Capítulo: 20

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Treat you better- Shawn Méndez

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El sabor amargo sube por mi garganta, me levanto corriendo al baño, comienzo a vomitar y siento que me ahogo, siento una mano en mi estómago y otra en mi frente, cuando sentí que vomite hasta la sangre, bajo la palanca, me levanto y me lavo, la sorpresa al mirar reflejado a Angelo en el espejo, ¿será que no me puedo deshacer de este?

—Quien diría que los papeles cambiaría —habla burlesco, esta recostado en la puerta de brazos cruzados, el maldito es guapo y lo sabe.

—¿Que haces aquí?—me cepillo los dientes, el mal olor es algo que no soporto en mi y en nadie.

—Imaginas como llegaste aquí, sana y salva— habla, me seco y me posiciono adelante de él, su altura es algo que no me deja de impresionar, casi llega arriba de la puerta, mentira sus labios se llevan toda mi atención, concéntrate Aby.

—Bueno gracias, ya te puedes ir, conoces la salida— salgo del baño, abro las cortinas.

—Se que es lo que te pasa—asegura, me giro, me cruzo de brazos.

—Entonces iluminame.

—Anoche tu misma me lo dijiste— habla, oh no mierda, que ganas de darme un puñetazo, al que esta enfrente de mi también.

Anoche beber hasta perder la cordura, ahora que me doy cuenta no lo era,mi cabeza va explotar tengo malestar estomacal.

—Vete—agarro mis zapatos, ni se para que, supongo que los voy a lavar, camino hacia abajo, mi teléfono suena, un mensaje del cole, no hay clases, gracias Dios, con este asco no puedo llegar ni a la esquina y no vomitar algún órgano.

—No paso nada entre tu y yo anoche— habla, me detengo y me doy la vuelta.

—Lo se. —el frunce en ceño. —conozco mi cuerpo. —el paso una mirada deseosa por todo mi cuerpo, siento el calor subir y sigo caminando.

Dejo mis zapatos en una mesa, voy a la cocina y me siento en una silla, aparece Angelo y agarro un vaso con agua, le marco a Byna.

~¿Hola?

Su voz suena adormilada.

~¿Donde estas?

~En una habitación, ni idea donde, llego en media hora.

~Ok, te espero

—Es curioso. —habla Angelo, lo miro.

—¿Qué cosa?.

—Como solo sabemos nuestros nombres- habla con tristeza, a este ¿que le pasa?.

—Es normal, nos acabamos de conocer — digo, es una forma de decir hasta lo bese, supongo que con todo lo que a pasado hay confianza.

—Me gustaría que supieramos las cosas de cada uno—suelta, lo miro desconfiada.

—¿Para que? —no es que no quisiera saber más de él, decir mis cosas no es de mi agrado, prefiero guardarmelas.

Camina hasta la silla adelante de mi, la acerca, se sienta y abre sus piernas, toma las mías y las pone en medio de las suyas, mis manos empiezan a sudar de los nervios.

—Dime ¿algo de mi no te da curiosidad?— pregunta, niego el alza una ceja.

—Bueno si, pero no quiero preguntar creo que es muy personal. —suelto, lo siguiente que hace me hace quedar frita, me suelta una palmada en mi pierna, me queda ardiendo la zona, tengo el impulso de apretar mis piernas, siento calor y mucha.

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