Llegaste a mi

Capítulo: 22

°

Shut up and Listen ft angelicca— Nicholas Bonnin

°

°

—Ey, ey despierta— me mueve alguien, me siento todavía cansada, miro a mi amiga.

—¿Qué pasa? — me siento en la cama, entonces me da un golpe de realidad, anoche le pedí que se quedara conmigo, Dios ¿en que pensaba?.

—Vamos abajo hay mucho movimiento— intento decirle que no moleste, demasiado tarde, me arrastra al baño y casi me ahoga con el chorro de agua.

—Que culpa tengo yo— digo, me jala me enredo con mis pies y casi caigo de cara, me sigue arrastrando, me suelto intentado arreglar mi cabello.

—No entiendo por que tanto revuelo, todo lo veo muy normal— riño, ella me arrastra nuevamente, llegamos a una enorme ventana, muchos hombres con uniforme negro se mueven, ¿que esta pasando? ¿Volvió la anciana?, un descanso por favor acabo de despertar.

—Señoritas— nos hablan, una señor de uniforme y sus brazos hacia atrás esta delante de nosotros.

—¿Pasa algo? — pregunto, mi amiga agarra mi brazo.

—Tengo la tarea de llevarlas a un lugar seguro— no dice nada más y camina, mi amiga y yo campartimos miradas y lo seguimos.

—Esta pasando algo ¿cierto? —le pregunto, el señor se detiene un momento pero retoma su camino.

—Es por su seguridad debe saberlo señorita— habla y se detiene en una puerta negra con figuras forjadas en la madera.—Entren y no intenten salir por que no podrán— nos arrastra adentro y nos cierra la puerta.

—¿Algún plan? — se cruza de brazos, la habitación no es diferente a la que me encontraba, miro la ventana, o sí.

—Claro que sí— camino a la ventana, la abro, la vista da un jardín no se ve ni una alma.

—¿Segura? — vuelve a interrogar mi amiga, me giro hacia ella y la juzgo.

—¿Quieres estar encerrada sin saber lo que que esta pasando? — su rostro cambia de duda a seguridad, manos a la obra, mejor obra a la ventana.

—¿Ya? — hablo lo más bajo que puedo.

—¡Si! — grita desde abajo, pongo mi dedo en mi boca en gesto de que no grite, las sábanas de la cama la usamos como cuerda para salir, esta sujetada de todos los muebles que me encontré, me bajo con cuidado de caer y partirme la columna.

—Corre perre vergue— la sujeto del brazo, corremos entre árboles montes, no tan lejos para poder mirar lo que pasaba.

—¿Y si nos descubren? — me habla al oído, le pego un manazo por el susto.

—Ni idea— nos acostamos en el pasto, pasan alrededor de una hora, un ruido muy fuerte se escucha nos ponemos de pie de inmediato, los hombres que había visto anteriormente corren en todas direcciones y algunos ya en su forma de lobo, dos lobos corren a nuestro dirección.

Corremos a toda madre, miro a mi lado que mi amiga se pierde entre árboles, me detengo pero el sonido de otra cosa hace que renueve mi acción, mierda, me van a comer y no tengo quien me salve. Me escondo entre las raíces de un árbol.

—Se que estas ahí Aby— reconozco la voz de Novan, suelto el aire, salgo Novan me mira divertido un lobo me mira atento.

—Dios que susto, tienes que buscar a Byna— el abre sus ojos preocupado, asiente y se va pero el lobo me mira atento a mis movimientos.