Capítulo: 10 (1/2)

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Elley Duhé- In the middle of the night

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—¡Mateo! Que bueno que nos visitas— el susodicho río por nuestra reacción, levanto unas bolsas.

¿Había dicho que lo queremos?
Pues de hecho si.

—Tengo una sorpresa — puso las bolsas en la mesa de la cocina y se sienta.

—¿Qué es? — Byna sale del refrigerador, comiendo una manzana.

—Quería saber si, ¿quieren ir hoy a una cena? es muy especial— la sorpresa abarca nuestro rostro.

Tengo mucho tiempo que no asisto a ese tipo de eventos, la etiqueta, la vestimenta y toda esas cosas es estresante he incomodo.

—¿Estas seguro?— toco a mi amiga.

—Claro que si, son muy buenos amigos míos, me encantaría que me acompañaran, todos llevarán a sus hijas— lo último lo dijo con tristeza, lo que nos contó fue que tiene un hijo pero ya es independiente, el lo extraña mucho.

—Gracias por considerarnos— me acerque y lo tome de los hombros dándole un apretón, me alejé.

—Por su puesto que aceptamos— afirma By y lo abraza—Aby ¿trajisto aquel vestido que te queda de maravilla? — me pregunta.

—Creo que si, iré a buscarlo— Mateo se levanta y nos entrega una bolsa a cada una.

—Ya que tenía la ligera sospecha que aceptarían, les compré eso—Byna y yo intercambiamos miradas sorprendidas— pero habránlo, quiero saber si les gusta.

No abrimos la bolsas solo lo abrazamos, bueno yo más o menos, le agradecimos. Eran hermosos los vestidos, el se ganó el cielo.

—Vendré por ustedes a las siete y treinta, se verán lindas—se despide y se va, se nota su emoción, debe ser lindo para el, con el poco tiempo me he encariñado con el, no es necesario conocer de mucho tiempo a alguien, solo es de amabilidad y respeto.

(...)

—¿Sabes algo? — me pregunta, mi amiga ya esta en vuelta en su vestido negro, tacones del mismo color.

—Iluminame— digo, mi vestido es negro con flores.

—Ayer un chico, llamado Evan me habló y dijo que le gustaría hablar contigo— ¿Evan? Se me hace conocido— dijo que ustedes se conocen de un bar, algo así— me cuenta confundida.

—Ya se quien es, el me ayudó el día que tu me abandonaste traidora —es el chico de la barra.

—Perdón si, andaba despechada— se tira a mi cama.

—¿Tu no andas así todo el tiempo?— bromeo.

—No tu burles, yo si tengo sentimientos— me mira acusatoria.

—¿y yo no?— pregunto, aunque ya sabía la respuesta.

—Parece que no, nunca sales ni hablas con un chico —me acusa.

¿Y?

— Eso no hace que no tenga sentimientos, solo no me interesa—le resto importancia.

—Aby, cuando vamos por la calle, ¿nunca de das cuenta como te miran? eres bonita pero caminas con una cara de querer matar a alguien— me señala y se vuelve a tirar a la cama.

—No, y esta— señalo mi cara— es mi cara normal, se que soy bonita— aclaro.

—De hora en adelante, tendrás citas, estas muy sola, tienes que distraerte—. Me impone.

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