Capítulo: 14

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Love me back— Trinidad Cardona

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—¿A donde vas? — veo amiga que me mira expectante desde la puerta, hace cuatro horas regresamos del cumpleaños.

—Saldré a caminar un rato— miento, amarró mis tenis.

—Son casi las siete — puedo intuir que no me esta creyendo, pero es algo que no me interesa solo quiero saber que es lo que esta pasando, sin meterla en esto.

—Es mejor, tengo que pensar— cierro el zipper de mi abrigo.

Esta a punto de hablar, cuando el sonido de su celular suena desde abajo, sale corriendo y puedo respirar tranquila, no me gusta mentirle pero puedo poner en peligro su vida, haré todo por protegerla.

—¿Vamos? — pego un brinco y doy la vuelta, el chico vampiro me mira sentado en la ventana.

—¿Como me encontraste? — preguntó, tocó mi pecho estoy muy nerviosa.

—Te seguí, tu amiga es muy bonita— habla, baja la cabeza pero aún puedo ver una sonrisa, vampiro y ahora le gusta mi amiga.

Ignoro lo último.

—¿Qué hacemos? — indago, levanta la cabeza y una sonrisa perversa crece en sus labios.

—Sal de la casa, te espero en la entrada del bosque— dicta, ahogo un grito cuando se tira hacia atrás, es un vampiro debe de estar bien, no se que cualidades tienen, pero supongo que no morir cuando te tiras de una casa de dos pisos es una.

—Ya me voy— le grito y escucho un Ok.

—Sígueme, no te separes de mi, si no quieres morir claro— advierte y así empieza nuestro recorrido.

Quince minutos de caminata, comienzo a mirar una luz, unas voces fuertes, me quedo quieta cuando escucho gruñidos.

Ya cerca, la luz proviene de una fogata puedo ver por lo menos ocho figuras humanas, atrás de ellos aparecen dos lobos, mis ojos se abren con sorpresa, mi corazón late a mil, mis manos sudan, entonces veo a Mateo y a Angelo, ¿que demonios?.

—¿Mateo? — hablo en un hilo de voz.

Todos los presentes se giran enseguida, los lobos que fácilmente pueden ser dos veces mi tamaño me gruñen, si me van a matar.

—¡Alto!, ¿Aby que haces aquí? — se acerca, retrocedió, veo el dolor atravesar sus ojos.

—¿Como llegaste aquí? — Veo detrás de Mateo, Angelo es el que me pregunta.

—Yo lo hice— el chico vampiro hace acto de presencia.

—Novan, ¿en que demonios pensabas? —Mateo lo enfrente.

Veo a Novan, el me sonríe, se ve que la situación le divierte, también lo haría si no supiera que estas personas y lobos me pueden matar.

—¿Pensaron que podían mantenerlo en secreto para siempre? ¿Qué podían mentirle? — habla Novan, levanta su rostro con seguridad.

—Eres un maldito imbécil— Lo insulta Angelo, el se tira encima dispuesto a matarse a golpes, los demas presentes lo detienen, Novan sigue sonriendo.

—¿Por qué te molesta tanto? — pregunta Novan, Angelo levanta la mirada sus ojos están rojos, miran con odio a Novan, el me mira y veo como sus ojos vuelven a estar ese lindo azul.

Las malditas mariposas, que tanto me hablan aparecen.

—Este es mi territorio, no puedes hacer lo que quieras —habla Angelo.

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