daba miedo tambien.

Primero, conocer a alguien que finalmente le hacía sentir diferente al resto porque la hacía sentir bien. Subordinarse en algo complicado por que esa misma persona era Tzuyu: su alumna, menor de edad y una chica extrañamente rara. Pero encantadora.

Segundo, las situaciones que las implicaba a ellas: cuando estaban juntas, y solas, Tzuyu era completamente dedicada y dulce sin llegar a lo molesta pero cuando alguien más se acercaba levantaba muros y hasta solía ignorarla; y luego iba a disculparse y ella la aceptaba. Parecía un estúpido juego que siempre terminaba empatado o a favor de la morena. Nunca un punto para ella.

Y por último, todo lo que finalmente pasaría ahora. Si el autocontrol la desobedecía con Tzuyu frente a ella solo unas horas al día no quería imaginarse la reacción de su cuerpo teniendo a la morena a solo metros de su alcance. Dios, tal vez lo mejor sería regresar las cajas adentro y olvidar la propuesta de sus amigas.

- ¿GaySana? ¿Qué vas a hacer?- preguntó Momo con su típico mal humor. Sana sacudió la cabeza y les dedicó una mirada a ambas.

- No quiero dejarlas- dijo entre medio de un sollozo haciendo que Momo girara los ojos y Dahyun la abrace fugazmente- Pero ya estoy en un camino y debo seguir avanzando.

- Ay, ya, no hables niñadas... Suban a la camioneta antes de que vomite- dijo Momo antes de, efectivamente, colocarse en el asiento conductor y emprender la marcha.

Observó por el espejo retrovisor: Sana se tomaba de su asiento para voltear y darle un último vistazo a su departamento; ella se apretó al volante rogando no haberse equivocado al darle esa casa a la rubia.

Lenguaje del Amor || Satzu •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora