Óscar sabía que había metido la pata. Jimena se lo dejó saber al no hablarle en toda la noche. Incluso se aseguró de dormir lo más lejos de él que le permitía la cama.Al mismo tiempo, Óscar creía que era un absurdo recibir ese trato solo por decir la verdad. Cualquiera con dos ojos en la cabeza podría darse cuenta de lo poco profesional que estaba siendo ese diseñador con Jimena. Sin embargo, los demás insistían en convertir a Óscar en el malo de la historia. ¡Incluso Juan! El mismo que era capaz de romperle la crisma a cualquier hombre que se atreviera a respirar el mismo aire que Norma.
Aun así, si había algo que el mediano de los Reyes no podía soportar era estar disgustado con su ratoncita. Así que a la mañana siguiente de su discusión en los establos, condujo directamente a una floristería para comprarle a Jimena el ramo de flores más grande que pudo encontrar. Estaba decidido a disculparse con ella, a pesar de creer que tenía razón en el asunto.
Jimena le había dicho a Sarita en la mañana que pasaría todo el día con Leandro y Ruth en el centro de moda. El lugar estaba repleto de clientes cuando llegó, pero Óscar se las arregló para abrirse paso entre la multitud con bastante facilidad. Aún así, maldijo en voz alta cuando uno de los clientes terminó aplastando una rosa con su hombro. Hizo caso omiso de las miradas de reproche que recibió y siguió su camino.
Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro cuando vio a lo lejos a Jimena charlando animadamente con Leandro y Ruth. Sin embargo, alguien de repente se acercó a ella y la abrazó con cariño. La sonrisa de Óscar se convirtió en mueca al darse cuenta de que esa persona no era otra que Fabio Boticceli .
—Ese bastardo va a aprender ahora—murmuró para sí mismo.
La ira escaló por su garganta y finalmente estalló.Ni siquiera se detuvo a medir las consecuencias de lo que estaba a punto de hacer. Agarró a Fabio por la solapa de su elegante chaqueta y lo siguiente que supo fue que su puño se había estrellado contra la cara del diseñador. Fabio se tambaleó unos pasos, chillando y tomándose el puente de la nariz con los dedos.
—¡Óscar!—gritó Jimena, completamente estupefacta, mientras corría junto con Ruth y Leandro para auxiliar a su amigo.
Ernesto Quevedo, que había salido de la nada, colocó una mano en el pecho de Óscar y lo empujó hacia un lado para evitar que cometiera otra estupidez.
—¡Tócala otra vez y te mato, idiota!—gritó por encima del hombro de Ernesto, quien insistió en que se calmara.
Jimena se volvió hacia él, furiosa, y lo señaló con el dedo.
—¡Esta vez sí que has pisado fondo, Óscar Reyes!
—¡¿No viste cómo te tocó ese idiota?!
—¡Tus celos son injustificados!
—¡¿Oh sí?! ¡¿Cómo estás tan segura?!
—¡Porque...!—Jimena se contuvo para no seguir gritando al recordar que estaban en un lugar público y que, con tanto alboroto, lo más probable es que todos los ojos estuvieran puestos en ellos. Se acercó a Óscar y añadió en voz baja—: Porque Fabio está interesado en Leandro.
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LOS HEREDEROS〘franco reyes & sara elizondo〙
Fiksi Penggemar🐎 𝗜 Franco Reyes y Sara Elizondo disfrutan de sus primeros meses de matrimonio y están más felices que nunca. Todo parece ir muy bien hasta que la inesperada llegada de una nueva familia terrateniente a San Marcos empieza a sembrar dudas en la may...